𝑋𝑋¦ 𝐸𝑚𝑝𝑎𝑡𝑖𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑢𝑛 𝑣𝑖𝑜𝑙𝑎𝑑𝑜𝑟

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Por la ventana de Sarah se podía ver a Bill Denbrough y a Beverly Marsh llegar a la casa, parecían tranquilos y la verdad es que Sarah envidió esa serenidad y despreocupación.
El verano se había hecho para descansar, pero ese en específico parecía más insufrible que volver a clases y a ser acosada.
Jamás pensó que eso le pasaría a Belch, había deseado tanto tiempo que algo así le pasara, cualquier cosa para que no la molestara más.
En ese momento estaba llorando en silencio, mientras miraba por la ventana dándole la espalda a Jason.
Eran lágrimas falsas, repletas de hipocresía por no querer aceptar que deseaba bailar de alegría.

-¿Quién lo hizo?-preguntó, con la voz tensa.

Jason se rió, acarició sus hombros con ambas manos y susurró en su oído...

-Muy pronto sabrás quién lo mató... prefiero que sea sorpresa.

Sin más, dejó de sentir la presión en sus hombros y al voltearse ya no estaba más.
«Belch no se murió» pensó «Sabe algo que yo no».
Al instante las palabras anteriormente dichas por su amigo le llegaron a la cabeza «Hubiese preferido hacerlo yo».

-Lo va a matar-susurró.

Bajó las escaleras corriendo, ignorando a su hermano y a sus amigos. Abrió la puerta encontrándose con Richie Tozier y su bicicleta en mano, a punto de tocar timbre.

-Oh, ho...

El niño no acabó la frase ya que Sarah lo pasó como pudo y desapareció de su vista corriendo.
El hospital no quedaba muy lejos, sino a unos 10 o 15 minutos, pero a Sarah le parecieron horas. Sentía que cada vez que paraba en la esquina de una calle Jason podía estar cortando el cuello de Belch o apuñalandolo una y otra vez. Abriendo su estómago y comiendo sus órganos. Arrancándole la piel...

-Buenas tardes, me gustaría ver a Reginald Huggins-le dijo a la recepcionista al llegar. Jugaba nerviosamente con sus dedos, se mordía las uñas y miraba hacia todos lados como una loca.

La recepcionista la miró y frunció el ceño.

-¿Está bien?-le preguntó, a lo que Sarah asintió y dijo "claro".- Habitación 103, 1° piso.

Subió las escaleras corriendo y entró al cuarto. Lo vio a Belch conectado a miles de cables y con un respirador, soltó un suspiro al verlo "bien".
Entonces notó a la madre del chico dormida en una silla, tan profundamente que ni siquiera notó la brusquedad con la que había entrado.
La mujer se removió en el asiento y la miró, le dió una sonrisa cálida y habló...

-Tu debes ser Sarah Uris, ¿verdad?-algo impactada, Sarah asintió con timidez.

-¿Cómo sabe quién soy?

-Porque Belch habla mucho de ti-la mujer soltó una risa mientras sacaba de su bolso un paquete de chicles-, le gustas mucho pero me ha dicho... -la miró con seriedad y odio- que jamás le correspondes.

Sarah se sorprendió y asustó ante las palabras de la señora.

-Mi bebé había ido a buscarte la noche en que le hicieron esto-comenzaron a caerse lágrimas de sus ojos y dejó el bolso en el suelo con brusquedad haciendo un ruido que retumbó contra las paredes blancas.-¡Por tu culpa, perra ingrata!

Dio un saltó ante tal grito, estaba paralizada. La mujer se acercó y la tomó de ambos brazos.

-Él va a volver, va a volver y te va a matar-dijo, mirándola fijamente a los ojos-, pero antes te inmobilizará y te cogerá COMO LA ZORRA ENGREÍDA QUE ERES.

Con un coraje que no supo bien de dónde sacó, logró empujar a la madre de Belch y salió corriendo.
Escuchaba su corazón latir y retumbar en sus oídos, sentía que le iba a explotar en cualquier instante. Las manos le sudaban y tenía la frente transpirada.
Llegó a su casa y al acostarse a dormir no podía parar de escuchar la voz de esa mujer...
¿Qué iba a pasar si Belch salía del coma? Ya había tratado de violarla, ¿ahora qué pasaría?
Sus pensamientos pararon cuando sintió los brazos de Jason rodear su cintura. Eso le dio una paz inmensa, se sentía protegida.

-Honey Pie-susurró antes de quedarse dormida y olvidarse completamente de Belch Huggings y su igual enferma madre.

React; [Pennywise/Bill Skarsgård]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora