Amor de alquiler [H.S]

14

¡Hay un capítulo antes de este!, Subí dos en un día...
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Heather.

Ignorada. Así me sentía.

Cerca de una semana había transcurrido y Harry seguía actuando como si nunca hubiera escuchado algo. Sin embargo, algo si había cambiado; El sexo, ya no era igual. Ahora era más bruto y desenfrenado. Y Harry, ya no me abrazaba. Solo me daba un pequeño beso y las buenas noches. Y, cuando yo lo abrazaba, él se colocaba tenso hasta que lograba dormirse.

El sábado por la noche, navegué por las redes después de haber tenido un pequeño concierto privado y con público que gritaba nuestros nombres. Se sentía bien, pero se hubiera sentido mejor si Harry nos hubiera acompañado. Pero al ver que él había disfrutado también de su día, la sensación de preocupación, se fue.

Harry había estado en un viñedo. Había una foto de él circulando con un vino en sus manos. Se veía feliz. Además, aquel bigote lograba que se viera más italiano que un propio italiano que viviera por ahí.

Cuando llegó la hora de dormir, fue lo mismo. Una rutina adoptada después de que él escuchara nuestra conversación con Archie. Quería pensar que tal vez Harry estaba tratando de hacer las cosas bien, pero en el fondo sabía que no era así. Sin querer, estábamos pendiendo de un hilo al no haber hablado sobre lo sucedido.

Y, a los días siguientes, fue igual. Un Hola, una conversación pequeña y sin sentido, y sexo por la noche. Al menos, Harry había comprado la casa, por lo que habíamos celebrado con un vino para luego ir a dormir.

Cuando finalmente llegó el día de marcharnos, recogí todas mis cosas que aún estaban en esa casa. La fotografía de mi padre, se fue junto conmigo, para permanecer en una nueva casa en donde podría brindar amor.

Y extrañamente, Harry me dio un pequeño beso antes de salir de mi antigua casa. Un beso que no había recibido hace semanas.

Will, una vez más, me recibió con sus brazos abiertos. Le conté lo sucedido y solo me dio una mirada y sonrisa triste. No me dijo nada, porque sabía que decir algo, sería inútil en ese instante.

Los primeros días de la segunda semana de agostos, entraban con fuerza. Y con Harry, solo nos habíamos visto solo por videollamadas. ¿Habíamos quebrado de verdad?, me sentía nuevamente rota.

Ross, durante la mañana de ese martes, me había informado sobre una pequeña reunión que tendríamos. Y la realidad me estaba golpeando justo en el rostro.

—Contrato terminado —sonrió mientras me miraba, esperando una reacción de felicidad de mi parte—. ¿No estás feliz?

No, no lo estaba, porque eso significaba que ya no vería nunca más a Harry.

—Hoy iré a ver casas. Compraré una —cambié de tema con rapidez—. Sé que le has dicho a Archie sobre grabar estas canciones, ya que nuevamente se lo has dicho a él primero —apreté mis labios—. Ya me lo dijo, así que encuentro inútil que tengamos esta reunión ahora. Solo me hablas cuando deseas que cumpla tus caprichos.

Soltó un resoplido.

—¿Estás enojada?

Reí sin humor.

—Estoy encabronada Ross —sonreí.

—Muy mal humor —murmuró—. Debemos hablar en otro momento.

Y colgó.

Maldito hijo de puta machista.

—¿Te ha colgado? —oí por detrás de mí, sobresaltándome.