#1.4

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Me levanté maldiciendo ya que era un lunes y eso significaba que todo me iba a cansar.

Me sentía un poco decaído ya que Paul ya no me iba a atender. Aún no entendía porque él causaba esa reacción en mi. Su forma de ser, lo atractivo que era, sus ojos grandes y atractivos con una pequeña barba casi visible.

Aveces pasaba por su despacho y lo saludaba con un toque amistoso. Y auque ya no hablará tanto con él, me sentía feliz de saber que al menos le preocupara un poco, pero a la vez me desconcertaba ya que ese era su trabajo.

Bajé las escaleras y entré a la cocina con esperanzas de que hubiera un desayuno.

--Buenos días Mimi.

--Buenos días John. Siéntate, ya está listo el desayuno.

Procedí a sentarme. Mimi puso mi plato y procedí a comer. Era delicioso: Huevo con tocino y pan tostado con mermelada, obvio el jugo de naranja no debió faltar.
Me dediqué a disfrutar de mi jugo y Mimi dijo:

--Por cierto John, invité a tu psicólogo. Para-

Escupí el jugo.

--¿¡Qué te pasa!? ¡Tú vas a limpiar!

--¿¡Por qué hiciste eso!?

--¿te molesta?

--Pues... no, pero, ¿por qué?

--Para agradecerle el que nos haya ayudado contigo, he visto un cambio en ti, ya no te comportas como pervertido.

Mimi tenía razón y eso se debía a que las sesiones con Paul me ayudaban. No porque entendiera que lo que estaba haciendo estaba mal, era porque quería que Paul se sintiera orgulloso.

Ya habían pasado semanas de la última sesión y eso me ponía nostálgico.

--Supongo..--miré mi plato y empecé a degustar de la comida.

/////

Estaba solo en mi habitación practicando con la guitarra cuando escucho unos golpes en la puerta y una voz que decía "Oh...¡pasa!" Era de Mimi. Alguien respondió "Gracias."

Era Paul.

Me emocioné un poco y salté de mi cama para dirigirme al espejo que tenía en mi habitación. Acomodé mi cabellera larga y castaña. Me puse más perfume de lo normal y bajé como si no supiera de la presencia de Paul.

--Mimi, ¿has visto mi...-

Vi que era Paul acompañado de una chica de cabello castaño y con facciones finas. Portaba un vestido blanco algo suelto y de mangas cortas, Paul sólo vestía lo mismo de siempre: formal sin saco y de blanco y negro. La chica era de un cuerpo bonito, no lo dudo, pero su presencia me incomodó. Aún no entendía porqué.

--John, qué bueno que bajas. Paul vino a comer como te dije y trajo a su...

--Prometida--dijo Paul.

Eso me revolvió el estómago.

--¡Prometida!

--Mi nombre es Nancy Shevell, un gusto.--Dijo la mujer.

Yo me recargué en el umbral de la puerta y suspiré un poco.

--¿pasa algo John? --Dijo Paul con un tono dulce y amable.

--No, no pasa nada. ¿puedo ir a mi habitación?

--No, no puedes, hay visitas. --dijo Mimi.

--Tranquila, no hay problema, si John gusta irse, que lo haga, pero me agrada su compañía. --Dijo Paul con una sonrisa incluida.

Yo me crucé de brazos y asentí.

--Okay....pues...

Mimi me dio una mirada de "Si no te quedas, le hablo a la hada para que te de tu madrina"

Sonreí de lado y me Di la vuelta para subir las escaleras.

Tenía un nudo en mi garganta. Subí a mi habitación con agitación. Una lágrima bajó por mi pómulos y eso me hizo enojar: Nadie me había hecho sentir. No quería aceptar que Paul me había hecho llorar.

Me recosté en mi cama y me acomodé en mi almohada.

Empecé a pensar: Si me portaba mal, Mimi insistiría en que fuera con Paul. Y así Paul tendría tiempo para mi y no para esa mujer.

Aunque trataba de evitar que fuera su prometida.

¿cómo?

¿por qué?

¿amo a Paul?

¿Simple capricho?

¿Me enoja que no esté con él?



¿a quién le importa?

Who Cares? -♡[McLennon]♡Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon