Siempre Fui Un Monstruo ||Naruto Shippuden Y Tokyo Ghoul|| [Editado]

Los Haruno

—¡Si madre! —devuelve el grito.

—¡Vamos a desayunar! —la pequeña Sakura lo tira de su brazo, no le quedo de otra que levantarse.

—Sachan ¿Puedes preparar la mesa en lo que me baño? —la pequeña asiente con un rostro iluminado.

Su pequeña hermana es la luz de su vida junto con su familia. Aveces quisiera poder estar más tiempo en casa, pero el estar en anbu le trae beneficios a su registro, su carrera como shinobi se amplia y esa es su mayor meta llegar a ser alguien que marque la diferencia como lo fue alguna vez Senju Hashirama, poniendole fin a la guerra entre los Uchiha tiempo atrás. Pero su sueño no le pertenecía, porque por esa misma razón carga con muchas responsabilidades que ponen en riesgo la vida de su familia..

La de Sakura..

Al llegar al comedor ve todo bien ordenado, sonríe para si mismo mirando como su Sakura lo esperaba pacientemente. Por otro lado su hermana menor quiere seguir sus pasos y eso le asusta..

—¿Que haremos hoy? Aniki. 

Le tranquilizaba saber que su hermana quiere llegar más lejos que el, llegar a ser bastante fuerte y no ser ningún estorbó. Al escuchar como lo llamaba lo relajo ¿Que harían? Primero le enseñaría algunas cosas básicas sobre el como ser un buen ninja.

—Iremos a entrenar ¿Que te parece? —no importa su cansancio, porque la sonrisa que le brindaba su hermana menor lo valía.

—¡Si! —en sus bellos ojos jades podían ver como estos resplandecían.

—Después iremos a ayudar a Mamá con la tienda ¿Bien?

—¡De acuerdo!

Al terminar de comer decide lavar los platos con la ayuda de su inperactiva hermana, la sola idea de entrenar era lo más valioso para ella, pero lo que más le interesa es pasar tiempo con el, como el con ella.

—¿Todo listo? —ella asiente —Vamos.

Deja la puerta cerrada, cuando salen notan como algunos de sus vecinos lo saludan camino al bosque cerca de su barrio. Pasando por allí logra ver a uno de sus compañeros de escuadrón junto a un pequeño niño probablemente sea su día libre también por lo que decide no interrumpirlo.

—¿Que me enseñarás hoy, hermano? 

—¿Ya has aprendido a lanzar correctamente el kunai?

—¡Por supuesto! Todo gracias a un buen maestro.

—Me pregunto quién será ese maestro ¿Me podrías decir su nombre? No me gusta que a mí Sachan le estén enseñando cosas sin mi consentimiento.

—¡No puedo decirte! Me hizo prometer que no te lo dijera. —la peli-rosa hizo un gesto con sus manos simulando tener sellado sus labios.

—Me alegro saber que guardes mi secreto Sachan —el mayor se agacha a la altura de su hermana, y estira su meñique, Sakura hizo lo mismo sellando su promesa.

—Nunca diría algo que afectará a aniki. 

Se la pasaron hablando que no se habían dado cuenta que ya habían llegado. El mayor sacó un par de un kunai, eran especiales puesto que no dejaría que su hermana se cortará con estos entrenando.

—¡Aquí voy! —Sakura toma distancia, y lo lanza con una fuerza "descomunal" acertando en el blanco. No se sorprendió que acertara, su hermana presentaba grandes habilidades para llegar a ser una gran kunoichi. —¿Que tal lo hice?

—Excelente, aunque ahora me pregunto ¿Por qué seguís en la academia con lo que sabes? —se burla, una de las cosas que más adoraba era ver a su hermana molesta, le causaba risa ver cómo su rostro enrojecia por el enojo.