Dejado a un lado... jamás pensó que le pasaría algo así.
Víctor ha sido abandonando con su pequeño hijo de poco más de un año, su pareja ha huido con su destinado... ¿Como pudo dejar a Ilya de esa forma? Ahora más que nunca, Víctor, no puede detene...
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- Víctor...¡Víctor!- El platinado se removió entre las sabanas, no estaba precisamente cansado, simplemente tenia frió... mucho frío ¿Era así cuando estaba en Rusia, o siquiera, en Suiza?- ¡Víctor!
- Oh, vamos... cinco minutos más- Alegó enrollándose en las sabanas.
- Dijiste eso hace quince minutos, llegaremos tarde para ver a Izumi- Víctor abrió los ojos pensándolo ¿Hoy actuaba Izumi? Estaba seguro de que no, el jueves.
- Izumi actúa mañana- Dijo sentándose en la cama- Ella me dijo que cantaría mañana.
- Porque te quiere cantar una canción, pero Micchan actúa hoy- Víctor hizo un leve gesto de querer volver a costarse cuando un cojín llego directo a votarlo de la cama- ¡Vuelve a dormirte y me iré sin ti, Víctor! ¡Le diré a papá Igor y a tío Yura que eres malo! Micchan se pondrá a llorar y le diré que es tu culpa- Se apoyo del colchón para ver sorprendido aquellos ojos celestes que le desafiaban- Papá estará muy decepcionado si llegas tarde...- Recrimino el menor.
- Al menos ¿Podrías llamarme papá, Ilya? No es tan difícil...en serio soy tu papá- Dijo con un puchero, viendo con gracia el sonrojo de su hijo.
- Claro que lo eres...- Respondió por lo bajo- Solo alístate, tienes veinte minutos antes de que mamá llegue con Igor a recogernos- Víctor sonrió, su hijo definitivamente era un Plisetsky, le doliera o no su orgullo, el mechón gris de su cabello Ilya lo trenzaba y sus ojos tenían aquella insolencia viva que Yuri siempre llevaba con él... pero Izumi si era como él... su preciosa Izumi...
Tener un cachorro fue una larga discusión con Yuuri, con el paso de los meses, Víctor la dejo a un lado, no tenia sentido discutir por ello, ya eran una familia con Ilya, aunque si le causaba algo de envidia saber que Nat e Igor esperaban la llegada de un nuevo niño para mediados de año... no quería empatar, no se trataba de eso.
Si tenían un cachorro ¿Tendría algún rasgo de él? Los genes japoneses siempre tienen mayor prevalencia en las parejas interraciales, al menos quería ver sus ojos junto al lacio cabello negro de Yuuri, definitivamente sería un niño hermoso, o una niña ¡Una niña seria genial! Víctor estuvo con esa idea por meses, pero entonces paso un año.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Celebraran el cumpleaños numero seis de Ilya, con el hermoso Francis en brazos de Igor, un bebé regordete, de cabello rubio y ojos como los de su padre; y muchos (en serio muchos) niños del preescolar al que asistía. Ilya no dejo que nadie soplara las velas junto a él además de Yuuri, así que cuando apago aquellos bastoncitos de cera, el pequeño de ojos azules insistió en saber que había pedido su papá.
- ¡Yo quiero saber!- Gritaba Ilya.
- Pero si te digo, entonces no se va a cumplir- El cachorro hizo un puchero que hizo reír a los mayores, mientras que algunos de los niños estaban ya preguntando si servirian o no el pastel.
