No había una sola cama (técnicamente)

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All that I've known, buildings of stone
Fall to the ground without a sound
This is my word heart breaker, gatekeeper
I'm feeling far away, I'm feeling right there

Smoke and Mirrors, Imagine Dragons

No se acuerda en qué momento se quedaron dormidos. Tampoco se acuerda en qué momento Todoroki acabó durmiendo ahí, en el medio de dos, si tiene su propia recamara y su propia cama en su propia casa. Lo que más le irrita es tener la pierna de Todoroki encima.

Qué necesidad.

Sin embargo, no lo patea de inmediato, que es lo que su cerebro le dice que debería hacer. El contacto no le molesta tanto como creía antes.

Hasta que lo ve empezar a desperezarse todavía medio dormido, y quita su pierna de encima con un gesto que termina de despertarlo.

—¿Qué...?

—¡Nunca te fuiste! —espeta Katsuki.

—¿Qué? —Todoroki se talla los ojos—. ¿Por qué...?

—¡Tienes una recamara, es tu propia casa, nunca te fuiste! —remarca Katsuki, por si no había entendido a la primera.

—Ugh.

Sólo eso. Ni un «lo siento». Cuando obviamente aquella cama no es lo suficientemente espaciosa para los tres y Katsuki ha acabado con una pierna encima de su cuerpo. Frunce el ceño.

Está menos enojado que de costumbre, pero estaba enojado. No tiene otra forma de ser.

Avienta las cobijas hacia un lado y medio se pone en pie. Todoroki sigue desperezándose. (Y luego se atreve a decirle a Katsuki que debería estar más despierto o de menos mal humor por la mañana). Busca su uniforme entre la ropa que habían dejado antes de acostarse. Adivina rápido cuál es el suyo: el que no tenía corbata encima y en el cual los pantalones están hechos una tragedia que seguramente sólo se arreglará con una plancha.

Se saca la camiseta con la que durmió por encima de la cabeza.

—Sigo aquí, Bakugo.

—¿Y ese es mi problema por...?

—Hay un baño en el pasillo.

Katsuki se encoge de hombros. No era como si Todoroki no lo hubiera visto cambiarse una y otra vez: compartían vestidores en UA.

—Tú no debías dormir aquí y... —Voltea a ver, mientras se pone la camisa del uniforme—. ¡¿Qué miras?!

—¡Te estás cambiando frente a mí!

—¡Lo que no significa que esté dando un espectáculo! —espeta. Termina de ponerse la camisa antes de intentar desarrugar los pantalones, aunque sea un poco—. Despierta a Deku. Se supone que tenemos que estar en clases en una hora.

Y no va a saltarse una sola clase sólo porque Endeavor haya tenido una emergencia la noche anterior.

—Podemos dejarlo dormir un poco más... —Todoroki suelta un bostezo. Katsuki no ignora antes de seguirse cambiando. Otra de las ventajas de que su sudor fuera nitroglicerina era que jamás tenía que preocuparse por oler más—. Iré al baño. —Se pone en pie y agarra el uniforme que es suyo: el que no tiene la corbata echa un desastre que nadie más que Deku entiende.

—¡Haz lo que quieras, no tienes que avisarme! —espeta Bakugo.

Todoroki se encoge de hombros y sale del cuarto.

Deku, por supuesto, sigue durmiendo. Katsuki bufa mientras se pone el saco y se acerca a la cama. ¿Por qué tiene que despertarlo él?

Antes de que tenga oportunidad de gritarle a Deku algo, alguien llama a la puerta muy levemente. Katsuki dirige la mirada hacia allá para ver a Fuyumi Todoroki asomándose.

—¿Ya están despiertos? Mi padre los dejará en la escuela —le dice. Katsuki bufa—. Estoy preparando el desayuno.

—Gracias —se obliga a decir. Porque podrá ser agresivo, pero no un idiota ni un animal sin educación.

(Como otros que conoce que se duermen encima de ti).

Fuyumi Todoroki vuelve a cerrar la puerta y Katsuki vuelve a fijar su vista en Deku. Qué curioso. Un año y un poco antes, la sola idea de compartir cuarto con él lo hubiera repugnado. Y ahora estaban allí, compartiendo prácticas, secretos y entrenamientos.

Por un momento se permite pensar que quizá Todoroki tiene razón y que son amigos.

Luego bufa y le da un zape a Deku.

—¡Ey, nerd, despierta! ¡A menos de que te quieras ir sin desayunar!

Deku se da la vuelta, medio desperezándose.

—¿Kacchan...? —Su voz es de dormido. Y luego Katsuki es el que se queja de que es demasiado temprano para vivir.

—¡Despierta!

En su experiencia, le toma unos dos minutos ser el Izuku Midoriya de toda la vida: demasiado entusiasta. Si alguien le pregunta a Katsuki cómo sabe eso, no piensa responder nunca.

—Voy.

Shouto vuelve a entrar. Tiene el cabello un poco más ordenado y el uniforme puesto.

—Fuyumi dice podemos ir a desayunar.

—¡Ya vino aquí!

Quizá son sus amigos.

Ahora, para que lo admita, hace falta un milagro.

Oh My God They Were Interns [Todobakudeku]Where stories live. Discover now