Capítulo 33. POV Elliot.

50 5 1
                                    

-Quédate a dormir.-le digo por tercera vez a Eleanor mientras estaciona el coche delante de mi casa. Aparta la mirada de la carretera y me sonríe con dulzura, lo que hace que algo dentro de mí se remueva. 

-Ya te he dicho que no puedo, Elliot.-responde.-Tengo entrenamiento a las diez.

-Pues vete a las diez.-insisto moviéndome hacia el lado y apoyando mi cabeza en su hombro. Los ojos se me cierran lentamente y yo hago un gran esfuerzo por mantenerlos abiertos.

-¿Y la ropa?-pregunta ella dándome un beso en la cabeza.

-Puedes ir desnuda.-contesto, a lo que Eleanor suelta una carcajada.

-Por la tarde paso a verte, ¿te parece?

Estoy a punto de decirle que sí cuando recuerdo que mañana por la tarde estoy ocupado.

-No puedo.-respondo levantando mi cabeza de su hombro y girando el cuerpo sobre el asiento para poder observarla.-He quedado con Leila para ir a correr.

-Entonces podem...-comienza a decir, pero el sonido de mi teléfono la corta. Extrañado porque alguien me llame a estas horas, saco el aparato del bolsillo y observo sorprendido la pantalla, donde se ve el nombre de Alice.

-¿Sí?-pregunto a modo de respuesta. Frunzo el ceño al empezar a escuchar un sollozo al otro lado del teléfono.-¿Alice? ¿Estás llorando?

-Elliot...-me llama. Eleanor me pone una mano en el hombro y moviendo los labios me pregunta qué ocurre. Yo me encojo de hombros.

-¿Qué, Alice? ¿Qué pasa?

-Leila...-dice sin más. Yo me tenso al escuchar el nombre de mi mejor amiga de esa forma.

-¿Qué, Alice? ¿Qué ocurre con Leila?-pregunto con un hilo de voz. Entonces escucho lo que parecen ser sirenas de policía al otro lado y siento como si de repente estoy completamente sobrio y el sueño hubiera desaparecido.-Alice, ¿le ha pasado algo a Leila?

Los ojos de Eleanor se abren con asombro y veo la preocupación en su rostro. Comienzo a impacientarme y elevo el tono de voz.

-¡Alice!-exclamo perdiendo los nervios. Sus sollozos y el eco de las voces al fondo hacen que cada vez esté nervioso y me cueste incluso respirar.

-Leila...-comienza a decir de nuevo. Yo aguanto la respiración.-Ha desaparecido, Elliot. Se la han llevado. Estaba con nosotros y de repente...

Alice me explica lo que ha pasado pero yo dejo de escucharla. Todo el cuerpo me tiembla y el teléfono se me cae al suelo, haciendo que Eleanor se alarme.

-¿Elliot?-me mira con preocupación.-¿Qué pasa con Leila? ¿Está bien?

-Ve a casa de Alice.-es lo único que logro decir. Ella me mira sin entender.

-¿Por qué? ¿Qué pasa, Elliot?

-Por favor.-insisto.-Llévame a casa de Alice.

 Sin que tenga que decir una palabra más, Eleanor asiente, gira la llave y pone el coche en marcha. Tras dar la vuelta, comienza a conducir en dirección a casa de Alice.

Yo miro al frente en silencio mientras conduce, notando como las lágrimas se van acumulando en mis ojos, luchando por no salir. De reojo veo como Eleanor alterna la vista entre la carretera y yo.

-Se la han llevado.-la informo finalmente. Ella me mira sin entender.

-¿Cómo que se la han llevado? ¿A quién? 

-A Leila.-respondo.-Ha desaparecido de casa de Alice.

Eleanor abre la boca para decir algo, pero finalmente continúa conduciendo en silencio, y pasamos los casi diez minutos que dura el trayecto sin decir ni una palabra. Ahora mismo soy incapaz de pensar, de reaccionar. Hasta que entramos por la calle de Alice y veo coches de policía y ambulancias, con sus luces iluminando la avenida. Me bajo del vehículo dando un portazo y empiezo a correr.

-¡¿Dónde está Leila?!-pregunto dirigiéndome a Alice, que está sentada en la parte trasera de la ambulancia. Tiene el maquillaje corrido y la cara completamente roja por las lágrimas. Tapándose más con la manta que lleva sobre los hombros, me mira con pena.

-No lo sé, Elliot.-solloza. Josh aparece entonces a mi lado con cierta preocupación en su rostro.

-¡¿Qué coño ha pasado?!-le pregunto enfadado. Él retrocede un paso instintivamente ante mi tono.

-No lo sé, tío.-responde.-Ha subido a coger sus cosas porque Asier y ella iban a irse y de repente ya no estaba.

-¡¿Cómo que ya no estaba?!-exclamo perdiendo los nervios. Eleanor aparece entonces a mi lado y me pone una mano en la espalda, pero yo me aparto bruscamente.

-¡Relájate!-me grita Alice poniéndose en pie y acercándose a mí.-¡No sabemos qué ha pasado! ¡No hemos escuchado ni hemos visto nada! 

-¡¿Cómo puedes decir eso?!-pregunto cabreado.-¡Estabais con ella! ¿Cómo habéis podido dejar que pase esto?

-Elliot.-me llama Eleanor intentando mantenerse calmada.-No digas eso. No es su culpa.

-¡Sí lo es!-contesto.-¡Estaban con ella y han dejado que se la llevaran!

-¡Cállate!-exclama Alice empujándome mientras su rostro vuelve a llenarse de lágrimas. Josh la agarra contra su pecho y ella comienza a sollozar. Yo me paso las manos por el pelo, nervioso. Eleanor se acerca a mí con precaución, pero es entonces cuando le veo. Está hablando con un policía, con los brazos cruzados y el rostro serio. Me acerco a él enfadado y me encaro.

-¡¿Qué coño has hecho?!-pregunto. Él se gira para mirarme y noto como su cuerpo se tensa. A nuestro lado, el policía nos mira con cierta curiosidad.-¿Cómo has podido dejar que desapareciera?

-Elliot, yo no...-responde con preocupación. Pero yo no le dejo terminar.

-¿Por qué la dejaste sola?-insisto, esta vez más con pena que con rabia.-Se la han llevado...-concluyo agachando la cabeza y llevándome las manos a la cara. Noto una mano en la espalda y acto seguido alguien me abraza. No me hace falta levantar la cabeza para saber quién es.

-No está...-digo comenzando a llorar. Eleanor me abraza con fuerza y me acaricia el pelo.

-Van a encontrarla, Elliot.-me da un beso en la sien y suspira.-Van a encontrarla.

La distancia entre tú y yoजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें