LXVIII. 7 Verdades

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—Dicen que Harry y Ginny se las arreglaron en 1996 para escabullirse de Filch y poder verse en los pasillos y aulas de Hogwarts. 

I.
La verdad es que Harry, en la sala común de Gryffindor, guardaba su capa de invisibilidad entre su uniforme, ocultaba el mapa del merodeador entre un libro y aguardaba a que todos subieran a sus habitaciones. Entonces lanzaba un cascabel a las escaleras que daban a los dormitorios de las chicas, segundos después podía ver a Ginny salir de la cama y bajar las escaleras con el cascabel entre las manos. 

—Tenemos que encontrar un mejor método para comunicarnos —susurró, inclinándose para dejar un beso en sus labios—. Alguna de estas noches despertarás a las otras chicas y nos meteremos en problemas —rió y tomó el mapa entre sus manos.

—Por supuesto que no —sonrió y se incorporó sacando la capa de entre su uniforme—. U de cualquier manera nadie podría molestar al Elegido —Ginny entrecerró los ojos y le dió un manotazo en el brazo— ¿Y eso por qué?

—Te dije que basta con lo de “El Elegido” —dijo rodando los ojos—. Basta de apodos.

Harry río y la besó mientras les ponía la copa sobre la cabeza.

—Como digas, Weasley. 

Bajo la capa de invisibilidad, con nada más que las varitas iluminando el mismo camino de siempre, llegaron al retrato vacío con un gran hueco detrás de este. Una vez dentro, cuando Harry hubo devuelto el retrato a la pared, Ginny lanzó la varita y el mapa al suelo, la capa perdida en algún lugar junto a sus pies, y besó a Harry con desesperación.

Detrás del retrato, hechos un lío de sudor, manos, ropa a medias y bastante calor, Harry no podía ni recordar quién carajo era El Elegido. Ambos se concentraban en observar en la oscuridad, tocar y permanecer juntos, enamorados y silenciosos.

Jamás los descubrieron, nadie jamás supo de su escondite, posiblemente destruido dos años más tarde bajo la batalla de Hogwarts. 

—Dicen que Ginevra culpaba a Harry por lo sucedido en Hogwarts y por eso tardaron en volver a estar juntos. 

—¡Pero si estuvo con otra chica mientras Ginevra lloraba la muerte se su hermano! ¿Cómo no culparlo?

II.
Ginny ha pasado noches enteras pensando y dándole mil vueltas al asunto, escuchando y analizando cada una de las perspectivas, hasta que tuvo el valor de enfrentar a Harry.

—¿Por qué no volviste en cuanto la guerra terminó? ¿Por qué esperaste tanto para volver a hablarme siquiera? —preguntó frente a la madriguera, el aire a su alrededor extrañamente fresco y un Whisky de Fuego entre sus manos. 

—Eso no es verdad… 

—Sé de las cartas a Ron, a Hermione, a Luna e incluso a mi madre ¿Por qué yo no? —preguntó con frustración—. Y si ya no sientes nada por mi ¿Por qué no me lo dijiste y me dejaste esperándote? 

Harry sonrió y la observó con ternura. 

—Si supieras todo lo que siento por ti, Ginny, no estaríamos aquí. 

—Pues dime. ¿Por qué estás usando los labios para hablar en lugar de besarme?

Harry sonríe más grande y niega. 

—Te adoro, Ginny, pero no puedo estar a tu lado, no después de todo lo que hice, no después de todo lo que está roto, no sabiendo que tengo que arreglar un centenar de cosas.

Ginny niega. Termina su Whisky de un solo trago y se acerca a Harry.

—Bien. Pero que te quede claro, Harry —se puso de puntillas hasta que sus labios pudieron rozar—. Si no estamos juntos no es porque yo te culpe, es porque tú no puedes perdonarte.  

¡Ey! Ginevra (One-Shots) © [Harry&Ginny]Kde žijí příběhy. Začni objevovat