Dejado a un lado... jamás pensó que le pasaría algo así.
Víctor ha sido abandonando con su pequeño hijo de poco más de un año, su pareja ha huido con su destinado... ¿Como pudo dejar a Ilya de esa forma? Ahora más que nunca, Víctor, no puede detene...
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No supo bien en qué momento se fue a la cama o como es que se había cambiado la ropa, pero allí estaba, con una manta encima y un vaso de agua esperándole en el velador.
Se duchó sin escuchar de la presencia del menor o de su cachorro, así que asumió que el azabache se había ido de plano a la casa de su amiga para buscar a Ilya, cuando paso por el altar improvisado que habían preparado con Yuuri sonrío para sentarse una vez más frente a Hiroko, Toshiya y Mari. Encendió un incienso antes de dejar la casa y partir a la de los Nishigori.
Takeshi le recibió en la amplia residencia, ninguno de los omegas estaban, ni los niños. Para sorpresa de Viktor no fue incomodo quedarse con el otro alfa, aunque le costaba entenderle del todo, Takeshi era amable y bastante alegre... aunque algo tosco. Supo que las trillizas Axel, Loop y Lutz estaban entrenando para ser patinadoras, que las tres eran betas, lo que realmente les daba cierto respiro a ambos padres, más él creía que Ren era omega, podía sentir su aroma algunas veces... cuando estaba con Yuko, la esencia de su esposa se volvía más dulce al estar con su bebé, Ren olía a naranjas, dejando atrás la manzanilla y azar de Yuko, Takeshi se había sorprendido bastante al poder diferenciarlo finalmente.
Solo entonces Víctor fue consciente que nunca estuvo pendiente de aquellos detalles con Natalie... Nat siempre fue lavanda y flor de algodón, suave y fresco... hasta que en un momento no lo fue más, cuando su esposa le dijo que estaba tomando supresores porque había surgido una situación tensa en la oficina, le creyó. Aquella tensión no era nada más que Igor Volkov.
Cuando Yuuri llego junto a su amiga de infancia no esperaba encontrarse a Víctor conversando con Takeshi, pero debía admitir que la postal fue bastante agradable... ambos hablando en yukata, sentados en el pasillo que da al patio y disfrutando de un poco de té verde... se imagino que con un poco -quizás bastante tiempo- se encontraría a Víctor hablando en japones, definitivamente le gustaría aquel acento.
Preparar takoyakis era barato y sencillo, así que tras el almuerzo prepararon varios y se encaminaron al cementerio.
- ¿Veremos a los abuelos Katsuki?- Pregunto Axel.
- Así es nena- Yuuri sintió que todo su ser se remecía... aunque Mari había logrado darles a Takeshiro, Yuuri nunca se empeño en buscar pareja estable como para esforzarse por traer un niño. Lo más importante había sido su música... encerrarse en una clínica más de nueve meses a la espera de un cachorro y con vigilancia constante sonaba lo más parecido a una prisión en ese entonces... ahora se arrepentía ¿Habrían estado felices viendo a Ilya?
- ¿Cariño, estas bien?- Víctor se paro frente a él, con preocupación en sus ojos mientras que con una mano acariciaba su mejilla y con la otra sujetaba el coche de Ilya.
- Si... solo pensaba- Dijo en un suspiro.
- Ellos están felices- La amplia sonrisa del alfa lleno a Yuuri, contagiandole aquella expresión- Lo supe ayer, Toshiya me dio su bendición- La expresión confundida del menor entretuvo a Víctor- Me sincere con ellos y me han dejado estar contigo...
