∆Your Eyes My Downfall∆ -Remus Lupin-

especial dos años: Rumores y favores.

Cada día y cada noche eran insoportables, a pesar de la distancia, a pesar del olvido que trataba, sabía que en lo más profundo seguía amandolo, seguía sintiendo la misma ardiente pasión tal y como cuando el anoche caía sobre nuestras cabezas, seguía amandolo con la misma pasión y frenesí.

Los días avanzaban cada vez más rápidos en hogwarts, cosa que no era de mi agrado ya que sabía que los días para seguir viendo a remus eran contados y lo que menos quería a pesar de todo era salir de vacaciones.

Y así me pasé toda la noche en vela pensando en el.

El cántico del fénix de Nathan me despertó después de haber dormido solo un par de horas.

Con las ojeras colgando de mis ojos y con el cabello desordenado, fui a tomar una ducha de agua caliente.

Mientras me bañaba solo pensaba en que un par de días sería San Valentín y no estaría con el, pero algo más ocupaba mi mente...Pronto serán las vacaciones de pascuas y no tengo donde llegar y lo menos que quiero en cierto modo es quedarme aquí.

Tenia una pequeña lucha Interna entre si quedarme o quizás buscar algo por ahí para poder pasar unos días hasta que encuentre un verdadero hogar.

Salí de la ducha directo para lavarme mis dientes, peinarme y poner mi uniforme Gryffindor que tanto apreciaba.

Volví a mi habitación en busca del fénix, lo solté y este salió volando detrás de mi, ambos nos dirigimos al gran comedor. Al entrar todas las miradas se posaban en mi y en remus.

Pude por comentarios como; *no puedo creer que hayan hecho eso*
O también *Con razón pasaba tanto tiempo en su despacho*.

Al escuchar eso lo supe de inmediato.

Todo hogwarts se había enterado de lo nuestro, mientras caminaba en dirección a la mesa de Gryffindor el profesor snape se acercó rápidamente a mi.

-Sígueme Leavy - le hice caso omiso al peli negro. Mientras que mi ave salio volando hacia Merlín sabe donde. Trate de seguir los largos pasos de snape cosa que para mi era como correr.

Llegamos hasta su despacho en donde cerró la puerta con un conjuro y aparte muffliato el encantamiento para amortiguar los sonidos.

-¡TODOS LO SABEN AVERY! ¡TODOS! -en ese instante la desesperación más grande abarcaba en todo mi cuerpo. No sabía que hacer y tampoco como desmentir todo esto. - pero no te preocupes...el profesor dumbledore desmentirá todo en la cena, pero debemos buscar al culpable de esto. - añadió snape.

Gracias Sev, yo de verdad no se que hacer, a pesar de que Remus y yo y no estemos juntos. - Snape se acercó lentamente a mi para abrazarme cosa que no rechacé ya que me hacía falta un abrazo, un soporte. Ya que sentía que todo a mi alrededor se caía a pedazos.

Narrador Omnisciente.

La castaña soltaba gemidos de dolor, un dolor agonizante que golpeaba en lo más profundo de snape.

Ella lo abrazaba fuertemente aferrándose a él en busca de sustento, quizás un sustento que alguna vez sentía con otra persona, aquella pequeña estaba tan destrozada y era obvio.

El lo percataba.

No tiene un hogar, la única persona que amaba más que nada en este mundo ya no está con ella, no de forma terrenal y aquel sustento que ella tanto buscaba lo reemplazaba en algo que no era el, era en otra persona en el cual ella estaba profundamente enamorada.

Y eso le dolía al pelinegro, ser el sustento de ella cuando él no esté, cuando el la hiere, le dolía que no lo amara a él...le dolía que su corazón latiera por otro ritmo y no el suyo.