Elliot y yo salimos a correr el viernes por la tarde, pero la lluvia hace que nuestra carrera acabe antes de lo previsto.
-¡Ay! ¿Os habéis mojado?-nos pregunta Rose, la madre de Elliot, al vernos entrar por la puerta.
-No te preocupes mamá, solo es agua.-responde él.
-¡Cómo que solo es agua! ¡Me vais a poner perdido el suelo!-exclama cambiando totalmente el objeto de su preocupación. No puedo evitar sonreír al ver cómo Elliot pone los ojos en blanco.
-Vamos a cambiarnos.-me dice mi mejor amigo. Yo asiento y le sigo escaleras arriba.
Nick estará fuera todo el fin de semana por cosas del trabajo, así que esta noche me quedo a dormir a casa de Elliot. Después de un largo debate, hemos decidido que vamos a hacer un maratón de Crepúsculo.
-Dúchate tú si quieres, yo mientras voy a tender esto-dice quitándose la camiseta. Yo asiento y cuando llegamos a su habitación comienzo a buscar mi pijama en la mochila.
Después de sacar todo lo que necesito para ducharme me dirijo al baño. Le doy al play a mi lista de música y me ducho acompañada del nuevo disco de Taylor Swift.
Media hora después salgo del baño. Cuando llego a la habitación de Elliot, este está tirado en su cama, sin camiseta y aún con el pelo mojado.
-¿Me das una bolsa para meter esto?-pregunto refiriéndome a la ropa que llevo en la mano. Nos hemos mojado tanto que hasta la ropa interior que llevaba está empapada.
-Dame, lo tiendo.-dice levantándose de la cama y quitándome la ropa de las manos. Le doy las gracias y me dirijo a mi mochila para guardar el cepillo del pelo.
Un rato después, Elliot se mete a la ducha y yo me tiro en su cama mientras miro el móvil. Cuando entro en Instagram, veo que Alice ha subido a su cuenta algunos vídeos en una fiesta. Me dijo que me fuera a una discoteca con ella y sus nuevas amigas, pero le dije que me quedaba a dormir a casa de Elliot y que no podía ir. Obviamente era una excusa porque no me apetecía ir, pero aún así prefiero pasar la noche viendo películas con mi mejor amigo a estar en una discoteca llena de gente borracha y tíos que no saben lo que es el respeto.
-¿Qué quieres cenar?-me pregunta Elliot cuando entra en la habitación. Se coloca delante de mí y se pone a secarse el pelo con una toalla, salpicándome. Yo me río y lo aparto suavemente con una patada.
-Me da igual.-respondo.
-Leila, deberías empezar a tomar decisiones y a dejar de decir <<me da igual>> siempre.
-Sé tomar decisiones.-contesto.-Solo que esta me da igual.
Pone los ojos en blanco.
-Bien, pues cenaremos pizza.
-Me parece una buena elección.-digo sonriendo.
Bajamos a la cocina y nos encontramos con la madre de Elliot poniéndole la correa a Calcetín, su perro. Al verme, este comienza a correr en mi dirección y a mover la cola. Yo sonrío y me agacho para acariciarlo.
-Vamos a dar un paseo.-nos informa Rose. Mi mejor amigo asiente y unos segundos después Calcetín y ella abandonan la cocina.
-¿De qué quieres la pizza?-me pregunta Elliot abriendo la puerta del frigorífico.-Y no me digas que te da igual.-añade señalándome con el dedo índice.
-¿Tienes de jamón y queso?-pregunto acercándome a él.
-Sí, en realidad solo tengo de jamón y queso, pero quería que aprendieras a tomar decisiones tú solita.
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La distancia entre tú y yo
Genç KurguLa vuelta a la rutina siempre es complicada, sobretodo si tienes que dejar el verano atrás para entrar en el último curso de instituto. Para Leila Anderson, este año es decisivo: comienza su lucha para sacar las mejores notas y poder acceder a la un...