¿Qué harías si a tu puerta llega un libro negro en donde te promete el amor, si despiertas con un conjuro a un Guerrero convertido en hielo?
¿Lo harías?
Aisha si lo hizo sin saber que despertaba a un demonio atormentado. Tan frío como su cora...
Atenta a la voz que he escuchado giro mi cabeza como la niña del exorcista, y veo un par de ojos grises mirándome, es una chica que quizás no había notado antes. Tiene su cabello corto al estilo de Betty, sus ojos lleva un delineador muy negro y sus labios del mismo tono, aparte de que está vestida de negro. ¿Será una bruja negra?
Espera..., ¿Estoy delirando?
Ignoro de nuevo pensando que es alguna broma mental, pero de nuevo me toca el hombro.
—¿Qué pasa? —pregunto.
—¿Cómo hiciste eso? —preguntó de nuevo.
—¿Qué hice? —quise hacerme la que no sabía nada.
—Eso, de...
En ese instante nos vemos interrumpida por la profesora.
—Señoritas, si gustan hablen más duro para que escuchemos el chisme —dijo y me ruboricé de la vergüenza.
—No profe, ella solo preguntaba si tenía un borrador —dije al instante.
—¿Para borrar qué? Porque se supone que están escribiendo con lapiceros —respondió dejándome como una idiota y asentí.
—Bueno, quería líquido para borrar, pero ella no tiene —acotó la chica.
Seguimos escribiendo y mi mano no se controla, no deja de escribir hasta que termino antes que todos.
—Ya terminé profe —le digo.
—Trae tu apunte aquí para revisar.
Voy hasta ella y se lo entrego pero se queda mirando algo mientras frunce el ceño.
—Vaya, no tienes un sólo error, todo está en orden. A ti te tocará traer un proyecto hablando sobre alguna leyenda o mitos, ¿y qué mejor que hacerlo con la chica rara que te hablaba?
Realmente no me gustó como ella se refería a la chica "rara" Solo porque viste de negro. Ya imagino lo que piensa de mi que siempre ando con colores rojos y negros.
—Está bien, pero déjeme corregir algo, porque alguien tenga gustos diferentes a usted o a los demás, no se le denomina "raro" Si no "único" —dicho eso me alejé hacía la chica "única y diferente como yo"
—Dice la profe que...
—Ya lo sé, yo escuché lo que ella dijo —mencionó cerrando su apunte y levantadose.
Pero..., ¿cómo ella escuchó si yo estaba a bastantes metros de distancia? Además no hablé tan duro.
Sigo diciendo, esta es una bruja.
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—Bien, entonces la estúpida profesora nos ha mandado a investigar algo mitológico, ¿no podía ser más difícil? —dijo mientras buscaba libros en la biblioteca y yo la seguía.
