∆Your Eyes My Downfall∆ -Remus Lupin-

Reconciliación.

La clase se pasó entre fugaces miradas y nerviosas sonrisas que por más que tratamos de controlarnos nos era imposible.

Por que somos como la luna y el sol, que a pesar de la distancia, sabíamos que nos tenemos el uno del otro, que a pesar de nuestras diferencias nos aceptamos tal y como somos y juntos formamos el eclipse perfecto.

-  ¡Quedan 30 minutos para que finalice ésta clase! ¡Así que terminen sus ensayos sobre los hechizos no verbales y cuando vuelva quiero todos en mi escritorio! - con una adorable sonrisa miró a cada uno de los que estábamos sentados cuando comenzó a avanzar hasta mi pupitre.

- Señorita Leavy, necesito que venga conmigo - el salón se llenó de murmullos inentendible, remus los miró a todos con ojos disgustados apretando fuertemente la mandíbula haciendo rechinar sus dientes.

- Al que escuche volver a susurrar cualquier cosa...se les serán restados 20 puntos a cualquier casa sin importar cual sea - finalmente, me levanté de mi pupitre para empezar a caminar junto a remus.

Al salir del salón, ambos comenzamos a caminar con dirección a la oficina de Dumbledore. Extrañamente me sentía tranquila, no sabía por qué, pero me sentía como si el estuviese a nuestro favor.

Me parece extraño que el Profesor Dumbledore esté a nuestro favor - susurre tomando su mano que estaba escondida en uno de los bolsillos de su larga túnica color botella.

Aún que no lo creas, no me parece tan extraño. Albus siempre a sido algo inesperado en cuanto a ciertas situaciones, no me he de extrañar que apoye esto - afirmó entrelazando nuestras manos. Lo miré con una pequeña sonrisa a la cual el no dudó en corresponder.

Sin duda extrañaba más que nunca aquellos labios sonreír de tal manera que calmaba toda ansia, tristeza o desesperación.

Al llegar soltamos nuestras manos para que finalmente Remus diera la contraseña a la gran gárgola gigante para poder pasar a su despacho.

Al llegar ambos nos miramos y respiramos profundo.

- Fuuuu - suspiré nerviosa, Remus tomó mi rostro entre sus manos para darme un pequeño beso en la frente.

-Todo estará bien pequeña, solo confía-  asenti ligeramente con la cabeza para finalmente golpear y escuchar el *Adelante* por parte del director.

- Buenos días, profesor - saludamos al unísono.

- Buenos días para ambos - nos saludó con una adorable sonrisa a ambos. - Me alegra que las cosas estén bien entre ustedes. - dumbledore respiro profundamente y con pesadez pero para el final volvió a sacar una sonrisa.

- Las consecuencias de nuestras acciones son siempre tan complicadas, tan diversas, que predecir el futuro resulta ser un negocio muy difícil en sí. Por este motivo debemos cuidar lo que hacemos...El amor es una fuerza que es más hermosa y más terrible que la muerte. Y en Hogwarts siempre se prestará ayuda a quien la pida, pueden retirarse - sin más nos guiño un ojo a ambos dejándonos algo intrigados...¿Porqué será que siempre habla en acertijos?

Remus y yo caminamos de vuelta al Aula A3 de DCAO, ya todos habían entregado sus ensayos menos yo.

Remus los despacho a todos quedando nosotros solas.

Me senté a terminar mi ensayo cuando sentí que bloqueó la cerradura de la puerta dándome a entender que la había puesto un hechizo anti apertura de alohomora.

Se acercó a mi sacandome la pluma de la mano para empezar a besarme con desesperación.

Aparto la silla de pupitre tomándome entre sus brazos para llevarme a su escritorio sin dejar de besarme.