capítulo 27

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«Nerón» respondo en mi subconsciente,  pero no tengo respuesta.  Todo se oscurece,  puedo escuchar el desespero de Bastián,  el doctor pidiendo refuerzos.  No puedo verlos,  sólo escucho.  Ni siquiera puedo despertar.  Hasta que ya dejo de escuchar a los demás,  hasta la oscuridad me invade. 

Veo a Nerón,  está sentado sobre una roca y mira hacía la luna,  está hablando palabras que no entiendo,  creo que en su idioma.  Agacha su cabeza y deseo poder acercarme a él,  pero alguien cruza por mi lado,  es ella,  la princesa, veo su su vientre abultado.  No puede ser,  está embarazada.  Ella acaricia su gran barriga,  creo  que tiene algunos ocho meses.  Se acerca y coloca una mano sobre su hombro. 

No Nerón,  no me digas que ya te has olvidado de mi. Él la mira y se levanta para tomarla por su mejilla,  pero sus ojos se cruzan con  los míos y frunce el ceño,  mientras lágrimas empapan mis mejillas.  Lágrimas de dolor y tristeza.

Y sonríe,  una sonrisa cargada de malicia que sin importarle mi presencia la besa.  Me niego a seguir mirando,  el dolor contrae mi cuerpo en especial mi vientre,  lo miro,  está igual de grande que el de ella. 

—¡Nooo! —grito más fuerte hasta sentir que algo se rompe dentro de mi y mi vestido blanco se llena de un líquido rojo.  He perdido al bebé,  oh no —. ¡Noooo,  noooo! 

...

¡Nooo Nerón!  —vuelvo a gritar y al abrir los ojos veo a una enfermera intentando calmarme.  Lloro más fuerte sintiendo un dolor en la parte baja de mi vientre.  Veo a Bastián llorando intentando acercarse pero se lo impiden.  El doctor entra y me habla cosas que no logro entender,  solo quiero escapar de mi realidad,  de todo esto. 

—Tranquila Aisha,  podrías causarle un daño a tu hijo —me dice y ahora todo llega a mi mente,  pensé que tenía alguna gastritis o algún parásito  pero no,  tengo un bebé,  un...  Bebé. 

—No lo quiero —empecé a sollozar más fuerte—. No lo quiero. 

Me giro haciéndome un ovillo y sufriendo una agonizante sorpresa que no quería y tampoco esperaba.  ¿Y ahora como le hago?  Nunca pensé que mi primer hijo lo tendría sola,  sin un hombre a mi lado,  sin su padre.  ¿Qué haré cuando me pregunte sobre su padre?  ¿Cuando pregunte en donde está? 

—Aisha deja de decir esto por favor,  yo no te dejaré solo,  si es necesario lo crio contigo,  puedo ser su padre adoptivo o su padrino,  lo que sea.  Pero tenlo,  no le hagas daño a una criatura que concebiste con todo el amor del mundo. 

Sigo negando y llorando más fuerte. 

—Tú no entiendes nada,  Bastián —le grito. 

—Mira estúpida,  te lo diré de la mejor manera posible y sin ofender,  pero bien que te abriste de las piernas y gozaste como nadie,  ahora tendrás que hacerte responsable de tu gozo.  No eres mala,  no le harías daño a una criatura inocente que no tiene la culpa de que su imbécil padre se haya marchado y de que su madre piense que para criar un hijo hay que tener al papá presente.  Así que te quiero fuerte y saludable. 

Me silencio,  el doctor también lo hace junto a la enfermera.  Me miran como si esperaban una reacción peor de mi,  pero no puedo,  solo me queda asentir porque Bastián tiene razón.  Miro mi pequeño vientre,  aún plano,  lo acaricio y algo en él me transmite calma,  paz.  Sonrío aún con las lágrimas a punto de salir.

—Tendré un bebé,  un pequeño bebé —susurro y me echo a reír como si estuviese delirando.  Bastián se acerca y acaricia mi mano junto al vientre. 

La Bruja Y El Guerrero De Hielo (Terminada)Where stories live. Discover now