Capítulo 21 - No olvides de que lado estás, amor. En las Sombras o en la Luz.

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Me di por vencida.

Giré el pomo de la puerta y la abrí. Mis planes de quedarme en la habitación no estaba resultando, de todas formas tendré que bajar y enfrentarme de nuevo a Jace. En la mañana creí que todo estaba arreglado entre nosotros, pero cuando desperté Jace se estaba yendo de la habitación conciente de mi atenta miraba. 

Y como siempre, Jace me destrozó. 

Suspiré y salí del cuarto.

Me encontré a los dos hombres inclinados sobre la mesa del comedor mientras hablaban entre ellos. Cuando me escucharon llegar, ambos se enderezaron bruscamente y dejaron a la vista una gran cantidad de arma y cuchillos en la mesa. ¡Vaya! 

—¿Y este armamento? ¿Piensan ir a un ataque zombie? —dije para alivianar los nervios. 

Rech sonrió ante mi pequeña broma, pero Jace no hizo ningún gesto, ni siquiera me miró. Sabía que pasaría esto. Debí quedarme en el cuarto.

—¿De quién son estas cosas? —pregunté.

Rech apuntó a su amigo.

—Mías. —Habló Jace por primera vez.

—Debí suponerlo. —Comenté en tono bajo.

Jace agitó la cabeza molesto.

—Iremos a acabar con esta situación de una buena vez. —Jace de irguió y se volvió hacia mí. Ademas de la seriedad, no pasó desapercibido el moretón formandose en su mentón y el ojo negro. ¿Qué diablos le pasó?

Ladeé la cabeza, observándolo con los ojos entrecerrados. Jace apartó la mirada inmediatamente.

—Ya es hora de que mate a Daniel Roberts.

—¿De verdad? ¿Y cómo piensan encontrarlo? —Pregunté sin dejar de mirar a Jace, este seguía rehuyendo mi mirada.

—Tengo mi fuentes. —El tono arrogante de Rech se interpuso en mi evaluación.

—No, no tienes tus fuentes. Daniel Roberts nos envió un hermoso mensaje con un aterrorizado y sudado chico mientras bebía —le contradijo Jace—. Tuve que hacerlo desaparecer una vez entregado el mensaje.

—¡Ahg! Siempre lo arruinas. —Regaño Rech cruzándose de brazos.

Les miré a ambos. 

—¿Lo han asesinado? 

Jace se encogió de hombros, restándole asunto.

—Siempre se elimina al mensajero si no quieres que revele tu ubicación.

—Lindo material de padre serás. —Bromeó Rech, empujando su hombro contra el de Jace. 

—Cállate, Rech. —Lo reprendió y le envío una mirada asesina, pero Rech puso los ojos en blanco.

—Mejor voy a por el auto. —dijo, cruzando el salón y saliendo de casa—. ¡Arreglen sus asuntos futuros padres!

—Maldito. —masculló Jace.

La salida Rech marcó un silencio en el lugar. 

—Tus ojos están rojos e hinchados. —Su comentario intervino en el silencio. 

Lo miré sorprendida. Tomando valentia, caminé a su lado. Jace tocaba con familiaridad los cuchillos sobre la mesa. Era desconcertante observarlo rodeado de armas y ver el aire peligroso que emanaba de él.

—Están así desde ayer  —respondí y lo miré de reojo, notando la leve tensión en su mandíbula. Pasé mis dedos por unas de las dagas—. Noté que tienes un ojo morado.

Te Encontré [ 2°T de TLA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora