Capítulo 29 - Y entonces la bestia se desató.

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JACE


Sonreí mientras los guardias me arrastran hacia un lugar desconocido y me lanzan al suelo. Sonreí mientras aguantaba cada golpe en mis costillas y estómago. Reí como loco en sus caras estupefactas. Aquella opción era mejor que el pensar que pronto voy a  desvanecerme por el cansancio. Otro golpe vino enseguida del primero. Mi rostro giró por el golpe a mi mandíbula y sangre saltó de mi boca. ¡Diablos, el maldito golpeaba fuerte!

Sentí el agarre del matón en mi pelo, obligando que levantara la cabeza.

—¿Sabes, jefe? Aun sigo pensando que la cara de este me resulta conocida.

—No seas imbécil, no es más que el matón de Hamilton —Carl dijo—. Mátalo de una buena vez y envía su cuerpo al bastardo de Stephan. Veremos si le quedarán ganas de hacerlo de nuevo.

Se acercó y escupió en mi cara, literalmente lo hizo, y se dio la vuelta para largarse de la habitación. La puerta se cerró detrás de él. Bueno, creo que este es mi fin. No me dejé intimidar cuando el desgraciado levantó el arma y la alzó a la altura de mis ojos. Me enfoqué en una parte de la habitación y visualicé su rostro en mi mente; hermoso y destructivo. Entre tanta oscuridad y sangre, estaba ella. Busqué el consuelo de saber que Rech protegería a Laila y a mi hijo por sobre todas las cosas. Ese pensamiento alivió un poco mi corazón.

—¿Últimas palabras? —dijo el hombre.

No me demoré en responder: —¿Puedes dejarme libre?

—Hijo de puta.

El disparo sonó. Inhalé con fuerza. Mierda. Esperé sentir algo, no sé, algo de dolor, pero la verdad es que nada ocurrió. No sentí nada. Levanté la vista hacia arriba y me encontré con los ojos desorbitados del matón que me observan por última vez antes caer al suelo con un disparo atravesando su corazón. ¿Qué...?

Entonces miré más allá del cuerpo y quedé por completo boquiabierto.

No puedo creerlo.

Es Andrew.

—Uy, creo que ya aprendí como usar un arma. —dijo y una sonrisa apareció en su rostro de niñito bueno.

Mierda. Mierda. ¿En serio acaba de asesinar...mejor dicho, acaba de salvarme la puta vida? Triple mierda.

Lo miré sorprendido: —¿Lo mataste?

—Claro. Te dije que ayudaría. Si no me creíste es cosa tuya, pero yo no rompo la promesa que hice con Laila. —dijo, acercándose libera mis brazos de las cuerdas.

—¿Y cuál sería esa promesa? —este me ayuda a ponerme en pie. Me sostuve en sus hombros para recobrar el equilibrio.

Él me miró directo a los ojos.

—Laila quiere que te cuide.

Mi bella noche. Mi luz. Una sonrisa de enamorado salió a flote, imaginándome ordenarle a Andrew que cuidara de mí.

—¿Puedes sostenerte por ti mismo? —preguntó. Lentamente, Andrew me soltó y me dejó arreglármelas solo.

—¡¿Lo encontraste?! —gritaron en alguna parte. 

—¡Si, estamos aquí! —respondió a gritos Andrew y luego se dirigió a mí—: Es Rech.

Volteando la cabeza, veo a mi amigo entrar a la habitación armado hasta los dientes y con el traía a la rastra a nada ni nada menos que a Simmons.

Te Encontré [ 2°T de TLA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora