Complemento

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And you want to live forever in the lights you make
When we were young we used to say
That you only hear the music when your heart begins to break
Now we are the kids from yesterday

The Kids From Yesterday, My Chemical Romance

La perspectiva de graduarse lo emociona. Aún faltan semanas pero ellos ya están en la recta final de sus últimas prácticas con Endeavor. Ya tienen tiempo de pensar en lo que harán al graduarse. Shouto dice que no quiere trabajar con su padre. Una cosa son las prácticas, explica, pero otra totalmente es tenerlo como jefe en un trabajo normal. Sus días escolares se están acabando a una rapidez con la que apenas pueden lidiar. Y le emociona. Pero le da vértigo.

Por eso atesora esos momentos.

En los que Izuku descansa en su pecho y puede sentir cómo inhala y exhala mientras duerme y Shouto juega con su cabello, intentando aplacarlo (fracasa, el único héroe que lo ha conseguido ha sido Best Jeanist).

—¿Crees que despierte en algún momento? —pregunta.

—No. Tendrás que quedarte ahí para siempre, con él encima. —Shouto le dirige una sonrisa tenue—. Le gusta usarte de almohada.

Katsuki estira una mano, la entierra entre el cabello rizado y desordenado de Izuku. La pasa por su cabeza. No despierta. Está profundamente dormido. Katsuki lo deja estar. No va a moverlo hasta que él mismo tenga sueño. Diría que es extraño, pero ha vivido el último año. Ya casi nada puede resultar extraño entre los tres.

Al menos, se dice, es curioso.

Compite tal como antes, sí, pero sus dos rivales a los que ha pasado tanto tiempo deseando superar estar en la misma cama que él. Piel con piel. Los dedos de Shouto jugando con su cabello, intentando aplastarlo. Su sonrisa. Tenúe, muy tímida. Menos rara que la suya, pero aun así, calculada, como si fuera un valioso regalo para aquel a quien estaba dirigida. Izuku sobre él. Tanto tiempo intentando apartarlo, para que acabe dormido con la cabeza en su pecho. Siente su respiración. Inhala, exhala. Parece en completa paz.

—Moriré aquí. Míralo. —Aparta la mano de sus rizos y lo señala—. No tiene piedad.

Shouto suelta una risita. El «¿Qué es tan gracioso?» se le queda a Katsuki enterrado en la garganta. Nunca lo pregunta.

En vez de eso, pasa el dorso de su mano por la mejilla de Izuku. Con una delicadeza de la que antes no hubiera sido capaz.

—Al menos morirás en sus brazos —murmura Shouto.

Katsuki gruñe.

Al final, todo resulta menos competencia y más complementarse. Lo hacen entre los tres. Izuku analiza las singularidades de todo el mundo, les comparte todo lo que sabe. Shouto los ayuda a estudiar inglés, Katsuki se contiene para no gritarles mientras les ayuda con los trabajos de cálculo. Izuku tiene buenas ideas para entrenar, Katsuki los hace entrenar hasta que quedan los tres tirados en el suelo, sin ganas de moverse nunca más. Shouto acepta todas sus ideas estúpidas.

Se entienden.

Quizá eso es lo que importa, piensa Katsuki.

Izuku empieza a desperezarse después de un rato, no va a condenarlo a quedarse ahí toda la eternidad. Abre los ojos y alza la vista. Medio se quita de encima de Katsuki.

—¡Lo siento! ¿Fue mucho rato? —pregunta.

—No —miente Katsuki—. No te preocupes.

(En realidad, ya se lo cobrará otro día).

Ahora es más paciente, descubre. Tiene que ver con lidiar con los dos idiotas todos los días. Al menos eso le han enseñado los dos. Sigue gritando, pero a veces piensa antes de abrir la mucha. No muy seguido. Le da vértigo pensar que ya no les queda mucha vida como estudiantes. Le emociona convertirse en un pro. Le da miedo pensar que las cosas cambiarán entre ellos.

—Eres muy cómodo, Kacchan —murmura Izuku. Se está acomodando como si se fuera a quedar dormido de nuevo.

—¡No te atrevas, Deku! —espeta—. Mi brazo está por dormirse y...

—¡Kacchan!

—¡Duérmete sobre Shouto, si quieres!

—¡¿Y yo por qué voy a ser almohada si el cómodo eres tú?!

Katsuki bufa.

Izuku no se le quita de encima, pero tampoco se duerme. Acaba hablando de la última estrategia que pensó que podrían usar los tres para aprovechar el poder de todos. Shouto lo escucha ensimismado. Katsuki desvía la mirada, pero pone atención, aunque finge estar distraído.

Vuelve a mirarlos cuando oye algo que dice Shouto.

—Mi padre nos quiere en su oficina mañana. Temprano. —Katsuki gruñe porque odia levantarse demasiado temprano—. Creo que porque es el último día de las prácticas y eso. —Se encoge de hombros—. Algo quiere.

Izuku asiente. Katsuki no cambia de expresión. En ese momento no le interesa pensar en qué demonios quiere Endeavor. Le da vértigo saber que ya nada será lo mismo cuando se gradúen, pero a la vez necesita que ese día llegue ya.

De momento, comprende, lo único que importa ese momento, que están los tres allí. El futuro puede esperar.

Quiere disfrutar el presente.

—¿Les he dicho que los quiero, idiotas?

Oh My God They Were Interns [Todobakudeku]Where stories live. Discover now