Capítulo 19.

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Día 0.

El silencio de la enorme mansión le devolvió el eco sordo una vez hubo cerrado la puerta. Todo permanecía a oscuras, apenas iluminado por la tenue luz procedente de la piscina, la cual se colaba siempre en los pisos superiores gracias a los balcones. Tiró las llaves a un lado después de cruzar el pestillo con varias vueltas, solo por si acaso. Ante la situación que se le presentaba, no solo debía estar completamente concentrado, sino que cualquier interrupción supondría perder parte del poco tiempo que disponían.

Sonrió, por primera vez en todo el día, al ver el perfecto operativo portátil que su hermano había dejado preparado para él en medio del salón. Seis grandes monitores mostraban imágenes en vivo de las cámaras que llevaba su equipo sujetas al mono rojo. Río tenía que haber ayudado a que eso fuese posible. De hecho, sin él tampoco podrían haber inhibido la señal de comisaría para que ninguna de las dos partes pudiera comunicarse. A esas alturas, los secuestradores estarían un poco inquietos y a la espera de noticias, mientras que la policía se preguntaría por qué tardaban tanto. Un truquito simple, solo era cuestión de perspectiva.

Reconoció el interior de la furgoneta blindada a la que habían cambiado la matrícula, así como los rostros de todos, tensos y nerviosos, mientras sujetaban sus fusiles de asalto. Las máscaras elegidas para cubrir sus rostros reposaban sobre sus cabezas, esperando el momento justo para poder ser útiles. En ellas podía verse el rostro de Dalí, caracterizado por sus largos bigotes en sentido ascendente. Como buen amante del arte, Berlín había pedido como petición personal tener en cuenta esta en concreto. El resto no había protestado, pues seguían centrados en pensar en la cantidad de dinero con la que podrían hacerse por un trabajo no muy costoso.

Estiró el brazo hacia la silla que Andrés había colocado con modestia frente las cámaras, incrédulo. Al principio aquello había sido una grieta en el curso habitual de su vida monótona en el peor momento. Algo que en su cabeza nunca hubiese pensado que sería capaz de afrontar, o mucho menos dirigir. Sin embargo, su hermano le había mostrado una faceta suya que no conocía, y no podía negar que su orgullo se hinchaba más a medida que las cosas iban tal cual las había planeado.

A raíz de ahí, Andrés le había seducido varias veces con la idea de formar un equipo juntos. Sacarlo de su vida aburrida y cotidiana con la que casi ni llegaba a fin de mes. Le prometía dinero, experiencias únicas, lugares maravillosos, pero Sergio siempre respondía la misma negativa. Su hogar estaba allí, junto a Raquel. Nada que fuese distinto conseguiría hacerle feliz ni en un millón de años.

Se recolocó las gafas con el pulgar antes de hacerse con los cascos y colocarse el micrófono sobre los labios, a la altura perfecta para que se le escuchase con claridad. Encendió uno de los botones en los que ponía "BANDA" levantándolo sobre el resto de teclas, llenas también de papeles.

-¿Me escucháis?

Al instante, todas las cámaras se giraron entre sí, delatando los rostros sorprendidos los unos de los otros, incluidos los de Palermo y Helsinki, quienes iban en la parte delantera del furgón. Se mordió el labio con una sonrisa divertida, su hermano miraba fijamente una de las cámaras, queriendo entablar ese contacto visual que les faltaba.

Sin duda, estaba como pez en el agua. Toda su figura relajada contra la pared metálica parecía estar disfrutando. Se inclinó sobre sus rodillas con los codos, y carraspeó antes de hablar:

-Todo controlado por aquí.

-Perfecto.-hubo un intercambio de miradas dentro del furgón.-Sé que estos son los momentos más difíciles. Los que os hacen plantearos si realmente estáis haciendo bien subidos en un furgón y armados hasta los dientes en un plan que pensáis que es suicida. Bien, no puedo aseguraros que todo va a salir tal cuál lo hemos planeado, pero os aseguro que estaré aquí todo el tiempo guardándoos las espaldas. Tenéis lo necesario para entrar y salir sin provocar daños. Río.

𝐄𝐧𝐬𝐞́𝐧̃𝐚𝐦𝐞 𝐀 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫𝐭𝐞 | 𝐀𝐔 | 1.Where stories live. Discover now