El planeta de Eiden

Júpiter

Maratón 2/5

RENNAN

No logro entender que clase de maldición me persigue; cada que doy un paso para aproximarse a él, Eiden avanza un kilómetro alejándose de mí. Pareciera que el mundo conspiraba para mantener nuestros planetas separados.

No se que entidad suprema controle el mundo; no le considero un creyente, pero si existe un Dios seguramente se ríe de mí cada dos segundos. Por que hoy; al estar por la calle de la casa Price observé como toda la familia partía en su camioneta hacia algún destino desconocido para mí.

Al pasar a mi lado los señores Price hicieron una señal con la mano como saludo, la pequeña niña pegó su cara a la ventana sonriendo muy alegre y Eiden por su parte me dedicó una mirada rápida. Maldita sea.

— Rennan; no desquites tu enojo con los guisantes por favor— habló mamá captando mi atención. Una mañana nueva se hacía presente y yo seguía molesto por no tener oportunidad de hablar con Eiden.

— UHH Rennan está molesto. ¡Escondan los guisantes! — se mofó mi padre sacando un par de risas en Pamela y Gala quienes se encontraban en la mesa con nosotros.

— Deja ya al niño Leon; mejor dime, ¿Cómo va todo en la academia? — a mamá siempre le hacía mucha ilusión hablar de mi vida con respecto al ballet.

— Todo perfecto. Oh; buenas noticias...— sonreí tomando una mejor postura— Adivinen a quien me encontré ahí...¡Ari!

— ¿Tú primer novio volvió cuando el amor de tu vida está aquí? Que gran lío — intervino Gala rápidamente en la conversación haciendo que todos en la mesa suelten un largo "Uh".

— Señoras y señores. Dos chicos peleando por el amor de Rennan no se ve todos los días— mi padre volvió a burlarse de mí ganando que giré los ojos y le lance un guisante.

— Saben que él es un gran amigo mío. Además que salga con Ari es como que Gala salga con Pam — me maldije internamente una vez dije eso sabiendo que pude hacer sentir mal a la rubia. Pero eso no pasó.

— Entonces Ari será tu segundo esposo como yo con Gala — bromeo codeando a mi hermana para hacerla reir.

— ¿Y qué pasará con Julián y Eiden?— preguntó papá para seguirle el juego.

— Nada se probará— se encogió de hombros — saldrán del mapa

Todos comenzamos a reir ante su comentario. Pam apenas y puede caminar con sus zapatos altos sin tropezar así que las amenazas de su parte siempre son muy divertidas.

— Fuera de chiste. ¿Cómo está Ari? Ya tiene casi un año que no le veo. ¿Cómo está todo en su casa? ¿Y su hermanito?— preguntó mi madre sacando su lado protector.

— Todos bien. Aún no nos ponemos al día de todo pero de haber algo mal ya me lo habría dicho — le sonreí para tranquilizarla.

Mi amigo, a diferencia de mi cuenta con escasos recursos y hay semanas en que se las ve negras debido a la economía. Es por eso que mamá siempre procura preguntarme de su bienestar por que en caso de saber que va mal nosotros intervenimos. Aún que claro; es demasiado orgulloso y le cuesta aceptar la ayuda, igual eso no detiene a mamá.

— Lo invitas a comer un día de estos. Ya se le extraña por aquí — asentí ante las palabras de papá.

Me agradaba esa parte de mi familia; cuando sabían cuanto significaba una persona para nosotros la integraban del todo y le tratan como otro integrante más. Me gusta que tengamos esta unidad.