CAPÍTULO 9

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MARK P.O.V

Después del almuerzo, todos los presos se reunieron en el patio a esperar al nuevo preso que ocuparía el lugar de Lay, muerto hacía dos días.

Desde el incidente con  BaekHyun y la conversación de TaeMin con JungKook, hicimos una pausa en la que TaeMin intentaba averiguar cómo atravesar la pared de hormigón, cómo tirarla abajo, y nos dábamos un tiempo para que las cosas se calmasen y la muerte de Lay nos había ido bien, porque había desviado la atención.

Enrealidad lo habíamos matado nosotros indirectamente, hicimos que creer que la dosis que faltaba en la caja de JungKook, la tenía Lay, su compañero de celda, y él lo mató, le rasgó la garganta por la noche mientras dormía. Lo que no sabía JungKook era que los otros siete botecitos estaban cambiados, en su interior no había lo que él creía.

Salí al patio con los demás y me senté entre Ten y Kai en una mesa, esperando a que la furgoneta negra que se dirigía hacia nosotros parase y sacasen al nuevo preso o presa y al nuevo compañero de celda de JungKook.

-¿Chico o chica? – preguntó Ten estirando el cuello para ver entre la gente a quién habían metido ya en el patio.

-Chico – contestó Kai llevándose el cigarro a los labios.

Yo esperé a que el preso se pusiese a mi vista para poder ver quién era, pero antes de eso noté la mirada de TaeYong sobre mí, desde la otra punta del patio, me miraba serio, como si hubiese reconocido al preso. Fruncí el ceño y me puse en pie para alcanzar a verlo y cuando por fin lo hice no pude creer a quién veía.

Mi corazón se paró al ver al chico de pelo naranja que caminaba sonriente entre los presos, hacia JungKook y Momo, tal y como algunos presos le habían indicado.

-Mierda – susurré sin apartar la mirada de él.

-¿Lo conoces? – me preguntó Kai y asentí con la cabeza.

El chico se paró frente a JungKook y Momo, que trataban de imponerle pero ellos no lo conocían, no como yo, era tan difícil implantar el miedo en su cuerpo que solo lo vi con él una vez, la última vez que nos miramos a los ojos.

Mientras él hablaba con los líderes y estos le enseñaban su celda y explicaban las normas, yo me acerqué a TaeYong, que solo fumaba y miraba la torre de control, como si el que acabase de entrar no fuese uno de los nuestros.

-¿Lo sabías? – le pregunté agarrando su hombro y dándole la vuelta para que me mirase.

-¿De qué me hablas? – frunció el ceño fingidamente.

-De él, sabías que vendría, ¿verdad?

-No – suspiró – sabía que lo habían pillado pero no que lo meterían en el mismo agujero que nosotros.

-¿Qué hace aquí? –

-¿Por qué no se lo preguntas tú? – miró detrás de mí, como Momo y JungKook volvían solos y entonces relajó el gesto – deberías hacerlo.

Asentí levemente con la cabeza y me dirigí hacia la celda de JungKook, dónde estaba el nuevo preso, tarareando una canción mientras extendía las sábanas de su nueva cama.

-Haechan – lo llamé desde la puerta y él se calló y giró la cabeza para mirarme.

-Entra – sonrió – que raro que me hables – dijo soltando la primera pulla del día.

-¿Qué haces aquí? – pregunté dando un par de pasos hacia él.

-Bien, estoy bien, gracias – contestó a otra pregunta completamente distinta, a la que esperaba que le preguntase, yo lo miré alzando las cejas – bueno, se me fue la mano torturando a dos policías y además me han diagnosticado trastorno obsesivo-compulsivo, como al jefe – me explicó con gracia – me han considerado peligroso así que aquí estoy, para alegraros la cara de muermos que tenéis todos.

BEHIND THE BARS (SuperM)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن