Because Bad Boys are Broken Boys - muke

t w e n t y f o u r

—¿Por qué no, Michael?

—Luke, sabes que no me gustan esas cosas.

—Pero...

—Si quieres puedes ir tú, ya te lo dije—estiró uno de sus brazos con la intención de pasarlo por sobre mis hombros, pero me hice a un lado.

—Yo sí entre a jugar cuando me lo pediste—le hice recodar cuando jugamos Paintball y rodó los ojos—. Incluso tarde ¡Horas! tratando de quitar la pintura que estaba entremedio de mi cabello—me coloque de pie—. Eres injusto—caminé hasta la cocina donde se encontraban Any y Jaxon.

—Luke, es diferente...—me siguió.

—¿En qué es diferente?

—¿Están enojados?—Preguntó Any mirándonos con ojos curiosos.

—No, Any—la miré también volteando hacia Jaxon— estoy triste—me senté junto a ellos mirando rápidamente a Michael. Su rostro reflejaba un claro 'No lo lograrás' pero soy Luke Hemmings, claro que lo lograría.

—¿Por qué estas triste?—preguntaron ambos pequeños preocupados.

—Porque habrá un baile. Tengo mi traje listo, los zapatos y hasta mi peinado... pero Michael no quiere ir—hice un pequeño puchero—. Dice que vaya solo, pero yo solo quiero ir con él.

—Eres un dramático—se rio Michael mientras me colocaba de pie para dar un beso en una mejilla de cada niño.

—No sabes cuanto esperé este baile, pero sin ti no iría—me puse de puntillas dejando un beso rápido sobre sus labios. Michael rio ante los 'ew' de los pequeños. Corrí hasta las escaleras subiendo a la habitación de huéspedes que era mía, temporalmente.

Me lancé sobre la cama, triste. En solo dos días seria el increíble baile temático de primavera, incluso mucho antes de que Kevin terminara conmigo, yo ya tenia mi traje listo. Imaginarme a Michael en un smoking impecable junto a sus cabellos completamente bajo control, me hacia desanimarme aún más.

—Luke—Michael me sacó de mis pensamientos tocando la puerta.

—¡No hay nadie!—respondí, pero de igual manera escuche la puerta abrirse dejándome ver a el chico recargado sobre el marco de madera. Me regaló una sonrisa, pero solo de di la espalda demostrando que no quería verlo.

—No te enojes—sentí su mano recorrer mi espalda.

—No lo estoy—me volteé a verlo.

—¿Seguro?—se recostó a mi lado.

—Seguro.

—Perfecto—besó mi mejilla colocándose de pie—. Una pregunta—me señalo y solo levanté la mirada hacia él—¿Dónde puedo conseguir un smoking para dentro de dos días?—mi rostro se iluminó, pero cambio rápidamente a seriedad absoluta.

—No te burles de mi.

—No—rio—. Es que, tengo a un caprichoso en casa y tengo que llevarlo a un baile muy importante para él—una vez más, sonreí enormemente.

—Gracias, Mike—grité poniéndome de pie para correr a sus brazos.

—Solo dos condiciones.