2

1.3K 84 72
                                    

''To be so lonely''

Heather.

Estaba cruzada de brazos mientras los miraba.

Archie, hace media hora atrás, había mencionado una cena sobre Harry. Y no, no era noticia buena. Nuestro manager lo había decidido por su cuenta, para generar algo más emoción en la gente. Pero algo que él no sabía, es que yo no asistiría a aquella dichosa cena.

—¿Y él está de acuerdo?

—Jeffrey, su manager, dijo que sí.

Solté una risa.

—¿De verdad? —pregunté.

Me parecía algo ridículo que Harry lo aceptara, sabiendo que nuestra situación no era la mejor.

Después de haber estado en Italia por casi un año y de haber tratado de olvidar a Harry, me sentía ''bien'', pero ahora que había vuelto, sentía que una vez más estaba cayendo presa de algo que no merecía. Aunque no quisiera, Harry seguía estando ahí quisiera o no.

—La cena es un día antes de la presentación de él.

Enarqué una ceja.

—¿De verdad es tan importante hacer esto? —interrogué.

Archie encogió sus hombros.

—Al menos, no me molesta a mí.

Solté un resoplido.

—Pero a mi sí —le digo, al mismo tiempo que acerco mi dedo a su pecho—. No quiero verlo. No quiero saber de él, no quiero nada que tenga que ver con Harry Styles.

Él tomó de mi mano, sacándola de su pecho para luego fruncir su ceño, tal como lo había en el auto cuando habíamos tenido la conversa del ojiverde. Y, es que cada vez que Harry se mencionaba en la conversación, uno de los dos salía molesto por cosas distintas.

—Lo quieras o no, algún día nos vamos a topar con él... o con más famosos —me dijo—. Tienes que aprender a controlar tu rencor y orgullo Heather. La gente no va a querer ver como odias a uno de sus ídolos.

Negué con mi cabeza al mismo tiempo que soltaba una risa sin gracia.

—Archie —habló Will—. Creo que también deberías de entender a Heather.

—¿Entender qué? —preguntó—. ¡No sé qué carajos le pasa con él! —soltó fastidiado.

Lo miré.

—El bebé que esperaba, era de Harry —confesé.

Archie me observó como si estuviera loca. Y, cuando giró su cuerpo para salir por el umbral de la puerta, lo retuve del brazo para ver su expresión lastimada.

—No quería decírtelo porque eso ya no es parte de mí. No quería recordarlo.

—Te conocí estando embarazada. Estuve cuando fue tu perdida... —me recordó con dolor—. ¿Y aún así no deseabas contarme? —sonrió levemente—. Pensé que confiabas un poco en mí. Pensé que éramos compañeros...

—Somos compañeros.

Se soltó de mi agarre.

Will, que solo había hablado solo una vez desde que habíamos iniciado esa incomoda conversa, se acercó a nosotros. Nos miró, tomó de nuestros brazos y nos arrastró hasta el sofá alargado de la sala, sentándonos ahí mientras nos miraba sin ninguna expresión.

—Okay —dijo, colocando sus manos en su cadera—. Vamos aclarar unos puntos en esta jodida cosa que están metidos...

Bufé.

Amor de alquiler [H.S]Where stories live. Discover now