Roles invertidos

- La caída del líder -

 ~ Capítulo #11 ~

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— Caída del líder —

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Después de haberse separado de su hermano y el omega, WangJi se apresuró a llegar a la pelea. Confiaba que XiChen  y Wei Ying dejarían el recinto pronto, y en caso de un ataque, su hermano protegería al joven omega. Con eso en mente, Lan WangJi luchaba con confianza, atacando a los invasores y defendiendo a su gente. 

Utilizaba Guqin para atacar con las notas en un acorde, expulsando energía espiritual lo suficientemente fuerte para hacer retroceder a sus enemigos. Al ver la intervención del segundo maestro Lan, los jóvenes discípulos no pudieron evitar sentirse aliviados. 

— ¡Segundo maestro! — exclamaron extasiados los jóvenes discípulos al ver como el alpha lograba derribar a varios adversarios a la vez. 

— Segundo maestro, que bueno que llegó. Los soldados Wen nos tenían acorralados. 

— Cierto, ¡Son demasiados! 

—  Creí que no saldríamos vivos de esta, ¡Pero ya que está aquí podemos hacerles frente!

Mientras los jóvenes hablaban, Lan WangJi no les prestaba atención, en cambio pasó de largo, ignorando los comentarios ajenos y centrándose en las llamas que consumen su hogar. Lo había visto a la distancia, y no lo quería creer. Pero verlo ahora, frente a frente. Ser testigo de cómo aquellos pasillos por los que diariamente transitaba para llegar a sus clases matutinas, ahora eran consumidos por el fuego. 

Apretó sus puños con enojo, e ira contenida. Su amado hogar era vilmente destruido frente a sus ojos. 

— Joven maestro, ¡Cuidado! — advirtió uno de los discípulos al ver como una flecha era lanzada directamente hacia el joven alpha. 

WangJi rápidamente se dio la vuelta y con su espada logró desviar la flecha poco antes de que impactara en él. Al ver a su alrededor, observó como a unos pasos de distancia un grupo de soldados Wen se encontraban en filas apuntando con sus arcos al cielo, dando hincapié de su próximo ataque. 

Al ver esto, Lan WangJi frunció el ceño. Los tenían acorralados. 

— ¡Retrocedan! — ordenó a los discípulos, quienes rápidamente corrieron en busca de un refugio.

— ¡Fuego! 

El sonido de decenas de flechas disparadas casi al unísono resonó por el lugar, así como los alaridos de dolor de aquellos que no lograron resguardarse a tiempo. 

…

Tras la despedida del joven alpha, XiChen y Wei Ying habían emprendido su retirada. Ambos habían montado a manzanita, y tal como dijo el omega, mientras el burro tuviera una manzana al frente parecía olvidarse del peso. Fue algo bueno, pues les facilitó su retirada del lugar. Sin embargo, no podían salir tan rápido como querían, pues podrían llamar la atención y serían descubiertos. 

Por otro lado, Lan XiChen casi podía sentir la nube sombría que rodaba a su pequeño hermano. La cabeza del menor permanecía abajo, mientras que sus manos que se aferraban a la túnica del contrario temblaban ligeramente. El mayor ya había sido testigo, de cómo los ojos del menor delataba su preocupación desde que WangJi se había marchado.