Capítulo16

40 8 2
                                    


Observar es lo que más se me da, y es que desde lo que ocurrió con Lola, he dejado de hablar, o si lo hacía era para decir "Sí o no", Scarlet está preciosa con su bebé y su nueva pareja. Todos los días los veo pasar por la calle de enfrente al estudio en el que ahora tomo fotografías. Haber hecho aquello con Lola me bajó a la tierra a tal punto en el que mi corazón se encogió como una pasa, y decidido a borrar las huellas de aquello tan terrible que hice tomé un curso de fotografía profesional y hoy por hoy atiendo chicas de todas las tallas y etnias, voy a desfiles y trabajo con productoras. Mi familia ha decidido permanecer en el viejo juego de la mafia, y entiendo que mamá no haya querido salirse, pues, lo hace para cubrirme la nariz. Si a alguien quiere que detengan es a ella y no a mí. Aquello también me daba peso en el corazón y las emociones. Azeneth por su parte, sigue saliendo con hombres mayores, menores, de cualquier edad, ella es un caso omiso dentro de todo este asunto, y aun cuando sigue en la mafia se permite pasearse con algunos policías de la mano, aunque a veces por las noches la oigo maldecir. ¿Qué le ocurriría?

Mientras esperaba a la siguiente modelo me senté en el filo de la ventana del estudio a revisar las redes sociales, y me sorprendí al ver a Lola con Carlos, y es que pensé ya no sucedería después de tanto tiempo, pero, ¿Quién era yo para decirle qué hacer?, escuetamente me fui a la bandeja de entrada y teclee el chat con Lola, y tras leer nuestros últimos mensajes sentí como un nudo se formaba en mi garganta. Que niña más tonta sigue siendo a un ahora... ¿a quién quiere engañar?, sé bien que no lo quiere ni un poco e insiste en cagarse la vida.

Terminé mi trabajo cerca de las 18:30 pm y me fui a casa, donde Mohammed peleaba con mamá por lo indiscreta que habría sido con el mal uso del dinero, y obviándolos subí a ver a Azeneth, quería saber de una vez por todas que ocurría con ella.

—Engendro. ¿Puedo pasar? —Dije apoyado en la puerta.

—Pasa inmundo animal. —Dijo desde dentro.

Al pasar vi sus joyas regadas por el suelo y unos vestidos bastante bonitos que ahora estaban hechos traperos. Extrañado pasé a su lado y me senté a un lado de ella.

— ¿Ataque de ira?

— ¿Qué sabes tú del amor? —Preguntó viéndome con su mirada ida. Aquella pregunta me la pensé, pero ni yo sabía bien de qué se trataba.

— ¿Por qué me lo preguntas?

—Porque creo que siento amor por un hombre prohibido.

—Azeneth, te enamoras cada semana. —Argumenté alzando las cejas.

—No, esto es diferente. Por más que intento sacarle celos no me resulta, y cuando creo que voy a capturarlo, él ya está con alguien más, y por si fuera peor, mi orgullo me lleva a tener más hombres para enseñarle quién manda.

Aquello me dejo descolocado y tratando de no reventar en su cara por todo lo que se me ocurría decirle la seguí mirando para que continuase.

—Estoy enamorada de Dylan Colleman y no sé cómo afrontarlo.

— ¿¡De Dylan!? ¿¡Estás loca!? ¡Alá! ¿¡Qué más quieres de mí!?

—Sí, me he enamorado y ni yo misma me lo creo. Lo peor es que no ha pasado nada entre nosotros porque aunque lo creas o no, no he perdido mi virginidad, solo he hecho cosas... superficiales, orales. ¡Bueno tú sabes!

—Pero... Azeneth, tu mejor que nadie sabes que no podemos volver a tocar a esa familia... es como por poco descabellado. ¿Tienes idea de lo que pasaría con Mamá?

—A la coña... necesito hacer algo para que ese tipo se fije en mí, y nada de esto me ha funcionado.

— ¿De dónde sacas que un hombre que te ama tiene que fijarse en ti por las cosas que llevas puestas? —Esta vez lo dije enserio, y es que de Lola no me gustaba nada, excepto su forma de ser, pero eso ya está en el pasado.

—Lo pienso porque mamá siempre lucía bien en las fotos que he visto que tiene con papá. Y ahora la veo y cada día está más hundida, no se arregla, intenta pasar inadvertida, Mirán, tengo mucha pena por nuestra familia, nada es como debería ser...

Azeneth se acercó y me abrazó apenada, entre sus sollozos suspiré, sabía bien que todo estaba mal y ahora esto...

— ¡BUENO VETE A LA MIERDA ENTONCES!

Azeneth y yo escuchamos aquel grito, y alertados bajamos rápidamente, descubriendo que, mamá estaba hecha un remolino de emociones. Mohammed por su parte, enfadado demás, ha tomado sus cosas en una maleta que al parecer ya tenía lista y la ha dejado. Así de simple alguien se iba de tu vida... en una maleta. Mamá se cayó rendida en el sofá y frotando sus cienes nos informó:

—Fue lo mejor que pude hacer, ese tipo ya no soportaba que yo fuese mamá antes que pareja, y no había elección en todo esto, ustedes son mi primera obligación, ¡Y quien quiera estar conmigo que esté con mis hijos también! —Sentenció.

Azeneth corrió a abrazarla, y yo que por bastante tiempo había sido un palo seco para ella me arrodille y besé sus nudillos, entendía muy bien que mamá estaba cansada y que debíamos darle respiro. Esa noche me revolví en la cama, mis sueños me atormentaban, se seguían repitiendo los años, y Lola seguía asesinándome una y otra vez.

Armado de valor a la mañana siguiente, le propuse una cosa a Azeneth, y es que viajásemos a los Ángeles, y buscásemos a Dylan. Sólo a Dylan.

Azeneth saltó feliz, y como niña premiada se puso el velo, esta vez lo hacía sin que yo se lo pidiera, y tras ir a dejarle flores nuevas a papá, ella y yo hemos tomado un vuelo directo.

Hemos viajado por este lugar buscando en los posibles lugares en los que ella solía salir con él, pero no lamentablemente no lo hemos hallado.

Volviendo al hotel en el que nos estamos hospedando (Uno de mi cadena hotelera) la dejé en su cuarto y bajé al bar que estaba en frente de este para beber algo y relajarme, hoy por hoy mi fortuna estaba estable, mis hoteles estaban bien, y las joyerías están como deben estar gracias al dinero que le inyecto cada mes a raíz de las fotografías. Pero así como todo va bien, mi estrés se acrecentó.

—Un Whisky doble. —Pedí al barman.

Enseguida me lo ha dado lo bebí de un tiro y pedí otro. Lola Colleman, ¿Por qué no dejas de ser tonta? ¿Y por qué sigo pensando en tú estupidez? ¡Venga ya!

Salí del bar algo tomado, pero bien como para conducir el deportivo que poseía aquí en mi hotel de los ángeles. Dando vueltas por las calles me he puesto a poner música para subirme el ánimo, pero la radio confabulaba conmigo y me dio un ataque cuando escuché a Luciano Pereyra cantando "Tu dolor" como el masoquista que soy cuando tomo me he puesto a cantar mientras golpeo el volante con la palma para darle ritmo.

"Tu dolor, que sale de tu cuerpo y me acompaña

Me viene al recordar que hasta tu sombra me hace falta

No vuelvas a decir que estoy mejor

Si sufres hoy la culpa no la tengo yo"

Me detuve entonces en el semáforo, y abriendo el vidrio polarizado con un botón del mismo volante me fijé en la chica de tacones que estaba de puntillas besando con mimo a... ¡Pero si es Lola con el jodido de Carlos!

Mi sangre se la llevó el diablo, la remojó en el infierno y me la inyectó de nuevo. Ver aquello me hiso odiarlo por tres generaciones hacía atrás, pero dispuesto a mantener mi dignidad intacta aceleré con fuerza, haciendo patinar las rudas en el cemento de la calle.

Enfadado entré en la habitación del hotel y patee todo lo que tenía a la mano, y luego, por si fuera poco perforé el techo con una lámpara y tiré de los cables con toda la rabia del mundo, y como el alcohol es mi amigo en estos momentos, le di un trago a una botella de ron y teclee en mi teléfono un comentario en aquella bonita foto que subieron juntos, a la mierda la descencia.

Miran_Alauî_K 22:30 pm

"Avísale a mi esposa que ya se acabó el tiempo con la servidumbre, Es tan hermosa que hace actos de caridad como estos."

JavieraJames2604

"Como en mis sueños" © (#3 De la trilogía "En el tiempo equivocado)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang