Roles invertidos

- Impotencia -

~ Capítulo #12 ~

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— Impotencia —

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Después de que QingHeng cayera en la inconsciencia, a como pudo, QiRen tomó el cuerpo inconsciente de su hermano y lo dejo a cargo de un grupo de miembros mayores de su clan, quienes hicieron lo posible por atender las heridas del alpha líder, así como de retirar cuidadosamente la flecha envenenada. 

Una vez dejo al mayor en manos confiables, QiRen se acercó al frente de la pelea, lanzando  su espada al frente para llamar la atención de todos, deteniendo las luchas que aún se llevaban a cabo. Con la atención de todos en él, se dirigió a los soldados Wen.  

— Llamen a su líder, estamos dispuestos a negociar — expresó con seriedad, sorprendiendo a los miembros de su secta presentes, pues claramente el líder de secta había declarado no cumplir con las demandas de los Wen. Los soldados Wen por su parte, susurraron entre sí, pero cualquier murmullo murió al escuchar una risilla altanera.

— ¡No hace falta! — exclamó una voz de fondo. Al oírlo, los miembros del clan Wen rápidamente se arrodillaron ante el joven alpha. 

Una vez el joven llegó al frente, los ojos de QiRen y Wen Xu se cruzaron. 

— Heh, me estaba divirtiendo tanto con el espectáculo. Pero parecer que los juegos se terminaron. ¿Acaso ya me darán mi premio? — señaló con fanfarrona sonrisa. QiRen le miró impasible.

— Busquen a Wei WuXian — ordenó sin siquiera mirar a los discípulos.

— Pe-pero maestro, el líder de secta dijo… 

— Cuando mi hermano está indispuesto, yo asumo el mando. Ahora, ve y transmite mi mensaje. Traigan a Wei WuXian aquí, ¡ahora! — ordenó con amenazadora mirada, e incluso haciendo uso de sus feromonas para imponerse a los demás. Una vez se marchó aquel sujeto, QiRen volvió su vista al joven heredero de los Wen. 

— Cumpliremos con tu solicitud, pero a cambio cumple con tu parte. Has un alto al fuego — declaró con firmeza, mirando desafiante al joven alpha de los Wen.

— Lo haré cuando tenga al omega en mis manos.

…

~ En otra zona de Gusu.

Un grupo de discípulos de Gusu se veían acorralados por el enemigo, siendo rodeados por un grupo de soldados Wen que les doblaban en cantidad. 

— Heh, ahora no se ven tan imponentes, cierto — soltó con burla uno de los soldados del sol, mientras que los jóvenes discípulos de blanco los miraban con enojo.

Los Wen se veían confiados, mientras que los Lan los miraban con cierta impotencia. Pero pronto, los roles de invitaron. El sonido de una melodiosa flauta fue suficiente para avivar los ánimos de los discípulos Lan, quienes conocían perfectamente quien tocaba aquella melodía tan serena, pero a la vez peligrosa. 

— ¿Qué es eso? — cuestiono confundido el dirigente Wen, intrigado no sólo por el sonido de la flauta sino también por la reacción de los jóvenes de blanco. 

Y entonces lo vio, un joven de ropas blancas que cuya túnica holgada se movía al compás de la brisa, misma que movía con suavidad su largo cabello, haciendo resaltar aquella cinta blanca entre su cabello oscuro.