Dejado a un lado... jamás pensó que le pasaría algo así.
Víctor ha sido abandonando con su pequeño hijo de poco más de un año, su pareja ha huido con su destinado... ¿Como pudo dejar a Ilya de esa forma? Ahora más que nunca, Víctor, no puede detene...
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- Yuuri no ha llegado- Le apuntilla Chris apoyado en la barrera y una sonrisa exasperante.
- Ya lo sé- Responde irritado y el rubio se ríe ¿Podía ser más molesto? Yuuri no iría, Víctor tenia que realizar un montón de tramites al día siguiente e incluso ese mismo día tras entrenar, así que le pidió ayuda a Julia en vista de que Ilya aún no podía quedarse una noche en casa de Nat, logrando que su hermana se quedará con su pequeño cachorro y no entorpecer el otro trabajo que tenia el joven omega; aún así se sentía apenado... apenado porque no sacaba nada con mirar hacia el otro lado de la pista.
¿En que momento se había acostumbrado? Quería aquellos ojos marrones pendientes de él, siguiéndole con disimulo para que cuando clavara un salto perfecto, notar el brillo en ellos. No era mero capricho, sabía que a Yuuri le emocionaba ver clavar un lutz, ejecutar un triple axel... más de una vez ha pensado en enseñarle algunos saltos sencillos a Yuuri para que esa emoción la sienta como propia... en aquellos pensamientos también se monta un escenario alterno, uno donde su preciado Yuuri Katsuki también patinara ¿Lo habría conocido en el hielo? Le hubiese encantado verlo, aunque con lo inseguro que era el nipón de seguro habría tenido problemas para enfrentar tener un mal rendimiento o el publico avasallador... pero le habría gustado estar ahí, aún si era pésimo conteniendo a otros cuando lloran ¿Besarlo ayudaría? Besar a Yuuri antes de que saliera a patinar, podría convertirlo en una cabala, pero Yuuri era joven en comparación a él, tal vez seguiría patinando una vez Víctor tuviese que olvidarse de los podios... entonces podría velar porque él los consiguiese... entrenar a Yuuri... no ¿A quien engaña? Lo habría buscado muchísimo antes, habría hecho brillar a Yuuri incluso tras sus peores momentos, porqué eso hacía el menor... lo atraía irremediablemente. No importaba el escenario, habría acabado buscando a Yuuri donde fuera, incluso si tenia que volar a japón por él... Yuuri era su luz, lo habría sido también en ese entonces, pero era imaginar demasiado...
- Oh, ya llego- La voz de Christopher sonó sorprendida, así que solo por eso Víctor descartó el que le pudiese estar haciendo una mala broma. Lo buscó en el mismo lugar de siempre... es que aquel sector de la barrera tenia prácticamente un cartel que iluminaba la presencia del nipón allí... ver su sonrisa al destapar su boca de la larga bufanda gris y pronunciar su nombre hizo prácticamente a Víctor correr hacia allá.
Definitivamente era un perro enorme corriendo hacia él, los ojos de Víctor centellaban, sinceramente era revitalizante ver al alfa tan animado únicamente por verle.
- IUU~ RII - Se sonrojo solo de oírlo con aquella entonación tan dulce ¡Víctor era simplemente un gran niño mimado! Prácticamente se colgó de la barrera para alcanzarle, y a él no le quedo más remedio que atraparlo entre sus brazos- ¡Haz venido! ¿Por que viniste? Amo que vengas, Yuuri- Víctor escondió su rostro en el cuello del omega, recibiendo aquel aroma que lo volvía loco... no estaba seguro de como paso a ser tan fanático del aroma de los cerezos y lluvia, incluso le había pedido a Yuuri que se llevará uno de los peluches de Ilya para que este quedara con su aroma y así luego el juguete ayudara a calmar a su cachorro, más la verdad era que se había quedado con el poodle de felpa para dormir junto a él.
