CAPÍTULO 20

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BAEKHYUN P.O.V

Ya había pasado un día entero desde que me habían metido en una habitación de hospital, justo al lado de la de Lucas, pero no sabía nada de él, solo que había estado un par de horas en quirófano y de vez en cuando oía como médicos entraban y salían de su habitación, pero no escuchaba su voz y realmente me preocupaba.

Estaba esposado a la misma silla en la que llevaba sentado veinticuatro horas, solo me desataban para que fuese al baño, podría matarlos e irme a por Lucas, sí, pero quería parecer medio decente y cumplir mi parte del trato, aunque ya se me acababa la paciencia.

-BaekHyun – un policía entró en mi habitación y yo levanté la cabeza - ¿necesitas ir al baño?

-No – contesté yo – quiero ir a ver a Lucas.

-No se me autoriza llevarte a verlo – dijo él con dureza y frialdad.

-Me da igual lo que se te autorice o no, he dicho que quiero ir a verlo – repetí yo apretando los puños sobre la mesa y él los miró pero no me contestó – como mínimo podrías decirme si está despierto.

-Tampoco estoy autorizado – contestó.

-¿Y a parte de para decir que no estás autorizado, se te autoriza decir algo más? – sonreí con ironía – puto perro, que vida de mierda.

-¿Insinúas que la tuya es mejor? – me preguntó sonriendo de manera irónica.

-Totalmente – asentí con la cabeza, prefería millones de veces mi vida, a tener que obedecer siempre a un gilipollas para ganarme un sueldo - ¿me llevas a verlo, o no? Es la última vez que te lo pregunto a buenas, chaval – lo advertí.

-Estás esposado, BaekHyun, no puedes hacer nada – dijo él con seguridad.

-En ningún momento he dicho que la próxima vez que se te haga la pregunta, salga de mi boca – dije retándolo con la mirada y esperando a que mi fiel amigo apareciese de una puñetera vez porque iba tarde.

Pero al fin, alguien le dio un fuerte golpe en la cabeza al policía que cayó al suelo inconsciente y dejó ver el cuerpo de HeeChul, que estaba detrás suyo, con una pistola con la que lo había golpeado en la mano y que se guardó en la cintura.

-Llegas treinta segundos tarde – le dije mientras me desabrochaba las esposas.

-Lo siento, jefe – sonrió y yo me puse de pie – Lucas en la habitación de al lado – me informó y asentí con la cabeza – y toma, no para de llamarte la puta jefa de la Yakuza Japonesa, tío – me dio un teléfono móvil.

-¿Momo? – pregunté yo mirando las llamadas perdidas, era su número.

-¿Hirai? – preguntó sorprendido - ¿te la estás tirando? – rió un poco.

-¿Y a ti que te importa?

-Ya me callo – me frotó la espalda – yo vigilo, ves a ver a tu novio – me guiñó el ojo – el pasillo está vacío, ¿quién coño te deja solo?

Yo sacudí la cabeza y sin contestarle salí de mi habitación, la puerta de Lucas estaba a dos pasos de la mía y el pasillo, como me había dicho HeeChul, estaba vacío, trabajaba tan bien.

Suspiré con pesadez y algo de miedo antes de abrir la puerta y entrar en la habitación, cerrándola detrás de mí. Caminé poco a poco hacia la cama donde dormía, era lo único iluminado de la habitación. Su cuerpo yacía tranquilo, las vías conectadas a su antebrazo llevaban a una gran máquina que le marcaba las pulsaciones, el latido de su corazón era leve y lento. Su torso solo estaba cubierto por un frondoso vendaje blanco que le legaba desde debajo del pectoral hasta casi a la cintura, las sábanas blancas lo tapaban hasta la zona del ombligo y sus descubiertos estaban por fuera de esta.

BEHIND THE BARS (SuperM)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon