CAPÍTULO 23

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BAEKHYUN P.O.V

A la hora a la que quedamos, salí de mi celda, solo con mi móvil en el bolsillo, no necesitaba nada más para salir de allí. En la celda de TaeMin ya estaban todos, incluso YuNa y JaeHyun, que vendrían con nosotros, pero aún nos faltaba uno.

-¿Y JungKook? – pregunté mirando como TaeMin dejaba inconsciente a Lisa en su cama, con un trapo tapándole la boca y la nariz.

-Aquí – dijo él desde la puerta de la celda.

Yo lo miré de reojo, me daba asco ese tío.

Entre Mark y Ten movieron la litera dónde dormía Sana, también inconsciente, y dejamos a la vista el agujero, la primera entrada hacia nuestra salida.

-Venga, baja – le dijo TaeMin a JungKook, mirando el agujero, él se asomó y miró hacia abajo.

-Tú primero – le pidió, como si no se fiase, a lo que todos sonreímos con ironía.

-Que bajes, coño – TaeYong lo empujó un poco y lo hizo caer en el agujero.

JungKook se defendió bien contra la caída y acabó de pie en el túnel y mirándonos desde abajo reír.

Kai fue el siguiente y así fuimos bajando uno a uno hasta estar todos abajo y empezar a caminar hacia la dirección que tantas veces habíamos tomado, traspasando el túnel y preparándolo para nuestra fuga, ahí había sangre, sudor, lloros y casi explotamos en varias ocasiones.

-¿Cuánto lleváis haciendo esta mierda? – preguntó JungKook detrás de mí, TaeMin y TaeYong.

-Cállate – le dijo Lucas desde detrás.

Yo me froté las manos y las metí en el bolsillo de mi sudadera, para tocar el teléfono y el cepillo de dientes, deseaba clavárselo en cuanto antes.

-Tienes treinta segundos – me dijo TaeMin.

Yo asentí.

-Me sobran quince – contesté sonriendo y dándole mi teléfono a TaeYong para que lo sujetase.

Agarré el cepillo con fuerza y frené el paso para caminar más cerca de JungKook, el cual en ningún momento sospechó de mis intenciones ni vino venir cuando le clavé la punta afilada en las costillas.

Así que tardó en reaccionar, grave error, y yo logré agarrar la parte de detrás de la cabeza y golpeársela primero contra la pared y después contra una tubería, debilitándolo cada vez más y disfrutando de cada golpe que le daba, le tenía unas ganas terribles desde prácticamente el primer día.

JungKook se defendió como pudo, pero estaba débil por los golpes en la cabeza y logré darle uno último que lo desplomó en el suelo, dónde empezó a aparecer un gran charco de sangre alrededor de su cuerpo.

-Ya está – dije tocándome el corte que me cruzaba la mejilla – sigamos – le arrebaté el móvil de las manos a TaeYong y seguí nuestro camino.

-Te han sobrado dieciséis segundos – me dijo él por detrás – batiendo récords, tío.

-El arte de matar – me encogí de hombros riendo y todos me siguieron.

Caminamos durante unos minutos más, un par, cuando todavía quedaban cinco para que volviese la luz y yo me sentía tan liberado solo por matar a JungKook, que no quería ni imaginarme lo bien que me sentiría cuando fuese libre, después de tres años entre rejas.

-NCT en su sitio – dijo TaeYong mirando su móvil, cuando nos colocamos bajo la placa redonda de dónde saldríamos – salgamos.

A todos nos recorrió un escalofrío por el cuerpo cuando TaeMin sacó la placa metálica y una mano asomó para ayudarnos a subir, no sabíamos de quién era, pero TaeYong se la estrechó así que supuse que era uno de los suyos.

BEHIND THE BARS (SuperM)Where stories live. Discover now