Sin Palabras ||En Físico||

Resucitar

Ahora sentía mucha desconfianza por parte de Izan, ni si quiera sabía cómo actuar cuando lo tuviera en frente.

Calix decidió ir a comprobar si realmente era él el causante de las amenazas y muertes, él podía ver el aura de las personas, así que podía saber con facilidad si mentía o no. Fliss se quedó con mi abuelo y Murray, este último se quedó en casa haciendo unos informes y hablando por llamada con Conrad, quien parecía haber descubierto algo, pero no quise molestar, así que no pregunté.

El camino hacia el hospital se hizo bastante largo, y casi me echo hacia atrás. No era buena con las palabras, ni si quiera sabía discutir con alguien sobre un tema simple, ¿ cómo actuar ante alguien, que posiblemente, intentó matar a mi abuelo ? Estaba nerviosa, pero ya no había vuelta atrás, las puertas del ascensor se abrieron en la segunda planta y nos dirigimos hacia la habitación de Izan. Se escuchaban risas en la habitación y al abrir la puerta me sorprendí.

Los padres de Izan estaban hablando con él; se había despertado del coma. Me quedé en la puerta en shock, sin saber qué hacer. Nuestro plan de interrogarle se acababa de ir al garete. Sí que se había quedado en la habitación después de todo, sino no hubiera despertado nunca. Miré a Calix, sobre mi hombro, estaba pensativo, supongo que buscando otras alternativas o posibles culpables.

- Agnes, pasa - Miré a la madre de Izan. Su sonrisa era de oreja a oreja, con los ojos un poco rojos, supongo que había llorado de felicidad.

- ¿ Agnes ? - Preguntó Izan mirando a su madre con sorpresa, antes de mirarme con una sonrisa.

Estaba de pie, con un gotero que le acompañaba a todas partes, vestido con un chándal gris y descalzo. Las magulladuras de su rostro y brazos no pasaban desapercibidos, pero se le notaba bien, lo que me alegró. Los padres de Izan salieron, dejándonos "a solas", aunque Calix seguía conmigo.

- Entonces sí que estaba cumpliendo su cuarentena... - Pensó en alto Calix.

Miré a Izan con culpabilidad, por dudar de él. Se acercó arrastrando el gotero hasta quedar frente a mí. Lo miré con confusión, cuando noté que se acercaba demasiado con intención de besarme. Noté la mano de Calix cubrir mi boca y echarme hacia atrás.

-¿ Qué demonios ? ¿ Cuándo has entrado ? - Izan frunció el ceño.

- Eh, Izan... - Me miró - Creo que te has confundido - Dije con incomodidad.

- Pero... - Susurró confundido antes de poner los ojos en blanco - Perdón, no me acuerdo de nada y mis padres me dijeron algo que no es - Se disculpó.

- Está bien, no te preocupes - Sonreí para hacerle ver que no estaba molesta.

Vi como Calix salía de la habitación, me despedí de Izan antes de salir tras él. Lo vi a mitad del pasillo, apoyado en la pared algo inclinado. Al acercarme, lo vi apretando con fuerza su camiseta negra, sus ojos estaban cerrados y su mandíbula apretada. ¿ Le dolía el pecho ?. Me incliné un poco apoyando una mano en su espalda, notando su corazón acelerado.

- ¿ Qué sucede, Calix ? - Pregunté con confusión, pero al no obtener respuesta me incorporé buscando a un médico con la mirada - Iré a buscar a alguien - Tomó mi brazo antes de que me alejará y me miró con una mueca de dolor.

- Estoy bien, me suele pasar - Dijo entrecortado.

Caminó hasta el ascensor, donde apoyó una de sus manos en la puerta metálica, mientras que la otra no se movió de su pecho. Me mordí el labio con nerviosismo, pensando qué hacer para ayudarlo. Entró en el ascensor apoyándose en una de las paredes con los ojos cerrados, tardamos unos segundos en llegar a la planta de abajo y al ver que no podía andar por si sólo, tomé uno de sus brazos y me lo pasé por los hombros, ayudándolo para que se apoyará en mí. Salimos al exterior con algunas miradas curiosas, pero por suerte pudimos evitar preguntas o que se nos acercaran.