Amor de alquiler [H.S]

13

"Actuar normal"

Heather.

Abrí los ojos con pereza, tratando de enfocar lo que tenía en frente. Podía sentir un cuerpo tibio a mi lado, además de que su mano descansaba en mi cintura. Llevé los nudillos hacia mi ojo frotándolo y di un bostezo grande, volviendo mi vista a él.

Lo quedé mirando por un largo rato antes de dar un suspiro.

Pasé uno de mis dedos por su rostro, delineando cada facción que me encantaba. Y, de pronto, sonreí con maldad. Llevé mi dedo indice y pulgar a su nariz, lo miré verificando que aún durmiera y, apreté haciendo que dejara de respirar por unos segundos. Harry abrió sus ojos quitando su cabeza hacia atrás, dio una respiración profunda y me miró frunciendo su ceño.

—Que bonita manera de despertar —habló con sarcasmo.

—La mejor —contesté divertido—. ¿dormiste bien? —pregunté curiosa, viendo como volvía acomodarse en la almohada y el edredón.

—Si no hubieras tratado de matarme, quizá —soltó haciendo que riera por lo bajo.

—Exagerado —entorné los ojos—. ¿No te vas a levantar?, estás siendo algo perezoso.

—Urgh... —gruñó con sus ojos cerrados—. ¡Aún es temprano! —bufó.

Harry quedó de espaldas estirando su brazo hasta el móvil que estaba en la mesita de luz. Miró la hora y volvió a dejarlo en el mismo lugar.

—Son las siete apenas —resopló—. Déjame dormir un poco más —pidió dando su espalda.

—¿De verdad me darás la espalda de esa manera? —pregunté, indignada.

—Duerme —bostezó cerrando sus ojos.

Crucé los brazos a la vez que veía el techo. No tenía sueño, pero tampoco quería levantarme. Tener a Harry a mi lado, eran cosas nuevas que estaba experimentando. Teníamos un tipo de relación, en donde ahora dormíamos juntos y no fingíamos. Eso era tan nuevo para mí, que me causaba algo de ansiedad. Mi última pareja... había sido Gad, quien por supuesto había sido todo un fracaso. Eso no se comparaba para nada con lo que estaba teniendo con Harry.

Observé a Harry.

La noche anterior, tuvimos sexo, de esos que no podías terminar de explicar porque había sido fantástico. Con Harry, tuvimos esa conexión que nunca habíamos logrado tener de todas esas veces de hacerlo.

—¿Estás despierto?

—Mhm... —fue lo único que logró decir.

Lo abracé por su espalda, rodeando mis brazos en él y apoyando mi mentón en su hombro. Podía jurar que Harry ahora estaba sonriendo. Él una vez había mencionado que le gustaba ser la cuchara pequeña.

Se sentía tan bien estar de esa manera.

Cerré mis ojos sintiendo la paz envolvernos. Mi respiración se volvió suave al igual que la de él. Ambos estábamos entrando en el mundo de los sueños en esa posición.

No sé cuánto habremos dormido, pero al abrir los ojos, Harry se encontraba de pie buscando sus zapatos con apuro.

—¿Pasó algo? —llamé su atención.

Sin dejar de buscar la zapatilla faltante, contestó:— Son las doce de la tarde y tenía una reunión a las once y media. Pedí que la retrasaran porque estaba ocupado.