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☄️: El que no lucha por
Lo que quiere, no merece lo que desea.

***

Las abrace con tanta fuerza que casi sentí que les sacaba los intestinos, no pensé verlas hoy, pero que feliz estaba por ello.

Estas chicas desde muy pequeñas han sid mi consuelo, ellos son quiénes estaban para mí cuando mamá y papá discutían, ellos siempre estaban allí, apoyándome y dándome alegría cuando más lo necesitaba. En verdad, estas chicas me hacían bien y ahora que no tengo a nadie de mi familia a mi lado, una vez más están a mi lado.

Lo que más me gusta de todo es ver la alegría en sus caras, no pensé causarle tanta felicidad, pero ahora que estamos juntas después de tanto tiempo me siento mucho mejor.

— Ansiabamos verte, Vickie. —soltó una de ellas.

Islam, sigue luciendo muy bien, no soy lesbiana, pero mis amigas si que son unas diosas, lucen como ninguna otra chica. Con su cabello oscuro de puntas azules, luce como toda una chica mala, sus ojos negros y su piel pálida la hacen ver interesante y misteriosa.

— Y yo a ustedes. —dije con alegría.

— ¿Pero, que carajos estás haciendo, Mafer? —pregunto Ashly.

Ella es castaña, tiene unos lindos ojos marrones que le envidio mucho.

— Que carajos haces, Mafer. —imito la voz de esta.— Lo obvio, busco algo lindo para Vickie.

— Hey, hey, hey, hey. —llame a Ashly que como siempre era distante.— Tú salúdame bien, pero ya. —le ordene llevándome como regalo una mirada fea.

— ¿Que dices? —se hizo la sorda.

Salúdame bien. —repetí.— Muévete.

No es que esté molesta, pero con Ashly siempre he sido así, ella es muy enojona, es con quién me llevo pesado y se me pone al brinco.

— Sólo porque te extrañe. ¿De acuerdo? —aclara de mala gana. Se acerca a mi y me abraza, la castaña suspiro.— Enserio.. te extrañe. —susurro después de unos segundos.

Sonreí ante sus palabras y nos separamos.

— Ahora si, ya estuvo bueno de tanta cursilerías, reinas. —dice Mafer captando nuestra atención.— Ayúdenme a buscar algo lindo para Vickie. —ordeno.

Rodé los ojos al escucharla.

No es que sea mala persona, pero no creo que sea necesario que las chicas hagan esto, siento que solo estoy causando molestias.
I

slam y Ashly estaban por unirse a Mafer, cuando las detuve.
— Chicas, esperen. —las tres me miraron con atención.— Realmente agradezco lo que hacen por mi, de verdad que si, pero no me siento bien. —confesé.
— Ay, mi Vickie.. —Islam fue la primera que se acercó a mí.— No creas que molestas..
— Porque no es así. —la interrumpió Mafer.
— No te vimos por mucho tiempo y ahora que estamos juntas las cuatro no quieres que te háganos una puta ama. —dice Ashly haciéndome sonreír.— Enserio que estás bien bruta.
— ¡Oye! —me quejé.
— Ella tiene razón, Victoria. —Islam la apoya dejándome sin palabras.— Así que cierra esa bocota y deja que nosotras te consientamos. ¿Está bien?
— Per..
— Que cierres esa bocota dijo. —ordeno Ashly.
— ¡Mmm, esto me encanta! —exclamo Mafer entusiasmada.

(...)

Y así como lo habían dicho mis amigas..
Ni yo misma me reconocía, estaba frente al espejo viendo el cambio radical que había dado. Ya no era la Victoria que lucía demacrada y sin ganas, mi imagen era fresca y relajada, realmente habían hecho un gran trabajo.
Un vestido oscuro cubría un poco más arriba de mis rodillas hasta mi cuello, en la parte del abdomen tenía tela transparente que dejaba a la vista, era sin mangas por lo que probablemente muera de frío. Mi cabello lucía brillante y liso, mientras que el maquillaje no era nada exagerado, justo como me gusta.
— ¿No creen que es algo revelador para este clima? —pregunte sin dejar de ver mi reflejo.
— Siempre tienes que arruinarlo. —murmuro Ashly, se acercó a mi y me tomo de los hombros, ahora también veía su reflejo.— Pero estás en lo cierto.
— Ya ven. —comente.
— Mmm.. ¿Entonces que es lo que usarías tú? —por fin pregunto Islam.
Me di la media vuelta y me acerque a la cama donde seguía el mundo de ropa, me encontré con un pans negro, en cada lado tenía una línea color verde resaltable, busque su par hasta encontrarlo. Una blusa manga larga con el mismo estilo, sólo que esta era hombliguera, tome ambas prendas y se las mostré.
— Mal gusto no tienes, querida. —comento Mafer acercándose a mi.— Cambiate, veremos qué tal te queda.
No dije nada.
Camine hasta el baño y entre, después de unos cuántos minutos salí ya con el conjunto puesto. Me vi en el espejo una vez más y esta vez si me agrado mi apariencia, era justo lo que debía usar para este clima tan fresco.
— Bien, bien, lo que se dice bien, no te ves. —dice Ashly burlándose.— Pero tampoco te queda mal. —agrego con una risita.
— ¡Pues yo digo que te ves como toda una fuckgirl! —helogio Mafer sonriente.
Me di la media vuelta hacia ellas y Islam era la única que no sonreía.
— ¿Mmm? —exprese echándole los ojos.
— Todo bien. ¿No? —habla acercándose a mí.— Pero.. los tacones no van con ese tipo de ropa, busquemos unos zapatos o tenis lindos. —propuso.
— ¡Tengo los adecuados! —exclamo Mafer corriendo hacia un mueble grande.
Era tipo un clóset, la sorpresa que me lleve cuando abrió aquellas puertas, eran muchos pares de tenis, zapatos, sandalias y tacones los que tenía amontonados ahí. Tomo un par y se volvió a mí sin cerrar aquellas puertas.
Me los entrego y los tome, dentro de estos venían unos calcetines limpios, me los puse y me pare enseguida, la verdad era que lucían bien, aunque se veía que eran más que caros.
— ¡Perfecto, es hora de salir! —el entusiasmo en el tono de Ashly me tomo por sorpresa.
¿Salir? ¿A dónde?
No tenía ni un sólo centavo como para salir, a estas chicas les gusta la buena vida y la verdad. De las cuatro yo soy la más amolada, que pena me da, demonios.
— No, no, no, no, no. —me negué sentándome en la orilla de la cama.
— ¿Cómo de que no, reina? —pregunto Mafer sentándose a mi lado.— No creas que te arreglamos sólo para que estuviéramos encerradas.
— Sino, para salir a divertirnos. —agrego Islam tomando asiento a mi otro costado.— Planeamos ir al centro comercial, hoy es noche buena. Debemos lucir de lo mejor.
Y la vergüenza me invadió justo en ese instante..
— Lo que pasa es qu..
— Nada. —Ashly me interrumpió cruzándose de brazos.— Iremos al centro comercial a comprarnos ropa linda para esta noche y te friegas. —alego duramente.
— Enserio, ustedes son tercas. —deteste.
Amo estar con ellas, pero que se unan en contra mí no me gusta, olvide que así eran siempre, tan tercas, tan testarudas, tan.. así.
Lo único que espero para esta noche es que mamá se acuerde de que tiene una hija.

La Chica Indicada ✔️ [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora