Capítulo 6: El tiempo entre canciones

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[ Les recomiendo tener la canción completa de "Valle de Abundancia" cerca para cuando el bardo comience a cantarla, está en multimedia ]

***

Stark estaba escoltando a la princesa a su carruaje cuando se encontró con la reina Calanthe.
–Dime, Stark de Nowhere– la nombrada miró a su dueña. –¿Si tuvieras que elegir entre la obediencia y la guerra, qué elegirías?–

Stark se sintió más que molesta por su pregunta, ya que ella misma no podía elegir y tenía ambos.
Obediente por una poción mágica, y guerrera por órdenes ajenas.

La reina sonrió ladina y se subió a la carrosa
–Mi hija se ve cómoda a tu lado, al igual que yo– habló mientras Stark subía con ellas al carruaje, solo para protegerlas durante el camino.

–No he hecho nada especial ni a favor– respondió la guerrera –obedezco y ya–.

La reina sonrió aún más y luego le dio un manotazo
–Oh, vamos, relájate, podría ser peor... podrías estar pudriéndote en un calabozo–

–Mi reina, no tengo criterios sobre lo que es peor... compare un castillo con un calabozo, para mi todo es lo mismo–

Pavetta la miró por completo, viendo sus manos y la espada a su lado
–¿Quién te enseñó a pelear?–

Stark la miró sin tener realmente una respuesta a aquello. No lo recordaba y eso la incomodaba, pero debía mantener su postura y respeto.
–Me hicieron para pelear– dijo simplemente.

La loba sacó una botella de quien sabe donde y comenzó a beber.
–¿Hay más como tú, Stark de Nowhere?–

Stark miró por la ventana, tratando de recordarlo
–No lo sé.

–Hay por favor... dime– insistió la Reina.

Stark apretó los dientes y finalmente miró a la reina
–Lo dudo... peleé por mi cuenta pero hay algo que me impide recordar del todo varios años de mi vida, fue un transcurso largo lleno de tortura– explicó –Los recuerdos vienen por momentos, pero no se quedan mucho tiempo–. Las mujeres de enfrente la miraron entretenidas.
–Así que el cómo y porqué soy lo que soy ya no importa, desapareció... ahora solo sobrevivo–

La reina asintió
–Eso me gusta, solo sobrevive–

Pavetta miró a su madre y luego a Stark
–Enséñame a pelear–

–¿Qué?– dijeron la reina y la guerrera al unísono

–Tú nunca tienes tiempo, quiero aprender–

La reina negó
–Si yo no tengo tiempo, mi guerrera me acompaña, Pavetta–

–¿Cómo se supone que sea digna de reinar si no puedo defenderme por mi misma?– preguntó la princesa con un tono triste
–Por favor, mamá... quiero ser fuerte, tengo talento, aprendo rápido, seré como tú–

Stark miró a la reina esperando su decisión y la leona suspiró
–Serás mejor que yo, Pavetta... Stark va a entrenarte, tienes mi permiso– la princesa sonrió emocionada, pues aquel sería el inicio de una nueva etapa en su vida.

Desde entonces, la reina dejó de enviar a Stark a tantas misiones y guerrillas, para que pasara tiempo cuidando y entrenando a su hija.
Detrás del castillo, cerca del establo, estaban Stark y Pavetta listas para comenzar su entrenamiento.

–¿Qué me enseñarás primero?– preguntó la princesa con un rostro en el que resaltaban la emoción y la felicidad.

Stark miró a su alrededor.
–Primera lección, si debes elegir entre un arma y un escudo, siempre elige un escudo, así que será lo primero que aprenderás a usar–

The Witcher | La guerreraWhere stories live. Discover now