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"Noticias"

Harry.

Cerca de las seis de la tarde, me encontraba llegando a lo que era mi casa de Londres. Y, con un alivio de por medio, me quedé un par de horas sobre mi cama pensando en lo que debía realizar los próximos días.

Normalmente, no era de quedarme en un solo lugar. Me gustaba viajar, conocer y divertirme con más personas. Pero tenía claro que tampoco podía hacer demasiado con los nuevos proyectos que venían, por lo que había pensado en aprovechar esos días para descansar. Además, recordar que ahora tenía una novia (no) oficial, me hacía querer quedarme junto a ella.

Cuando finalmente me levanté de la cama con algo de pereza, tomé una ducha y me alisté para nuevamente salir. Heather me esperaba. Le había avisado unas horas antes de llegar a Londres. Solo necesitaba unos minutos para estar en casa de Will, en donde estaba viviendo en ese último tiempo. Mi curiosidad por saber si se quedaría por siempre en Inglaterra, era más grande mientras nuestra relación avanzaba.

Después de conducir por las calles algo atestadas de gente y vehículos, y de cambiar la estación de radio cada un minuto, había llegado finalmente.

Parqueo cerca de su casa y me bajo al mismo tiempo que me aseguro que no se me queden las llaves dentro del carro. Heather en ese instante abre la puerta con curiosidad al ver quién había llegado.

Le doy una sonrisa antes de llegar hasta en frente de ella y darle un pequeño beso en sus labios, tomándola por sorpresa.

Definitivamente Heather no estaba acostumbrada a estas muestras de cariño. Me preguntaba si alguna vez había tenido un novio más serio que el anterior; Gad.

—Vaya, pues... bienvenido —logró decir después de unos segundos de aturdimiento—. Will pidió una pizza pero me abandonó. Se fue con alguien y no tengo idea de quién carajos era. Así que estamos solos. ¿Te gusta la pizza, verdad?

Solté una risa pequeña y elevé ambas cejas para verla con picardía. Por su puesto, ella se dio cuenta y sonrió del mismo modo.

Heather colocó su mano en mi hombro y limpió algún polvo imaginario que hubiera en el lugar antes de volver hablar.

—Todavía no comemos la pizza y ya quieres saltarte a última base —dijo divertida.

—La pizza suena mejor si me dices que vas incluida en ella —coqueteé.

Ella tomó de mi muñeca para entrarme a la casa y, cuando cerró la puerta, me apoyó en esta para observarme con más diversión que antes.

—¿Cambiamos papeles? —interrogué al notar como se apegaba a mi cuerpo para provocarme.

—¿Sabes?, hace mucho no lo hacemos —sonrió cuando tomó de mi mano para llevarla a su muslo y elevarlo, logrando que su pierna quedara cerca de mi cintura.

Mierda. Heather estaba jugando muy mal.

—Mhm... Creo que podríamos solucionarlo —logré decir al sentir como besaba mi cuello con extrema lentitud—. Te he estado extrañando.

—¿Sí? —sonrió al mirarme una vez más—. Yo también, pero realmente tengo hambre ahora —me dice, separándose por completo—. Quiero esa pizza.

Amor de alquiler [H.S]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu