❂ CAPÍTULO II ❂ Golpe de estado

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Shadow Queen descendió a través de la troposfera del planeta Lyvara, la ciudad era visible. Mystic Night, considerada una metrópolis, es un territorio conformado por científicos tecnológicos, sus rascacielos que servían de vivienda para sus habitantes rondaban en los casi quinientos metros de altura, las tres torres que componían el palacio real superaba los novecientos metros de altura, en su entrada principal las estatuas de los reyes y reinas adornaban el camino; algunas de las luces de las edificaciones se mantenían encendidas en la noche y las estrellas se reflejaban en los cristales de las que yacían apagadas.

Aunque sus horarios fuesen flexibles para los obreros, sus habitantes estaban encantados de trabajar horas extras porque aparte de recibir un pago adicional por ello, contribuían al desarrollo del país. Cada edificación en sus cuatro primeras plantas, contenían diversas tiendas de gran variedad con su propio estacionamiento, esto los convertía en el principal reino comercial de gran avance tecnológico. Todas las razas de cada familia, podían permitirse automóviles voladores; estos vehículos eran diferentes de las naves que portaban la realeza o la milicia, solo servían como medio de transporte.

Una de las cosas que Darkmolet siempre disfrutaba era que cuando debía explorar algún planeta en específico, podía hacerlo con sus amigas, debido a que su padre no se lo impediría; al contrario, le agradaba que tuviera compañía durante sus misiones. El rey Darkerd confiaba plenamente en ella, se había ganado su confianza con esfuerzo y dedicación, es por eso que tenía el favor del rey entre sus tres hermanos.

La única razón que le hacía codiciar la corona era para evitar que su hermano Kasch se convirtiera en el gobernante de Mystic Night, de lo contrario apoyaba la facción de Dagnar. No obstante, su padre no lo reconocía como un candidato al trono debido a su personalidad arrogante que carecía de humildad, en cambio sí reconocía a Dagnar, el segundo de ellos y Darkmolet apoyaba su facción.

Conforme se acercaba a las tres torres más altas en el corazón de la ciudad disfrutó observar al planeta Bhrythed reflejado en las vidrieras de la edificación, al igual que los dos pequeños planetas que orbitaban alrededor del sistema de anillos de Lyvara, nunca se cansaría de esa hermosa vista.

Aunque Mystic Night fuese el único reino que fabricaba naves espaciales, cada ciudadela de un planeta distinto disponían de maquinarias con la cual podían teletransportarse entre los diferentes astros que pertenecieran al sistema planetario Diáspora. Cabe destacar que gracias a eso el comercio de Mystic Night era bastante activo en horas diurnas, porque eran el único reino que exportaba grandes cantidades de aparatos electrodomésticos. En definitiva, el período del rey Darkerd como monarca fue un impulso muy positivo en la economía de la metrópolis, al igual que en el desarrollo tecnológico por el hecho de que cualquier extranjero tenía la oportunidad de postularse para algún empleo en específico.

Tras llegar a su destino, con una hábil maniobra para alinear la nave, Darkmolet descendió al helipuerto del palacio que estaba ubicado en la azotea de la torre central y aterrizó su nave. Los guardias que la esperaban en las puertas gemelas automatizadas hicieron el saludo militar que consistía en llevar el puño derecho al corazón y el puño izquierdo descansaba detrás de la espalda, ella al abrirse la compuerta haciendo un ruido mecánico, les respondió de la misma manera antes de bajar a través de la rampa de acceso que se activaba al aterrizar.

De inmediato, Dagnar emergió de la única entrada disponible abriendo las puertas gemelas que vigilaban el par de Beiy con paso rápido, su cabello castaño oscuro que caía a nivel de sus hombros, ondeaba bruscamente debido a la brisa de la altitud, su expresión demacrada denotaba mucha preocupación.

—Kasch llegó y padre colapsó por su culpa, él dijo que solo podríamos ingresar al salón del trono cuando tú llegaras —anunció Dagnar con voz ronca entrelazando sus manos detrás de su espalda y Darkmolet enarcó las cejas mientras lo observaba incrédula con sus ojos púrpuras.

La Caída De Absalón Station ©Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum