Casada por su obsesión || Libro #1

#20: Aprobación

Junio...

Cassie Walker

Observo la fotografía que está plasmada en la revista de moda, donde Austin y yo salimos dándonos un pequeño beso. ¿En qué momento me tomaron la foto? No me di cuenta, ni mire a nadie con una cámara o alguien que se nos acercara para tomarla. No había nadie. Bueno, no me molesto la fotografía, claro que no. ¡Fue el maldito título! ¿A quién se le ocurre escribir, "Y la primavera sigue llegando", cuando hay dos jóvenes dándose un beso?

Dios dame paciencia, porque los mato.

Tiro la revista a mi cama y dejo la mochila en el suelo junto a la cama. Me tiro muy desganada. Lo bueno que mis compañeros y los demás de la universidad, no llegaron a mirar la revista, si no ya estuvieran jodiendo como siempre o las malditas zorras atrás de mí, con tal de que les presente a Austin. Romina fue más discreta al mostrarme la revista, en cierta parte se lo agradezco, porque no quería que nadie la viera y contando el hecho de que la revista ha sido publicada hace como una semana. Lo único que falta que mi madre venga y me pida una explicación de lo que está plasmado en ella.

-¿Por qué hay una foto de ti y de Austin en la revista?- una voz gruesa y varonil me pregunta. Hundo más mi rostro en la cama y ahogo el grito que quiere salir de mis labios. No pensé que fuera mi padre quien me pidiera una explicación, normalmente él no se entera de nada:- Quiero que me expliques, Cassie Walker Ambrosio.

-¿Sabes?- me incorporo en la cama para sentarme:- Ahora sé de donde saque eso. Tenemos una manera muy extraña de pronunciar los nombres y más cuando estamos molestos.- digo seria, porque es verdad.

Si estoy molesto o estoy empezando a molestarme con alguien, pronuncio su nombre completo y de manera muy lenta. Remarcando cada letra, para poder evitar matar a la persona quien me hizo enojar. Mis padres también tienen ese detalle. Pero mi madre si lo hace más creíble y más cuando mi padre la molesta. Su temperamento cambia muy radicalmente, que a veces ha tenido que ir a correr y regresar después de unas horas. Eso sí ayuda, al menos para ella le ha funcionado.

Cojo la revista para que mi padre no quiera tomarla:- ¿Quieres una versión creíble o una plática larga?- pregunto para evitar darle detalles del beso. Aun que se, que si le digo la verdad no la creerá, solo porque se resumen en pocas palabras.

No sé nada.

Y si me da una plática larga, me costara mucho, pero al final me dirá lo que siente por su única hija mujer. ¿Qué es peor? Creo que soportar la plática de tus padres, es mejor, porque se aguanta un poco más.

-No juegues y quiero la verdad.- demanda molesto y se cruza de brazos, pero sin dejar de mirarme serio.

-De acuerdo.- suspiro sentándome en la orilla de la cama:- Ese día, como puedes ver, no estábamos haciendo nada. Solo fuimos a por un capuchino, solo eso.- digo tranquila, para no alterarlo más de lo que ya está. A ningún padre le gusta que su hija tenga un novio, porque sienten que les roba su amor, pero si hubiera tenido un hombre, ahí si no hay nada que comentar:- No había nadie cerca que tuviera una cámara o alguien que se acercara a tomarnos una foto, Paul.

-No creo.

-A ver, cuando tú salías con mamá, ¿qué no te hacían el mismo cuento?- insinúo levantando una ceja, dando mi punto de vista.

Su rostro se relajó, pero tenía la postura seria:- No es lo mismo.

-Claro que es lo mismo. Pero dirás eso, porque no quieres que ningún hombre le arrebate el cariño de su hija, ¿o sí?- sonrío de lado.

-Te estas desviando del tema, Cassie.

-Claro que no.- canto animada. Me levanto de la cama:- ¿A poco mis abuelos, nunca te dieron la plática o te hacían pasar ciertos ratos muy vergonzosos?