Capítulo 51 - ¿Preparados?

Start from the beginning
                                    

Me la quedo mirando. Tan hermosa, tan malditamente hermosa que arrebata cada suspiro, esa pureza la envuelve tan bien que acaba intimidandome y al mismo tiempo anhelando su dulce toque. Ella extiende su brazo hacia mí y con la manga de su abrigo limpia el rastro de sangre que mancha mi cara. Mierda. Cuan jodidamente mortificante es. Cerré mis ojos, odiando no haberme dado cuenta de Laila siguiendo mis pasos.

-Si. -contestó por lo bajo a su pregunta.

-Pues eres un idiota -espeta Laila. En su voz denoto quebranto, aflicción, en vez del miedo que esperaba oír. Y no es sólo su voz también son sus ojos, aquellos orbes oscuros como la noche que me miran con una emoción descriptible-. Un maldito idiota que me deja sola en el vehículo temiendo por la vida de la persona que ama.

Ama.

Amor.

Trago saliva.

-Te quería lejos de peligro. -mi mano se mueve a su cabeza para luego desplazarse a la parte baja de su espalda, ella responde al aproximarse y envolver sus brazos en mi cintura.

-Y yo te quería a ti junto a mí. -dice bajito contra mi pecho.

Apoyando el mentón en su cabeza, le digo: -Tenía que irme, Laila. Yo fui la causa y debía darle término. ¿Rech te envío a seguirme?

Lo iba a matar si resultaba cierto.

-No. Actué por propia cuenta por mucho que Rech pidió quedarme en el vehículo a esperarle. Tenía que ir detrás de ti. Así que elimina de tu cabeza ese pensamiento de lastimarle. -contesta adivinando mi pensar.

-¿Laila? ¿Cuánto has visto? -pregunté temiendo su respuesta. Ella se queda en silencio por unos breves segundos antes de responder.

-Pude acercarme, pero preferí permanecer lejos escuchando los gritos. -abraza con mucha fuerza como si quisiera cortarme el oxígeno. Laila alza la mirada, me observa por un momento y frunce el ceño:- Detente.

No la comprendo: -¿Qué?

Las manos de Laila se desenvolvieron de alrededor de mi cintura. Es ella la que pone un poco de distancia.

-Ahora puedes permitirte ese privilegio, así que no te permitiré que tengas esa expresión de nuevo. No lo vuelvas hacer. Odio que tengas esa mirada en tu rostro como si toda felicidad, por muy pequeña que sea, no merezcas tenerla.

Algo atravesó mi pecho. Laila pone sus delicadas manos a ambos lados de mis brazos y frota repetidas veces dando calidez a mi cuerpo.

-Jace. Jace, escúchame. Aunque hayas hecho cosas horribles, no significa que tú no puedas recibir amor o que no eres capaz de amar. No eres un monstruo.

-Arruiné la vida de muchas personas.

Unos de los muchos horrores que he cometido.

-Lo sé, y te he perdonado. Olvida tu pasado y comienza de nuevo. Sé libre. Porque estoy contigo y te juro que te haré feliz desde ahora en adelante y tengo fe que tú harás lo imposible por hacerme feliz a mí.

Mi respiración se acortó. Me quedé inmóvil, bien fuera de mi profundidad, observando su rostro con mi pulso latiendo a una velocidad caótica.

De pronto, las esquinas de mi boca se elevaron. Sonreí.

-Esas palabras debería decirlas yo. -le digo. Mi brazo rodea su pequeña cintura con demasiada fuerza, la acercó nuevamente contra mi pecho sin dar espacio al aire de pasar entre nosotros. Su boca dulce se abre y sus ojos oscuros me observan intrigados y a la vez completamente fascinados.

Te Encontré [ 2°T de TLA]Where stories live. Discover now