11

895 54 2
                                    

NARRA PERRIE

Hoy es mi segunda sesión con Jade. No hace falta decir que tengo los nervios a flor de piel.

Verla de nuevo ha sido muy abrumador, me ha hecho recordar aún más mi pasado. De hecho, no he podido dormir mucho últimamente. Estoy hasta altas horas de la noche pensando en lo estúpida que fui al dejarla ir.

Jade parece haberlo superado, pero aún así me siento una persona despreciable. Le hice un daño horrible, y tardé demasiado tiempo en darme cuenta de que necesitaba a esa chica en mi vida.

Sigo arrepintiendome de lo que pasó. Debí haber ignorado a mi madre y luchar por Jade, eso era lo correcto, pero era tan joven y manipulable que terminé arruinando todo.

NARRA JADE

Según Jennifer, hoy a las 16:00 tengo una sesión con Perrie. Estoy tratando de calmar mis nervios, pero se me está haciendo muy dificil.

La semana pasada, cuando la vi, fue un verdadero caos emocional. En parte quería correr a sus brazos y decirle lo mucho que la había extrañado. Pero mi parte orgullosa quería partirle la cara en dos por todo lo que me hizo pasar.

Ya sé que pasó hace 8 años, pero el dolor queda. Recuerdo las noches que pasé despierta pensando en ella, las noches que lloré por ella. Ahora suena ridículamente exagerado, pero era muy joven, y fue la primera vez que rompieron mi corazón. La primera y única vez que romperán mi corazón.

Suelo alejar a todos los chicos y chicas que quieren tener algo conmigo, no quiero que me vuelvan a hacer daño. Para mi, es un modo de defensa personal.

Mis amigas siempre me regañan por eso; dicen que debería relajarme y simplemente salir con alguien, pero no puedo, y estoy bien con eso.

Miré el reloj en la pared y eran las 13:30, hora de mi almuerzo. Luego de eso tengo cita con Miranda, otra de mis pacientes, y luego viene mi cita con la rubia.

Fui a almorzar con Leigh al mismo local de siempre.

Creo que nos estabamos volviendo más cercanas. Ella me contaba aspectos importantes de su vida, como por ejemplo, que tenía novio y que llevaba casi dos años con él. Me pareció adorable y enserio sentí la necesidad de tener a alguien a mi lado. Seria lindo y menos solitario. Luego recordé la razón por la que dejé de involucrarme emocionalmente con personas, y todos esos pensamientos se esfumaron de mi cabeza.

NARRA PERRIE

Miré la hora de mi reloj de mano y ya eran las 15:25. Me paré de mi cómoda silla de escritorio y caminé hacia los ascensores.

Demore media hora en llegar a la clínica. Entré, saludé a la recepcionista y me dirigí al tercer piso. Me senté en los asientos frente a la sala 36 a esperar que dieran las cuatro de la tarde.

Me entretuve con mi celular hasta que escuché como una puerta se abría. Levanté mi vista. Me encontré con Jade y una mujer pelirroja que supuse era una de sus pacientes.

Jade se despidió de esa chica con un beso en la mejilla, y sentí como algo se  removió en mi estómago. ¿Acaso eran celos? Sería algo estúpido, ya que ella y yo no somos nada.

- Hola - saludó ella, notablemente incómoda.

- Hola - la saludé de vuelta.

- Pasa - se hizo a un lado de la puerta dejando un espacio para que yo entrara primero.

Ya dentro, ella tomó asiento en la silla detras del escritorio y me indico que me sentara frente a ella.

- ¿Como ha estado? - preguntó Jade sin ninguna expresión en el rostro.

- Antes de empezar - ignoré por completo su pregunta - ¿Podrías tratarme de "tú" y no de "usted"? - pregunté con una tímida sonrisa.

- Si eso te hace sentir más comoda - me miró y yo asentí con la cabeza - Bueno, entonces ¿como has estado? - preguntó nuevamente.

- Bien, supongo - dije murmurando la última parte.

- ¿Supones? - me miró expectante.

- Estuve un poco estresada por el trabajo y por... otras cosas - expliqué.

- ¿Que otras cosas? Si se puede saber, claro - preguntó.

- Emmm - no sabía si decirle. Sé que es mi psicóloga, pero aún asi seria incómodo.

- Está bien si no quieres hablar de eso, no te voy a forzar a decir nada - dijo ella al ver que no respondía.

- Ok, gracias - me sentí un poco aliviada.

- ¿Haz tenido ataques de pánico esta semana? - preguntó mientras sacaba su libreta.

- No - respondí simplemente.

- Eso es genial - me dirigió una pequeña sonrisa.

Una sonrisa que me derritió por dentro.

Love me baby, please IIWhere stories live. Discover now