#2.02

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Estaba tomando nota de algunas cosas importantes que me decía Paul, era difícil para mí ya que era complicado no verla a los ojos sin en esa bella mirada de color hazel.

Estaba enamorado, sí lo estaba. No podía evitar estarlo, Paul McCartney es simplemente perfecto alguien incomparable y alguien tan especial para mí. Estaba sentado de piernas cruzadas escribiendo algo en su computadora, me había comentado que era un tipo de diario en el que escribía todo lo que sucedía en cada sesión con diferentes pacientes. Cuando venían algunos niños de la preparatoria, me pedía que me saliera ya que a los niños no les agradaba mi presencia, a mí no me molestaba ya que eran sesiones privadas.

Cuando su jornada terminó me preguntó:
-¿Tienes hambre?

Yo sólo lo miré a los ojos sin expresión alguna, la verdad es que sí estaba muy hambriento, pero no quería hacerlo notar porque no quería que él me llevara a comer, pues porque mi orgullo me ganaba más que mi hambre.

-No-contesté.

-Te traeré un sándwich por si te da hambre en algún punto del día, no quiero que te sientas mal.

Yo no dije nada pues la verdad me agradaba como era, no quería expresar mi desagrado,
A pesar de eso yo lo quería incondicionalmente.

Asentí y sólo me dediqué a ver mi libreta con aquellos escritos que había hecho horas anteriores en su sesión.

Salió por la puerta dejándome solo cuando de pronto su teléfono fijo empezó a sonar. Estaba nervioso, no sabía si era bueno contestar o no. pero de todos modos contesté con unos nervios increíblemente fijos en mi cuerpo que no me dejaban moverme con tranquilidad, contesté debido a que yo sabía perfectamente que eso no estaba bien o más bien no tenía autorización.

-"Paul, querido, ¿Cómo estás? Te llamaba para escucharte."

-¿Nancy?

-"...¿Quién habla...?"

-Ehh...Soy amigo de Paul, salió unos momentos.

-"¡Oh! Bueno, dile que tengo una hermosa noticia para él que le va a encantar. Adiós"

-Ad-

No me dejó terminar mi despedida y ya que en ese momento me había colgado lo que me dejó desconcertado y a la vez un poco molesto. Dejé el teléfono en su lugar y me dirigí a mi asiento para continuar con mis escritos.

Cuando de pronto de mi mente y de mi mano salieron pequeños dibujos específicamente uno donde estoy con Paul.

lo que me recordó aquella vez que hice ese tonto dibujo y que tontamente no destruí y que casi pudo verlo Paul. La vergüenza me invadió tanto que aquel rojizo apareció en mis mejillas. Me tapé el rostro debido aquella vergüenza que pasé durante la preparatoria que no me dejaba más que una sonrisa y unas carcajadas al recordar eso.

Cuando de pronto la vergüenza y la risa pasaron a ser una simple nostalgia. Los momentos en los que estaba con Paul en su auto, en su despacho o hasta en su cama se volvieron recuerdos que sabía que no volverían fácilmente. O tal vez nunca volverían.

Ví caer una gota en mi libreta y la quité junto con las otras que venían en camino. La puerta se abrió y de ella salió Paul, con una bolsa transparente con comida ahí.

-Hola.-sonrió al verme y yo no pude no sentir esas cosquillas y devolverle la sonrisa.

-Hola...

-Te...te traje un sándwich de jamón con queso y verduras, también un jugo de mango para que lo acompañes...

-No tengo 10 años.

-Para mí sí, ahora, ten.

Me pasó la comida con cuidado, era un sándwich que se veía bueno y el jugo (que secretamente era mi favorito).

-¿Tú no comerás?

-Claro que sí, tengo un sándwich sin carne y un té.

-Suena bien...

-Oye...

Lo miré a los ojos indagando. Nos miramos y nuestros ojos se fusionaron en un pasmo asombroso del cuál era difícil salir al estar con semejante preciosura enfrente. Se levantó.

-Cuéntame, ¿Qué haz hecho durante este tiempo?

-Uh...pues...

Tenía entre mis manos a que el lonche que me había regalado, a decir verdad estaba muy hambriento por lo que procedía abrir el pequeño sándwich y a destapar el jugo que tanto me gustaba. Con la mirada de Paul encima mío, me la rebanada de sandwich para llevármelo a la boca a la vez que intentaba pronunciar aquellas palabras.

-Pues a decir verdad no he hecho demasiado, creo que ir a la universidad seguir con mis estudios y hacer nuevas amistades.

-me alegro muchísimo por ti yo eres un muchacho muy trabajador y estoy muy orgulloso de ti -dijo con una sonrisa en la cara que nunca dejaba de ser atractiva.

-sí pues te quería decir que alguien había llamado, ese alguien específicamente es Nancy.

-Pero no estamos hablando de Nancy, en cualquier momento le puedo devolver la llamada así que por ahora hay que hablar sólo tú y yo. Así que cuéntame ¿hay una muchacha especial para ti?

Casi me ahogo al escuchar eso pues la verdad no me sentía cómodo con ese tipo de preguntas aunque fueran muy recurrentes desde que lo conozco. Quería decirle que sí había una chica especial pero no me atrevía por miedo además de que mi pura intención era de que él se pusiera celoso.

Aunque tenían de una esposa dudo que se pusiera celoso.

-Pues actualmente no, bueno hay una chica la que le gusta pero sinceramente no tengo no interés en ella.

Sonrío de lado, al igual que yo pero procedió a destapar su sándwich vegetariano para poder comérselo. Cada movimiento que hacía era sumamente lindo, yo no dejaba de verlo y de ver esas pequeñas canas que se asomaban por su cabello que ahora era un poco más largo al igual que su barba.

quién estaba comiendo, una pequeña mancha de mostaza se quedó en la comisura de mi labio, Paul al notarlo sacó una pequeña toalla de su bolso la lamia un poco y la pasó por la comisura para limpiarlo.

en ese momento entré en pánico ya que había vuelto a saborear al menos un poco de él.

-¿Te gustaría venir a mi casa a cenar?

Oh. Por. Dios.

Who Cares? -♡[McLennon]♡Where stories live. Discover now