𝑋𝑋𝐼𝐼¦ 𝐿𝑎 𝑐𝑟𝑢𝑑𝑎 𝑣𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑.

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La mañana siguiente de cometer el terrible pecado que terminaría de desatar toda su locura, se levantó a preparar el almuerzo para Stan y sus amigos, sus padres habían salido por la noche a un evento importante que no le interesaba ni había escuchado bien qué era por lo aturdida que estaba. No durmió en toda la noche y se puso muy temprano a cocinar, mucho antes de que Stan se levantara, repetía constantemente que no era verdad, que no los había hecho, que únicamente lo imagino, que tal vez tenía psicosis y que no era tarde para decirle a sus padres que estaba loca y que la metieran en un manicomio antes de que se convirtiera en Norman Bates.

Aún estando convencida de que fue su imaginación retorcida o una posible esquizofrenia, no tocó el periódico, simplemente se dispuso a cocinar mientras se auto-convencía de estar demente. Pasaron las horas y los amigos de Stan llegaron y lo primero que dijeron fue...

-¡Se murió uno de los imbéciles!-gritó Richie Tozier, como si hubiera ganado la lotería o su equipo de fútbol favorito.

En ese instante el mundo comenzó a dar vueltas bruscas para Sarah, todo comenzó a moverse, del empapelado celeste comenzaron a chorrear espesas gotas de sangre que se deslizaban hasta llegar al fregadero manchando los platos sucios con comida de la noche anterior. De un segundo a otro estaba en los pasillos blancos del hospital, el olor a cloro mezclado con sangre inundaba su nariz, el lugar se veía sombrío, con muchas sombras y ni una persona, no había pacientes tampoco. Frente a ella estaba la morgue, con seis refrigeradores plateados, Sarah se acercó un poco y pudo ver su reflejo deformado por el metal. Cuando el tercero se abrió bruscamente y el gordo y grasoso cuerpo de Belch Huggins se irguió con impotencia, con moscas alrededor, gusanos royendo su carne putrefacta y morada.

-Sarah... -gruño casi inteligiblemente, pero para Uris fueron palabras claras como el agua. La masa de piel muerta había dicho su nombre por más de ser falto de la capacidad de pensar.

Antes de poder apartarse sintió un agudo dolor en su mano izquierda, por su mano chorreaba una gran cantidad de sangre, que se escurría con lentitud por su brazo empapandole la muñeca. Soltó un grito de terror, éxtasis y de dolor que la devolvieron a la realidad. Otra vez estaba frente a la mesada de la cocina con su hermano y amigos detrás de ella, las papas estaban ensangrentadas y la cuchilla aún estaba en su mano derecha.

-¡Sarah, por Dios!-exclamó muy alterada Beverly, parándose tan sobresaltada de la silla en la que estaba sentada que esta cayó al suelo causando un fuerte estruendo. Tomó un trapo y lo puso en la mano de Sarah apretándola lo más fuerte posible, al mínimo contacto el trozo de tela se tiñó de rojo bermellón. -¡Mierda!

Después de alterarse por el incesante sangrado, todo se tranquilizó, las horas continuaron pasando y Stan no se despegaba de su lado, Sarah no quería que lo hiciera, tenía miedo, de absolutamente todo, no sabía qué era verdad y qué era mentira. No sabía qué pasaba realmente en su entorno.

¿Y si todo era una broma pesada de Belch y sus idiotas amigos para volverla loca? Sí, eso podía tener sentido, que esos cuatro idiotas convencieran a todo el pueblo de que casi matan a Huggins. ¿Acaso Henry podía fingir tan bien las lágrimas?

Stan estaba aterrado, desde que el verano comenzó sentía que perdía lenta y dolorosamente a su hermana y no sabía qué hacer, no sabía qué pensar, ni cómo actuar, ni cómo decirles a sus padres que la ayuden. ¿Cómo se los decía? Haría que su madre la confinara a estudiar en casa y a jamás salir más que a la sinagoga. No podría leer más que los libros religiosos, no tendría televisión, ni revistas, ni nada que pudiera darle "ideas pecaminosas" como decía su madre.

-Creo que algo le pasa a Sarah-les dijo, con la mirada perdida y temblando, a sus amigos horas antes, específicamente cuando Beverly le ayudaba a Sarah a vendarse la mano. Todos lo miraron atentos y con preocupación destilando por sus ojos.-Desde que comenzó el verano... se escuchan cosas raras en su cuarto, como si hablara con alguien...

-¡Tal vez solamente tiene novio!-interrumpió Richie apresuradamente, todos voltearon a verlo, entonces el miope supo que la misma idea cruzó por la cabeza de cada uno y el nerviosismo lo atacó como un león a una cebra indefensa-Digo... no necesariamen-t-te tiene que estar Eso detrás-su tono de voz había bajado de uno extasiado a uno tembloroso, dudoso y repleto de miedo.

-Pero Sarah no parece estar... perturbada de la misma forma que nosotros-habló esta vez Eddie y cuando las miradas se posaron en él le dio una jalada a su inhalador, se aclaró la voz y prosiguió-se ve mal... pero... no sé explicarlo...

-E-Es-s-s-o t-tiene una f-f-f-orm-orma dife-fe-rente de tra-tratar con el...ella-Bill se sintió aliviado de que lo escucharan con paciencia y fuera tan grande el miedo que no trataran de adivinar lo que iba a decir para apresurarlo-. Sa...rah es ma-mayor, ad-dolescente, c-c-asi adulta, n-n-no p-puede...

-No puede manipularla por completo porque no es adulta-dijo atónito Ben- mierda, ¡Mierda!

El corazón de Stan dejó de latir un segundo y luego se aceleró por la adrenalina que le propiciaba el miedo. Eso solamente podía tener a Sarah haciendo que ella ceda a él, y si Sarah cedía...

-Me matará... -las palabras se resbalaron en un murmullo de los labios de Stan. Las lágrimas comenzaron a brotar, pero el rostro de Stan parecía no tener expresión alguna.- Si mi hermana cede hará que ella misma me mate.



React; [Pennywise/Bill Skarsgård]Where stories live. Discover now