Capítulo 22 (Tonterías)

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—Es algo que tenía guardado desde hace años —El de verdad no me iba a dejar tomar el amuleto.

En este momento odiaba ser baja.

— ¿Por qué estás temblando —Dijo acercándose a mi, pero solo me aleje y lleve mis manos a la cabeza.

¿De verdad había sigo embrujada?

¿Esto era una maldición?

¿El y yo solo habíamos digo atados por esa cosa?

No pude evitar llorar. Me sentía miserable al pensar que todo eso fuera por ese estúpido amuleto.

—¿Que sucede? —Trato de abrazarme pero solo lo aleje más— ¿Que tiene de malo está cosa? ¡Hace un momento me dijiste que no querías que me fuera de tu lado y ahora solo me alejas!

Su expresión... La expresión dé Rubén me hacía sentir la mala

—Esa cosa —Rompí más en llanto— Yo de verdad estoy maldita, yo te traje a esto, jamás morirías de no ser por esa cosa —Rubén observo bien el amuleto y luego me miró con una sonrisa.

—¿Maldiciones? —Dijo refiriéndose a eso y yo asentí— Esto solo me ha traído buena suerte, cuando lo tuve me trajo felicidad.

—Tu no entiendes, mi abuela me dijo que estaba maldita, que por mas que escapara siempre iba a estar destinada a algo, Rubén yo soy tu perdición...

—No eres mi perdición —Su sonrisa no significaba nada para mí ahora.

—Tienes que dármelo e irte de mi...

—¿Que estás diciendo? Acabas de decirme que me quedé a tu lado, no voy a irme por qué te amo, estoy dispuesto a darlo todo por ti —Su tono era más fuerte.

—Es por eso, tal vez todo lo del día que se repite fue mi culpa...

—No fue tu culpa

—Si lo fue Rubén... Yo... Yo pedí por esto un día antes —Rubén me miró confundido— Las niñas de mi clase me molestan, ellas me golpearon y me tiraron mi teléfono solo por ser antisocial y por verte —No podía mirar sus ojos, no podía ni dirigirle la mirada— Esa noche yo deseé que los días contigo se repitieran, deseé que el único día que valía la pena fuera el día que te conocí... Jamás creí que eso iba a pasar, no encuentro una explicación para esto.

—¿P-or que no me lo dijiste desde antes? ¿Por qué no me dijiste todo esto?

—Yo solo creí que estaba en un sueño, cuando te vi morir me dolió la idea de pensar que ya no te iba a volver a ver y pedí con todas mis fuerzas que mi deseo fuera realidad, jamás pensé que iba a funcionar y estaba asustada cuando lo hizo, no podía encontrar una razón lógica, pero ahora se que estamos unidos por el amuleto.

—Yo...

—Solo te gusto por el amuleto, solo estás conmigo por mi deseo, no hay nada que podamos hacer, realmente tenemos que quitar está maldición, tenemos que detener esto Rubén.

No dejare que mueras - RgdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora