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Esta noche no la paso muy bien. A pesar de haberme dormido rápido, me he despertado muchas veces, inquieta y preocupada. Se que mis preocupaciones no se deben solo a que Peter esté preocupado, si no que en un par de días debo volver a la UNC; debo volver a alejarme de Kitty y papá, de Trina y la calidez de mi habitación; además debo dejar de nuevo a Peter.

Tengo sueños revueltos, y sentimientos encontrados, pero como es año nuevo decido que no me voy a dejar llevar por eso. Voy a ser quien quiero ser, a hacer lo que me gusta y a triunfar sin importar que, tal vez Peter algún día ya no me quiera, talvez Kitty se vaya a la Universidad y dejemos de hablar, talvez Margot se quede en inglaterra, talvez papá y Trina decidan mudarse...

Yo basaré mi vida en lo que a mi me queda bien y me hace feliz.

Es con este pensamiento que a las cuatro y media de la mañana vuelvo a conciliar el sueño y esta vez lo hago de forma continua.

...

Al despertar, tomo a Stormy y la pongo junto a mí en mi cama, además agarro el diario que me regaló Josh y escribo en él una lista de metas para año nuevo:

-Ser yo misma
-Aprender francés
-Preparar galletas especiales de chispas de chocolate.
-Entrar a un gym
-Leer un libro coreano completo
-Ir con Kara a una de las fogatas nocturnas populares en la UNC
-Ser feliz

Son algunas de las cosas que me vienen a la mente y por las que voy a luchar. Cosas de mí y para mí, cosas que me harán sentir como en casa.

Tomo el celular y busco en mi playlist: Trampoline, en cuanto la encuentro pongo play y me dejo caer de espaldas en la cama...

Dos días, solo dos días más en casa...

-Lara Jean, estos serán dos grandes días-. Me digo a mi misma en voz alta. Y decido que no sufriré por volver a la UNC, que no sufriré por Peter, que no sufriré por nada más... hoy es el día que tengo y lo aprovecharé al máximo. Mañana será otro día, porque todo puede pasar.

...

Tocan el timbre de casa y papá abre la puerta.

-Lara Jean, te buscan-. Me dice, yo estoy en pijama y despeinada. Demasiado adormilada para precisos.

Me levanto de la mesa de la cocina y camino hasta la puerta, en cuanto veo quien me espera ahí me quedo congelada.

-¡AHHHHHHHH!-. Grito de emoción y salgo a abrazar a Chris, incluso empujo a papá, pero no importa porque estoy demasiado eufórica y se nota a leguas que he extrañado demasiado a mi mejor amiga.

-¿CÓMO ESTÁS?!-. Me pregunta también gritando y muy entusiasmada.

-Te extrañaba mucho-. Le digo todavía abrazandola.

-Yo también, Lara Jean-. Comenta Chris, hace una pausa y añade.- Tengo que presentarte a alguien-. Lo dijo con un hilo de voz, pero bien pudo haber sido solo mi imaginación.

Nos separamos y descubro que detrás de ella hay un chico de tez ligeramente morena, cabello y ojos oscuros.

-Lara Jean, él es Pedro-. Dice, haciéndose a un lado. Pedro se acerca a mí y me tiende una mano, yo la tomo y le saludo con una sonrisa.

-Me da gusto conocerte al fin-. Dice Pedro sonriente y con un claro acento mexicano, su inglés suena un poco extraño, pero es entendible.-He escuchado tanto sobre tí... Chris siempre me cuenta cosas nuevas-. Siento bonito que Chris le hable sobre mí a su novio mexicano, con quien lleva un par de meses.

-A mi también me da gusto conocerte-. Le digo y los invito a pasar.

Los acompaño a la sala y les pido que me esperen solo cinco minutos en lo que me arreglo, y subo volando a la habitación.

Tardo poco menos de media hora, pero esta vez estoy presentable. Bajo las escaleras y me siento en el sofá junto a Chris.

-¿Y porqué decidieron venir?-. Pregunto, porque sé que habrá una historia alocada detrás. De seguro no lo tenian planeado y resultó así sin más.

-Pues... El dueño del restaurante nos dijo que cerraría unos días para pasar navidad en Venecia-. Empieza a contar Chris.- Nos dijo que dónde pasariamos las fiestas, y le dijimos que no sabíamos. Entonces nos envio a casa-.

"Le dijimos que sí, y el preguntó si teniamos suficiente dinero para viajar a casa... así que nos dio un bono navideño y algunos días de vacaciones; de hecho estaremos aqui hasta pasado mañana" concluye Chris, y Pedro asiente.

-Que genial es ese señor-. Añado.

-Y es inmenso-. Dice Pedro y los tres soltamos risotadas.

Después de eso, seguimos platicando, yo de la UNC y Chris de sus viajes por el mundo. Resulta también que Pedro es fotógrafo, es un par de años mayor que Chris, y estudió fotografía en la UNAM. Ambos se ven bien y contentos juntos, tal vez Chris maduró en estos meses de vagancia y está comenazando a sentar cabeza.

Sea lo que sea, Chris es diferente, pero a la vez sigue siendo la misma. Es mi mejor amiga y la adoro.

En la tarde, los tres vamos de compras al supermercado y Chris compra los ingredientes para prearar una pizza lo más italaiana posible. Nunca la imaginé cocinando nada, así que me sorprende la forma en que lo hace, además se mueve con gran maestría y velocidad...

-Provecho-. Nos dice cuando la lleva a la mesa, todos estamos sentados y tomamos un pedazo... sin duda luce increible.

Tiene un sabor excelente y un tanto diferente a las pizzas instantaneas o que ordenamos a la pizzería. Los ingredientes son mas gruesos y con un sabor mas fuerte.

Disfruto cada mordida de pizza, al igual que toda mi familia. Comemos y disfrutamos mucho.

-Me alegra que vinieran-. Le digo a Chris y a Pedro, que sonríen y me abrazan.

Estos momentos son los que me acompañarán y darán fuerzas durante mi estancia en la UNC.

Gracias por leer mi historia, si les gusta comenten y voten :) saludos

Soy Lara Jean en casaWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu