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—¿Iremos a dónde? —Dijo con los ojos bien abiertos para después reírse.

—Aun nos da tiempo si partimos a esta hora —Fui corriendo al cuarto, saque una maleta y empecé a meter prendas y pares de zapatos.

—¿Tantas muertes te han dañado el cerebro? —Pregunto ella desde la puerta de la habitación, yo la mire corriente y ella sin entender.

—Yo recordé algo de mi infancia, creo que eso puede estar relacionado con lo que nos está pasando —La tome de los hombros y la mire fijamente— Ella dijo algo de detener el tiempo, pero no recuerdo más, tal vez este hechizado.

—¿Hechizado?

—Confia en mi, se de lo que te estoy hablando, se que podemos descubrir respuestas y hacer que todo vuelva a la normalidad.

—Normalidad... —Ella se quedó mirando el suelo y callada.

—Porfavor tenemos que obtener respuestas —De nuevo me miró así. La solté y respire profundo.

—Ire yo solo entonces, no es algo que tenemos que hacer juntos, pero me gustaría que vinieras, además conocerás a mi mamá, a mi hermana, al padrino, a mis tías y a mi familia.

—Ese es el problema —Lo solto— Seré una puta extraña ahí Rubén —Tapo su cara— Nisiquiera me han visto en su vida.

—Entonces le pediré prestada la cabaña de la tía, entonces estaremos bien —Dije con una sonrisa grande.

Ella asintió y sonreí alegre.

—Pero no tengo ropa... —Dijo algo apenada.

—Mi prima dejo prendas de ropa en el mueble, así que puedes ponertelas —Esas prendas eran de Irina, pero si se lo decía _______ se iba a sentir mal e incluso podría dejarme ahí mismo.

Arreglamos todo y de inmediato partimos hacia Noruega.

Ella se sentía nerviosa de viajar, pero de verdad estaba tan emocionado de poder descubrir que pasó en ese entonces. El por qué no recordé nada durante esta etapa de mi vida. ¿Dónde está ese amuleto ahora? ¿Que fue lo que sucedió con el?

Sentí como ________ dejaba caer su cabeza en mi hombro, ella estaba tan dormida y decidí no despertarla.

Fueron largas horas de viaje, pero al fin llegamos.

—Cuidado que puedes caer—Ella se sorprendió mucho del frío y estaba feliz pateando la nieve.

—Tendre cuidado, el que debería cuidarse de no morir eres tú —Llegamos a la cabaña de la tía. ________ no entendía mucho de lo que decían más personas y las calles no estaban llenas de gente, con trabajos veías a dos o tres personas, así que no era de sorprenderse.

—Mañana iré a la casa de mamá, debo de preguntarle sobre ese amuleto y saber quién era esa señora.

—Rubén... —De nuevo quería decirme algo, pero sus palabras no la dejaron— Estoy cansada, quiero dormir.

No dejare que mueras - RgdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora