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Knock, Knock

- Olivia ¿puedes abrir la puerta? - grita la mujer morena, desde la sala de estar de su casa.

- Ya voy, señora Thirlwall - responde una joven dirigiéndose a la puerta principal.

Abrió la puerta y se encontró con una mujer joven y castaña, tenía unos rasgos parecidos a los de la dueña de esa casa, o mejor dicho, su jefa.

- ¿A quien busca? - pregunta gentilmente Olivia.

- Busco a mi madre, Norma Thirlwall - responde la joven morena.

- Oh - dice con algo de emoción en su voz - usted debe ser Jade... Norma me ha hablado maravillas de usted.

- Pues si, soy Jade... Me alegro de que le haya hablado tan bien de mi - sonríe por cortesía - ¿Donde está ella?

- Está en la sala de estar leyendo un libro, sigame - le indicó la mucama adentrándose en la casa.

Hace ya casi un año, Norma fue diagnosticada con Artrosis. Algo común en gente de su edad, y no tan grave, pero si muy doloroso. Por eso, la mayor, decidió contratar a una mucama que le ayudara a hacer algunas cosas en la casa.

Norma no sabía que su hija estaría de visita, Jade quería que todo fuera una sorpresa.

Cuando Olivia y Jade llegaron a la sala de estar, vieron a la mujer morena sentada de espaldas a ellas. Pero Norma sabía que Olivia estaba ahí.

- ¿Quien era, Olivia? - preguntó la mujer mayor sin voltear a ver.

- Era... - Olivia no pudo terminar la oración, ya que Jade le hizo una seña para que guardara silencio.

La joven Thirlwall se acercó lentamente a su madre, se puso detrás de ella y le dio un pequeño beso en su mejilla.

Norma, confundida, volteó la cabeza para ver de quién se trataba. Al ver a su hija ahí parada, se levantó de su asiento y la abrazó fuertemente.

La mayor no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas. Era la primera vez que veía a su hija en ocho años. Sólo podía verla por videollamada, pero ahora podía abrazarla.

- Cariño, no sabía que venias - dijo Norma aún con lágrimas en sus mejillas.

- Quería que fuera una sorpresa - respondió Jade secando de inmediato las lágrimas de su madre.

- No sabes cuanto me alegra que estés aquí de nuevo hija - la volvió a abrazar como si su vida dependiera de ello- Te extrañé mucho - susurró tratando de contener las lágrimas que amenazaban con salir de nuevo.

- Yo también te extrañé mucho, mamá - dijo la joven castaña correspondiendo el abrazo de su madre.

Se sentaron en el gran sofá de la sala y empezaron a hablar de todo lo que les había pasado en los últimos años.

- ¿Qué tal James? - preguntó Jade mientras bebía un poco del té que había servido Olivia hace un rato.

- Oh, él ahora está trabajando en una de las empresas más grandes de Londres - dice Norma, con un aire de madre orgullosa.

El hermano mellizo de Jade, James, había estudiado administración de empresas. Al principio Jade no creía que fuera cierto, ya que James nunca se llevó bien con las matemáticas, pero después se dio cuenta de lo exitoso que llegó a ser.

- ¿Como están mis sobrinos? - pregunta emocionada, ya que por fin conocería a los pequeños hijos de su hermano.

- Cada vez más grandes... El pequeño Joe es todo un travieso - decía Norma recordando todas las "maldades" que hacía su nieto - Y Ava es la niña más dulce que alguna vez haya conocido, es tan pequeña y hermosa.

Siguieron conversando durante una hora. Jade le explicó por qué volvió a Reino Unido.

NARRA JADE

Hace tres años terminé mi carrera de psicología. Luego de eso empecé a trabajar en un hospital de Miami, en el área de salud mental. Estuve un poco más de dos años en ese lugar y era una de las mejores psicólogas del establecimiento. Debido a eso, decidieron transferirme a la mejor clínica especializada en salud mental, que casualmente se encuentra en Londres.

Hace ya dos meses que estoy viviendo en un departamento en el centro de la ciudad de Londres. Pero no he tenido tiempo de visitar a mi familia, hoy al fin pude hacerlo. Le expliqué todo a mi mamá y ella se veía bastante orgullosa.

También estoy emocionada por ver a mi hermano y a su pequeña familia. He visto a mis sobrinos, pero solo a través de una pantalla. Ya quiero conocerlos y poder abrazarlos.

- ¿Ya te irás? - pregunta mi madre con algo de nostalgia en su voz.

- Tengo que regresar al hotel y hacer unas cosas del trabajo. Pero volveré mañana, lo prometo - dije sonriendole con ternura.

Fue difícil despedirme de mi madre, enserio la extrañé estos años y no quería pasar ningún segundo lejos de ella. Se que suena infantil, pero adoro a esta mujer.

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Quiero aclarar que no sé si hay una clínica de salud mental en Londres, toda esta historia es parte de mi imaginación.

Love me baby, please IIWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu