Amor de alquiler [H.S]

8

"Alborozado"

Heather.

Nuestra relación marchaba bien.

No habían dramas ni tampoco discusiones que nos pudieran llevar a un termino. Y, aunque todo fuera parte un contrato, no se sentía así.

Harry me había dicho que deseaba que nos diéramos una oportunidad; Una oportunidad en la que yo había aceptado. Y no tenía idea si eso era lo mejor para ambos, pero deseaba hacerlo. Y si terminaba bien o mal, no me arrepentiría, porque ya no tendría aquella duda de decir "¿Por qué no lo intenté?". Así que estaba bien con eso.

Sin arrepentimientos.

—Tu cara expresa demasiada seriedad y tranquilidad al mismo tiempo —oí a Archie mientras apoyaba sus manos sobre mis hombros, dándome un pequeño masajito de paso—. ¿Qué tienes? —preguntó.

Sonreí.

—Nada Archie. Estoy bien —le aclaro.

Él dejó un beso en mi cabeza antes de pasar por mi lado y sentarse en el costado del sofá.

Ambos nos encontrábamos en la casa de Will, esperando pacientemente por el nuevo video que Harry estaba estrenando. Watermelon Sugar, llamaba mi atención desde que Harry había mencionado que era algo escrito desde su primer álbum.

—Este video está dedicado a tocarse —habló esta vez Will, quien ingresaba a la sala con el celular en una de sus manos, leyendo la pantalla de este.

—¿De qué hablas? —reí al mirarlo.

Will me mostró la pantalla de su móvil y, cuando leí, solté una risa más grande que la anterior. Harry de verdad había colocado una descripción en el video sobre complacencia.

—Harry no le teme a nada —comentó Archie con diversión.

—Por cierto —habló Will a la vez que guardaba su móvil—. ¿Harry todavía está en Los Ángeles? —preguntó.

Asentí.

—Harry aún está ahí. Creo que se quedará por unos días más, o eso fue lo que entendí —encogí mis hombros—. De todos modos, prometí mandarle un mensaje después del estreno.

—Tú y Harry se llevan bastante bien ahora —comentó Archie medio curioso.

Apreté mis labios y miré de reojo a Will, quien ahora volvía su vista al móvil sin decir nada. Estaba evitando meterse a la conversación que Archie había iniciado.

Era una estupida por no haberle confesado que tenía una relación verdadera con Harry.

—Sí... —respondí de manera incómoda.

¿Por qué le seguía ocultando cosas?

—Escucha Archie... —suspiré antes de voltear mi cuerpo hacia él para observarlo mejor—. Harry y yo... estamos juntos.

Sonrió.

—Por el contrato —concluyó.

Mordí mi labio inferior con nerviosismo.