𝐂𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐋𝐚𝐬 𝐑𝐞𝐠𝐥𝐚𝐬 © [✓]

🍒Capítulo 35

╭─────╯•╰─────╮
NARRA SEBASTIÁN
╰─────╮•╭─────╯

¿Quién hace una fiesta un miércoles por la noche?

No sé y no me importa, yo iré a esa fiesta porque van los gemelos y quizá vaya Emma. Ese es mi objetivo principal.

Al entrar en la casa, o más bien, mansión, la mirada de muchas chicas recae sobre mí. Solo las observo para fijarme si alguna es mi "amiga" la rubia. Como no la encuentro, voy hasta el living donde se encuentran mis amigos y los saludo. Hago posesión de un vaso de whisky y bebo unos tragos. El dueño de la casa sí que tiene dinero.

Luego de un rato de mirar a las chicas bailar y reírnos de estupideces porque el alcohol hace un gran efecto en todos, vemos llegar a Marcos junto a Katherine. Ambos están riendo de algún mal chiste creado por Marcos para colarse en el corazón de Kat. A millas de distancia se ve lo enamorado que está de ella, aunque lo niegue una y mil veces, todos saben la verdad. A Marcos le gusta Katherine, con ella y con su grupo de amigos es con las únicas personas que se suelta.

—Chicos —Katherine nos saluda. Y al cruzar miradas conmigo, queda con la boca abierta. Apuesto a que acaba de mojarse con solo verme. Sí, no es novedad que ella está obsesionada conmigo de una manera no muy sana. Desde meses atrás ya. Pero nunca consiguió más que un beso aquella vez que estaba borracho. Beso que arruinó todo con Emma.

Oh Emma...

—¿Y Johan? —le pregunto a Marcos.

—¿No es suficiente con mi presencia? —se señala engreído.

—Ya sabes que sí, no jodas con tus niñerías —termino mi trago y agarro otro de la mesa.

—Está con su patético novio —pone cara de asco. A veces Marcos es tan estúpido.

—Superalo, es gay, pero al menos tiene pareja —digo para molestarlo y se escucha un "uuh" por parte de nuestros amigos; esto no era lo que pretendía. Nuestra relación ahora no es la mejor, no sabría decir con exactitud el por qué, pero intento hacerle un poco de bullying amistoso para entrar en confianza nuevamente.

—Vete a la mierda —Marcos se da media vuelta y se pierde entre la multitud.

—¿Es joda? La niña se enojó —ruedo los ojos, sabiendo que lo tengo que seguir, pero antes bebo el whisky del vaso. Mi intención era hacerlo reír de su desastre amoroso, no quería que enojara.

—Ve tras tu novio —me dice un idiota.

—Chúpala —digo y le doy un golpe detrás de la cabeza. Empiezo a seguir a Marcos, pero se me hace complicado, hay mucha gente y el alcohol está en mis venas.

Encuentro a Marcos sentado en unas escaleras y me siento a su lado.

—Hermano, perdóname, no quería que te enojaras. Creí que te reirías.