Capítulo 22.

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-Solo te he hecho una pregunta, Leila.-dice la directora mirándome con las manos apoyadas en la mesa de su despacho.A mi lado, Asier escucha en silencio.-¿Qué hacíais hablando con esos tres hombres?

No respondo.

-¿Sabéis que pertenecen a una de las mafias más peligrosas del país?-pregunta alternando su mirada entre ambos. Mi respuesta vuelve a ser el silencio. -Mira, Leila.-dice sentándose y quedando a la misma altura que yo. Me mira con pena, como si pensara que me han obligado a quedarme callada.-Eres una de las mejores alumnas del centro y tienes un expediente impecable. ¿De verdad quieres echarlo a perder por algo como esto?-pregunta. Yo niego con la cabeza de forma casi imperceptible, y ella sonríe.-Bien, entonces ¿por qué no me dices qué hacías hablando con ellos?

-No sabía quienes eran.-me limito a responder. Ella asiente.

-¿Y qué hacían aquí?-pregunta cautelosa.-¿Estaban hablando con Asier?-añade inclinando la cabeza hacia él.

La sola mención de su nombre hace que algo se me revuelva en el estómago. Está en silencio a mi lado, con los puños cerrados, haciendo uso de toda la fuerza de voluntad que tiene para no meterse. 

La directora quería interrogarnos por separado, pero la ha convencido para que nos preguntara juntos. A cambio, le ha prometido estar en silencio mientras me preguntaba y no influir en mis respuestas. 

-No.-respondo para protegerle.-Estaban solos.

Noto como Asier se tensa a mi lado, y de reojo observo como se lleva las manos a la cara.

-¿Y por qué Troy os vio subir juntos después de que lo hicieran ellos?

-Porque subimos juntos.-digo, y ella resopla.

-Leila, me acabas de decir que Asier no estaba con ellos.

-Y no estaba con ellos.-insisto.

-Entonces, ¿por qué subisteis del cuarto del conserje juntos?

-Porque estábamos juntos allí.-digo.-Pero no estábamos hablando con esos hombres.

-¿Y qué hacíais entonces?-pregunta con una ceja levantada.

Giro la cabeza para mirar a Asier, que me observa con incertidumbre, como si no entendiese qué estoy haciendo. 

-No sé si debería decirlo...creo que también es ilegal.-digo intentando reprimir la sonrisa.-Al menos hasta que cumpla la mayoría de edad.- De reojo veo como Asier se tapa la cara intentando contener una carcajada. La directora pasa de la intriga a la sorpresa en una milésima de segundo.

-Voy a hacer como que no he escuchado eso.-responde, y tras coger aire, añade:-Entonces, ¿ninguno hablasteis con esos hombres?-Asier y yo negamos con la cabeza.-Bien, supongo que entonces podéis iros.-dice por fin.-Pero puede que tenga que volver a hablar con vosotros en un tiempo, así que no dejéis de venir a clase.-dice esto último mirando a Asier. Él asiente y salimos del despacho juntos.

Cuando salimos por la puerta, Troy está sentado en la sala de espera. Al vernos aparecer se levanta y nos mira expectante.

-Esta vez te has librado, Gallagher.-le dice Asier poniéndole el dedo índice en el pecho.-Pero la próxima vez, piensa antes de hablar o vas a tener muchos problemas.

Troy nos observa con indignación conforme salimos de allí. Yo no puedo dejar de sonreír.

-No me creo que acabes de hacer eso.-dice Asier alzando las cejas.-¿Has visto la cara que se le ha quedado?

-Sí, creo que la imagen de niña buena que tenía de mí se ha esfumado.-respondo.

-¿Niña buena?-pregunta haciéndose el sorprendido.-¿Tú? ¿Desde cuando?

La distancia entre tú y yoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن