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Nathalie volvió con los encargos de Gabriel, entro en el despacho, dejo las bolsas con telas y luego comenzó a buscar a su jefe, debía comunicarle que ya no fabricaban una de las telas que pidió, y que otra de ellas no la consiguio en el color solicitado, el lugar no tenía rastro del aclamado diseñador, eso extraño a la dama, el, generalmente se encontraba recluido ahí, antes de revisar si estaba en la guarida decidió ir a recorrer las demás habitaciones, empezó por el estudio conjunto el cual le pertenecía a la rubia, el lugar vacío, luego fue a la cocina y finalmente a la sala, ahí encontró al hombre sentando en un sillón con un vaso de whisky en la mano izquierda.

─¿Gabriel te parecen horas para beber?─ bufo en tono dulce acercándose a el, este elevó la mirada y la clavó en ella, lucía algo desencajada

─Lo necesito─ replicó algo ido

─¿Pasa algo?─ pregunto crédula

─Si Nathalie, creí que conocía a la mujer que tenía a mi lado, pero la verdad. . .no te reconozco─ espetó algo borracho y molesto

─No se de qué hablas, pero creo que ese whisky te está haciendo mal─ replicó cruzándose de brazos

─No te hagas la desentendida─ se levanta ─Ya se tu secreto Nathalie─ la contraria palidece

─¿Que~Que dices?─ cuestionó con su voz temblorosa

─¡No puedo creer que hayas sido capaz de abandonar a esa niña!─ exclamó con ira

─Gabriel─ se queda callada, pensaba mentir de nuevo, inventar una excusa, pero ya era tarde, y hacerlo empeoraría todo ─Es fácil hablar cuando eres un millonario sin preocupaciones

─¿Perdón?─ se quejó ─¿Ahora la culpa es mía por ser rico y exitoso?─  da unos pasos encaminándose a ella ─No me culpes por tus problemas

─No te culpo─ se cruza de brazos y mira al suelo ─Pero las cosas no son como crees que fueron

─¿No?─ deja el vaso sobre la mesa ─Pasaste los últimos años enviando mantención, ¿pero no podías hacerte cargo de tu responsabilidad como madre?─ se para firme demostrando que no estaba borracho, ni siquiera había tomado, solo quería probar hasta donde es capaz de llegar ella viéndolo en tal estado de debilidad ─Abandonaste a tu propia sangre, ¿como puedes dormir con semejante peso sobre tus hombros?

─¡¡Mira quien habla, el que pasó los últimos tres años ignorando a su propio hijo bajo la excusa de protegerlo!!─ grito ─No sos nadie para juzgarme Gabriel, lo que hice lo hice por su bien

─Mentirosa─ replicó

─Mo mentí en nada, descubrí hace poco que mi hija y la niña que conoció Adrien eran la misma persona, y no estaba en mis planes confesar nada, ¿crees que quería que pase esto?─ lo mira fijo, sus ojos se cristalizan

─No te hagas la víctima, aquí la única perjudicada fue ella─ da unos pasos más

─No hables sin saber─ bufo

─¿Y qué es lo que se supone que no se?─ se para frente a ella

─Mi vida Gabriel, ¡no sabes nada de mí!, sufri muchísimo en el pasado, soy una persona corriente, ¿sabes lo difícil que es estar embarazada de un mes y medio y enterarte que tú novio falleció?, no, no lo sabes, y es aún peor ser madre soltera y conseguir trabajó, deje a mi hija sola durante horas para ir a entrevistas que nunca sirvieron para nada, y la única oportunidad que se me presento tenía una condición, no tener ninguna responsabilidad, hice lo mejor, la dejé donde podrían cuidarla, tome el trabajo y me encargue de que no le falte nada─ el hombre retrocede ─Hice mi mayor esfuerzo para estar presente, pero trabajaba como una perra día y noche, lo mejor fue olvidarla, solo así podría darle una buena vida─ llora

─Podrias haberte sincerado y las cosas serían diferentes─ suspira ─¿Sino lo descubrimos, hasta donde ibas a llegar?

─Hasta el final, jamás debían saber, nunca debieron saber─ seca sus lágrimas

─No puedo creerlo─ le da la espalda ─Realmente te desconozco─ hace una leve pausa ─Vete por favor

─¿Que?─ replicó sintiendo como su corazón dejaba de latir y su sangre se helaba

─Vete Nathalie, será lo mejor, ahora no puedo verte, me repugna saber todo esto, realmente yo tuve errores, pero jamás le falte a mi hijo.

─Gabriel por favor─ vuelve a llorar ─No me hagas esto

─Vete─ toma aire ─Sera lo mejor por ahora

─No digas eso─ lo toca pero él se adelanta para no hacer contacto con ella

─No lo hagas más difícil.

─Veo que no me amabas como decias, solo fui un reemplazo para ti─ hace una pausa ─Soy una idiota─ sale del lugar a toda prisa

La mujer sube las escaleras derramando gotas de lágrimas a su paso, entra en su habitación, toma una maleta, coloca toda su ropa, la cierra y sale, en el pasillo se queda parada frente a la puerta que da al cuarto del rubio, piensa en golpear y hablar con el, pero luego se percata de que estaría igual o peor que su padre y por eso continua su marcha, termina de bajar las escaleras y sale sin mirar atrás.

Por su parte el diseñador sale de la sala y va en busca en la dama, se percata de que fue algo brusco, sus últimas palabras lo golpearon fuerte, el la amaba de verdad y en el fondo no quería estar mal con ella, lamentablemennte había sido tarde, ya se había ido y no había rastros de ella, su habitación estaba vacía, como si jamás la hubieran habitado.

─¿Donde está Nathalie, quiero hablar con ella?─ pregunto Adrien parado detrás de su padre, este se gira y lo mira

─Le pedí que se fuera─ contestó intranquilo

─Papa. . .también estoy enojado, pero pensándolo bien es Nathalie, no puedo enojarme con ella, quería hablar y convercerla de que vea a Naomi─ explicó tranquilo

─Lo se, soy un idiota, no debí confrontarla así, estaba enojado, no la reconocía─ desvía su mirada para evitar llorar

─Debo ir tras ella, no puede estar lejos─ musitó el modelo y salió corriendo

Al salir a la calle miro en todas direcciones, no había señales de su secretaria por ningún lugar, trato de concertar su vista para ver si veía una pista pero nada, se esfumó como si nunca hubiera existido, minutos más tarde Gabriel se unió a su hijo completamente arrepentido.

─La trate tan mal─ dijo sintiendo mucho remordimiento

─Ya habrá tiempo para arreglarlo, ahora hay que encontrarla.

Ambos vuelven al interior de la casa para pensar con más claridad en donde buscar a la ejecutiva, aunque Paris fuera inmensa no había muchos lugares en donde ella pueda esconderse, estaba sola y asustada y eso haría que se refugie en el primer lugar que encuentre.

Por su parte la azabache se bajaba del taxi que milagrosamente paso en el momento indicado por la puerta de la mansión, jamás se creyó volver a ese lugar, el departamento lucía exactamente igual como hace dieciséis años, aquel lugar al cual prometió no volver nunca por los recuerdos que allí están enterrados, hoy se volvía su refugió, con rapidez entro y se recluyó ahí, por suerte el casero se encargó de mantener el lugar y contaba con todas las comodidades, la de lentes dejo su maleta al lado de la puerta de entrada y luego corrió hasta la habitación para tirarse en la cama y continuar llorando; tras varios minutos así, se recompuso y comenzó a pensar, en la mesa de luz descubrió una libreta que había dejado abandonada el día que partió para la mansión, allí estaba anotado el número de su mejor amiga, una idea corrió por su mente al instante, era el momento perfecto para volver a Boulogne, su ciudad natal, y el hogar de sus memorias más vivas con Alex.

─Ya no tengo nada más que hacer aquí.

Tomo una ducha rápida, se cambió su traje ejecutivo y salió del lugar, iría rápidamente a la terminal de autobuses para tomar el primer servicio a Boulogne y dejar sus penas atrás.

Miraculous: Quiero estar contigo. Where stories live. Discover now