Miedo

16.5K 2.3K 321
                                    

* Imagen de Murray Tucker *

- ¿ Seguirás con tus clases de arquitectura ? - Preguntó Fliss sentándose en las escaleras, junto a mí.

Asentí levemente mientras acariciaba a Brock, quien parecía mirar algo a lo lejos. Miré en su dirección, pero sólo veía a los chicos preparando sus panfletos y a las chicas reírse con algo que contaba una de ellas. Lo acaricié intentando que se tranquilizará, ya que cuando estaba conmigo siempre se ponía a la defensiva con intención de protegerme de cualquier persona que se acercará a mí.

- ¿ Te vas ya ? - Preguntó incorporándose a la vez que yo. Asentí, pero le hice un gesto con la cabeza para que viniera con nosotros, haciendo que sonriera - Hoy fui a ver a mis padres a la cárcel... - Me confesó - Al parecer se han desintoxicado, aunque no parece que vuelvan hablarse, lo que me parece perfecto... pero a la vez me entristece no poder estar con ellos - Agachó la mirada - Aunque no parecen apenados por mi pérdida...

Supongo que ver cómo tus padres siguen con sus vidas sin tí, es duro. Mis padres murieron hace bastantes años, no los puedo ver, ya que cruzaron al más allá sin problemas, en cambio Fliss se aferraba a estar todavía aquí por una razón que desconocía, aunque tampoco quiero preguntarle; se entristecería recordándolo, o haciéndole pensar que quiero que se vaya, cuando no es así.

Brock hizo un movimiento brusco, dando un salto al lado mío. Paré en seco, viendo que había parado un balón de rugby con sus patas. Se acercó a la pelota y la mordió con tanto odio que explotó. Enseguida mostró los dientes hacía un chico que corría hacia nosotras, pero al ver a Brock posicionándose frente a mí con intención de atacar, frenó en seco. Tragó saliva con dificultad sin apartar su mirada azul de Brock. Chasqué los dedos y le hice una señal con el dedo índice para que se posicionará a mi lado. Acto seguido se sentó a mi vera, completamente firme.

- Lo siento - Se disculpó el chico. Miró lo que quedaba de el balón e hizo una mueca de disgusto - Menudos reflejos tiene tu perro - Dijo sorprendido.

- Oye, es muy guapo - Dijo Fliss en un susurro, aunque si gritaba tampoco la escucharía o vería.

- Soy Bradley Palik - Sonrió tendiéndome la mano; la acepté - El que sustituirá al actual capitán de rugby - Me explicó - Siento lo del balón, mi compañero lo lanzó con demasiada fuerza - Sus ojos me miraban con asombro, y sabía el porqué - Tienes unos ojos... Increíbles - Ahí está.

- Creo que está intentando ligar contigo, Agnes - Se rió Fliss posicionándose frente a él. Intentó tocar su pelo rubio pero lo atravesó haciendo que bufara y volviera junto a mí - Odio estar muerta - Se cruzó de brazos.

- ¿ Cómo... te llamas peliblanca ? - Bromeó.

- ¿ Peliblanca ? ¿ No sabe piropear o qué ? - Dijo Fliss molesta, haciéndome aguantar la risa.

Cuando iba a responder a su pregunta, cerré la boca viendo a otro fantasma cerca de nosotros. Posé mi dedo índice sobre mis labios y negué con la cabeza, antes de posar mi mano en mi garganta. Soy muy mala dando indicaciones, aunque no hable casi nunca, me limito a asentir o a negar con la cabeza. Me miró extrañado; puse los ojos en blanco.

La alarma de mi móvil comenzó a sonar, avisándome de que ya era hora de irme. Me despedí del chico con la mano, dejándolo con la palabra en la boca y me dirigí a la salida con paso rápido. Me pasé por una cafetería cercana, pedí un café sólo para llevar y compré un periódico en el kiosco de siempre.

- No puedo ir ¿ verdad ? - Preguntó Fliss. Negué con la cabeza - Sabes que me puedo aparecer a tu lado en cualquier momento ¿ no ? - Sonrió. La miré con el ceño fruncido - No lo haré, solo decía - Levantó las manos - Porque aprecio nuestra amistad. Tú tienes tus cosas. Yo tengo mis cosas - Asentí de acuerdo - Te veo en tu casa - Me guiñó un ojo antes de desaparecer.

Sin Palabras ||En Físico||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora