Katsuki tiene a dos idiotas por novios

6.3K 940 118
                                    

I'm crankin' up on the throttle
Victory is mine
Show you the harder the battle
The harder I fight
I've come too far to quit

Legends Are Made, Sam Tinnesz

—Sé que están peleando.

Tampoco es que se necesite ser un sabio para darse cuenta que Izuku parece triste y que Shouto está más terco de lo normal. Es bastante obvio. El problema es que Katsuki no sabe manejarlo porque eso nunca pasa. El que abre la boca demás siempre es él. El que se pelea con uno siempre es él. El que acaba acudiendo al otro —siempre para que le digan que la cagó hasta el fondo— siempre es él. No está acostumbrado a estar en medio de ambos.

—¿Tienes que sacar ese tema aquí? —pregunta Shouto, frunciendo el ceño, volteando para atrás. Están patrullando. Izuku se quedó un poco atrás ayudando a un niño que se había caído a levantarse—. Katsuki.

—Puedo sentir la tensión en el aire. En serio, podría hacerla explotar. —Supone que así se siente cuando él es el que se pelea con alguno y uno de los dos tiene que ponerse entre los dos—. ¿Se puede saber por...?

Shouto suspira. Parece que está a punto de decir algo. Abre la boca, pero la cierra cuando oyen a Izuku detrás de ellos.

—¡Lo siento!

—Después —es lo que acaba diciendo Shouto. Y se voltea y empieza a caminar. Katsuki refrena las ganas de agarrarlo por los hombros y zarandearlo hasta que le diga; así no va a lograr nada. Shouto es muy terco: pasó años de su vida usando sólo la mitad de su potencial sólo para contradecir a su padre.

Katsuki sigue caminando.

Están solos. Endeavor confía en ellos para que patrullen solos esas últimas veces. En parte, Katsuki sabe que no quiere tenerlos muy cerca. Se disculpó con Shouto después de su última pelea, pero las cosas siguen tensas. Así que los deja a su aire porque, de todos modos, ya saben lo que tienen que hacer. Están a nada de graduarse. Dentro de poco serán pros, más vale que se vayan acostumbrando.

Katsuki, por otro lado, sabe que son buenos en lo que hacen. Se han acostumbrado a trabajar juntos a fuerza de todas las prácticas en la agencia de Endeavor, saben apoyarse. Siguen peleándose por el liderazgo, pero las más de las veces Katsuki es el que tiene la voz más alta.

Izuku sigue quedándose un par de pasos atrás. Sólo no va fijándose en las musarañas del piso porque tiene que fijarse en el entorno y advertir si hay alguna amenaza. Katsuki frena un poco su paso para quedar a su altura.

—¿Todo bien? —pregunta.

—Eh..., sí, claro. —Se ve más distraído que de costumbre. Intenta disimularlo y quizá está sobre compensando, pero Katsuki se da cuenta. También nota que Izuku está tratando, muy fuerte, de no distraerse o perderse en sus pensamientos, porque no se perdonaría jamás el cometer un error porque su vida privada lo está distrayendo no lo deja en paz—. ¿Por qué...?

—¡Carajo, Katsuki, sólo déjalo! —La voz de Shouto los interrumpe desde adelante.

Tiene tantas ganas de explotar, tantas ganas de gritar en ese momento. Pero sabe que no va a solucionar nada y se aguanta. Entiende que se peleen: él lo hace. Discute. Grita. Luego se da cuenta de sus pendejadas y va a pedir perdón. (Y casi siempre es él el que lo hace, porque le da miedo herirlos). Intenta mantener las discusiones fuera de su trabajo como héroes (porque lo más importante sigue siendo ganar). Pero que Shouto e Izuku hayan discutido por algo es terreno nuevo.

Él gruñe. Izuku desvía la mirada. Shouto sigue caminando.

Muy bien, mediar entre los dos se le da muy mal. (No que esperara otra cosa, pero carajo).

Abre la boca, pensando en qué decir. Ninguna frase llega a formarse en su mente porque en vez de eso oye gritos, gente corriendo.

—¡CUIDADO! —grita.

Sale corriendo hasta de donde la gente está huyendo. Shouto e Izuku hacen lo mismo. Por un momento sus vidas quedan en pausa.

—¡Allá, están escapando! —grita uno de los civiles.

Son ladrones. Ladrones inútiles, además. Pero uno corre demasiado rápido y el otro da saltos bastante largos. Hay demasiados civiles. Katsuki corre hasta que hay un lugar donde pueda usar sus manos sin herir a nadie y se propulsa hacia adelante. Izuku es más rápido que él en ese sentido y lo adelanta rápidamente. Shouto se queda un poco atrás, inclinándose en el suelo, haciendo brotar hielo de su mano derecha, intentando frenar la marcha de ambos. Lo logra con el que corre.

—¡Katsuki! —grita, señalándolo.

El otro sigue huyendo.

—¡Izuku, ahora es buen momento para usar esa singularidad tuya! —le grita, esperando que sepa a qué se refiera, señalándole al idiota de los saltos. Se dirige hasta el otro, que está intentando liberarse del hielo y lo detiene justo antes de que pueda salir corriendo e nuevo—. Si te mueves, te exploto el trasero, amenaza.

Izuku se las arregla para atrapar al otro él sólo y vuelve con él, noqueado y en brazos.

(No lo piensa seguido, pero es obvio que Izuku es el más fuerte entre los tres).

—¿Quién llama a la policía? —pregunta Katsuki.

Shouto lo hace y después deshacer el hielo sobre el pavimento. Hay mucho silencio hasta que llegan los oficiales y se llevan a los dos ladrones. Les dan las gracias a los héroes, les preguntan por sus nombres, por lo ocurrido y después les dicen que pueden irse. Los tres asienten y vuelven a su patrulla normal.

Nada parece haber cambiado, pero al menos, piensa Katsuki, Izuku parece un poco más tranquilo, aunque sigue sumido en sus pensamientos. En algún momento se queda atrás porque un niño le jala una de las granadas y él se contiene para no gritarle que no agarre lo que no debe: en vez de eso le explica que es algo peligroso con el rostro ceñudo.

Cuando regresa, Shouto e Izuku están disculpándose mutuamente.

—Lo siento.

—¡De verdad lo siento!

Rueda los ojos.

—¿Les he dicho que son unos idiotas? —comenta él, pasándoles los brazos por los hombros. Los dos se quejan, porque las granadas estorban.

—Todos los días, Kacchan.

—Cada segundo que puedes, Katsuki.

—¿Sobre qué peleaban? —pregunta—. Si puede saberse.

—Tonterías —asegura Shouto.

—Nada de importancia.

Katsuki rueda los ojos. Ni siquiera sabe para qué se molesta.

Oh My God They Were Interns [Todobakudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora