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—Cielos... Valery... —gimió el mayor en su oído.

El cuerpo de la joven se hallaba sobre la encimera de la cocina, sus piernas abrazaban las caderas del hombre disfrutando del continuo vaivén de sus cuerpos al unirse por la desenfrenada pasión.

Su pecho golpeaba con fuerza y su espalda se arqueaba cada vez que el hombre la embestia. La cocina se había vuelto testigo del deseo y la pasión que ambos cuerpos emanaban.

—Oh dios... —Valery gemia sin control alguno, todo el placer que sentía se alojaba continuamente en su vientre y no tardaría mucho más en ser arrasada por un fuerte orgasmo.

Zayn alzó su rostro del cuello de la menor para toparse con sus carnosos y rosados labios.

—Valery... —ambos unieron sus frentes, disfrutando del placer que los estaba consumiendo.

—D-Da-Daddy... —sollozo contra sus labios al no poder resistir más.

—Hazlo Val... Correte, hermosa. —tan solo bastaron un par de movimientos más cuando la menor se deshizo entre sus brazos, sollozando por el fuerte orgasmo que la había arrasado.

Zayn no tardo en seguir sus mismos pasos y correrse en su interior, cayendo rendido sobre el hombro de la menor, sujetado por los brazos de la joven y el débil agarré en su cintura.

Poco a poco fue recobrando el aliento, hasta por fin alzar su mirada y hallar aquellos ojos azules que tan loco lo volvían.

—Val... —susurró apoyando nuevamente su frente a la suya, respirando el mismo aire, sintiendo las suaves caricias de la joven en sus mejillas.

—Shh... —la menor lo acalló con un pequeño y suave beso, disfrutando de aquel momento que sentían luego de cada encuentro.

El corazón de Zayn golpeaba con tanta fuerza, deseando salirse de su pecho y caer en las manos de su amada, mientras que, por su parte, Valery se deleitaba con la suavidad y calidez que el moreno desprendía, disfrutando aquel momento de intimidad, donde sus corazones se exponían ante los ojos del otro.

El mayor se apartó levemente, tomándola de las mejillas y observándola a los ojos, afirmando cada vez más lo que sentía, todo aquello que la menor provocaba en él.

—Valery... —susurró acercándose aún más a los labios de la menor, necesitaba demostrarle lo que sentía, aunque sus palabras fueron detenidas al oír su celular comenzar a sonar. Intento hacer caso omiso al sonido, pero era algo que Valery no podía.

—Tu celular... —susurró la menor aún con sus ojos cerrado, sintiendo la respiración del hombre golpear contra su rostro.

—Deja que suene. —pidió el mayor observando sus labios con atención. Valery lo miró a los ojos dudosa para luego suspirar con fuerza y apartarlo levemente para que pudiese atender.

Zayn la observó dolido y confundido al ver como la menor se abrazaba a sí misma y apartaba su mirada. No dijo palabra alguna, simplemente suspiró bajando su mirada y tomando su celular para oír a su secretaria del otro lado de la línea.

—Hola, sí yo...—alzó su vista a la menor y se negó dolido al notar como evitaba mirarlos— Enseguida estaré allí. —anunció para luego colgar— Valery... —la llamó.

—Debes irte —comentó mientras acariciaba su brazo sin dejar de observar el suelo.

—Pero...—la menor alzó su vista y le dedico una pequeña sonrisa ladera.

—Ve, en la noche hablaremos. —le aseguró, el hombre la observó por unos segundos más hasta darse por vencido y salir de la cocina.

Los minutos pasaron hasta que la ojiazul oyó la puerta principal cerrarse, anunciando la partida del moreno, dejando caer todo lo vivido sobre su mente como un valde de agua helada.